Mónica Cruz es una de las actrices más queridas en nuestro país. Y aunque todos conocemos su faceta de bailarina y actriz, pocos saben de su gran corazón y amor por los animales. En concreto, la actriz tiene seis perros adoptados, de diferentes razas y distintos tamaños, que son su mayor tesoro. Así, Mónica Cruz y su hija Antonella conviven en armonía con Pandora, Robin, Mia, Raven, Bella y Juanita, en un pueblo de las afueras de Madrid. "Rodeada de amor y vida", afirma la actriz, en la entrevista que nos ha concedido.
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Su amor le viene de pequeña
Mónica Cruz tiene una verdadera pasión por los perros y por ayudar a aquellos que no tienen voz. Su amor por ellos es evidente en sus redes sociales, donde comparte fotos y vídeos de sus seis perros adoptados. Cada uno de ellos tiene una historia diferente, pero todos han encontrado en ella un hogar lleno de amor y cuidados.
Este amor hacia los animales le viene de pequeña. "Creo que les adoro desde siempre. Cuando era pequeña ya los quería. De hecho, teníamos un perro, Terry, que tuvimos que dar cuando nació mi hermano pequeño. Mis padres no daban abasto y consideraron que no se podían hacer cargo de él. Es cierto que se fue con una buena familia. Y aunque sabíamos que Terry estaba bien, yo lo pasé fatal. Era mi perro", nos cuenta Mónica Cruz.
Quizá esa fue una de las experiencias que la llevaron a desarrollar esta conciencia de respeto hacia todos los bichos, sean hormigas o sean elefantes. Y es tal el compromiso que ha adquirido que no pierde la ocasión para acoger en su casa a un nuevo miembro si tiene el conocimiento de que le están tratando mal.
Tanta mascota en casa no le supone un sacrificio. "Lo hago porque los adoro, con gusto, porque les quiero. Considero que no es ningún sacrificio cuidar de ellos porque es lo que se merecen. Además, todos nos tendríamos que concienciar de ello. Cuando abres la puerta de tu casa a uno de estos animales, lo haces con todas sus consecuencias. Necesitan cariño, protección, cuidados, tiempo, paseos, visitas al veterinario. Si no vas a darles todo, no los tengas".
Y con su ejemplo quiere lanzar un mensaje: "Hay que tratarles con dignidad, hay que enseñar a los niños que amen a los animales, porque ellos nos dan mucho", afirma con rotundidad.
Y es que Mónica Cruz no puede entender cómo hay personas que maltratan a los animales. "¡Yo no podría matar ni a una hormiga! ¿Quién soy yo para hacerlo?", se pregunta. Por eso insiste en que debemos educar a los más pequeños en el respeto y enseñar a las nuevas generaciones lo importante que es que los niños crezcan con ellos. Ella misma es testigo de la bonita relación que mantiene su hija Antonella con sus animales. "Es algo maravilloso que mucha gente se lo pierde. Ver, por ejemplo, a mi hija Antonella es algo increíble. La relación que establecen, el vínculo... los perros les enseñan", asegura Mónica.
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Siempre que puedas, adopta
También es una defensora de la adopción responsable. "He de confesar, y lo hago sin arrepentimiento, que también he comprado. Pero no por capricho, sino porque entraba en una de esas tiendas en las que había esos animales expuestos y no podía salir de allí sin llevarme alguno conmigo para darles una buena vida. Pensaba que quizá no podía salvar a todos los animales, pero al menos, a ese sí". Aunque ahora, todas sus mascotas son adoptadas. Algunos rescatados de la calle y otros de refugios. "Tres de ellos los saqué de una protectora donde no les trataban bien". Cuenta, además, que todos ellos son diferentes y tienen su personalidad, por lo que hay que tratarles como individuos únicos.
Para Mónica adoptar un perro no solo es beneficioso para el perro, sino que también es una gran forma de contribuir al bienestar animal. Cada año, miles de perros son abandonados en nuestro país, y muchos de ellos son sacrificados en refugios por falta de espacio. Adoptar un perro significa salvar una vida, y darle la oportunidad de tener una vida plena y feliz.
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Mucho que cambiar, pero vamos por buen camino
Aplaude iniciativas como la ley de bienestar, aunque opina que queda todavía mucho por hacer. Reconoce que en España se han cometido muchas barbaridades, y se siguen cometiendo muchas, pero tiene la esperanza en que todo esto empiece a cambiar. "La gente tiene que comprender que si tiene un animal bajo su responsabilidad, sea cabra, oveja, vaca, caballo, perro o gato, tiene que cuidarlo y tratarlo con dignidad. Son seres vivos".
