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Cada cierto tiempo pueden aflorar en nuestro perro conductas extrañas a las que no le encontramos una explicación clara. No te preocupes, la mayoría de las veces cuando un perro hace algo que nos sorprende lo que está haciendo es activar su instinto y comportarse como lo haría si viviera en un entorno desprotegido, fuera de casa, especialmente con todas las cuestiones que tienen que ver con la supervivencia, y de forma muy especial con la comida. No es que tu perro considere que tu casa no es segura, sino que recurre a las tácticas de supervivencia más instintivas porque su mente nunca deja de ponerse en lo peor, previendo una posible carencia, una agresión o la necesidad de defenderse.
Cuando un perro esconde comida lo hace, primordialmente, para generar una reserva fuera del lugar habitual. Esta reserva significa para él un seguro contra la posibilidad de pasar hambre si ocurre un imprevisto. Los animales no son racionales, pero tienen un amplísimo catálogo de comportamientos que sí lo parecen y que, en muchas ocasiones, se activan sin un motivo aparentemente justificado para nosotros.
¿Es una mala costumbre ocultar comida? Lo cierto es que el hecho de que un perro esconda comida no es en sí mismo malo. Sí puede denotar que el can tiene un conflicto con su entorno o con los convivientes, pero en algunas ocasiones simplemente es un juego o un instinto, por lo que una vez que analices los motivos y pongas remedio a cierto malestar del perro, el hecho mismo de que él siga escondiendo comida no es una actitud preocupante, más allá de que la comida pueda deteriorarse y ser dañina para su salud o provocar algún foco de infección.
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Motivos por los que un perro esconde comida
Es importante comprender qué ha producido que tu perro active esta necesidad de esconder la comida, es decir: indagar en las razones que han condicionado ese nuevo comportamiento inusual. Y hay varias opciones y explicaciones, la más evidente es que siente amenazada su comida, bien sea porque existe otra mascota (tal vez nueva), o porque en la casa hay niños que han jugado a ocultar su cuenco o porque el lugar en el que tiene sus cosas le resulta demasiado “de paso”.
Es común en perros de familias que se acaban de mudar, si el entorno todavía no le es lo suficientemente conocido, y además hay caos en la colocación de la casa: llena de cajas o con una situación provisional. Sea por una mudanza o no, el perro puede desarrollar el deseo de esconder comida si siente que su alimento está demasiado a la vista de todos, desprotegido, en una zona de tránsito y sin la seguridad para que aquello que tiene ahora no pueda “desaparecer” contra su voluntad.
Para abordar esta situación y ponerle solución debes “blindar” su cuenco, asegurándose que ni otra mascota ni tus hijos ejercen una presión sobre ese espacio, además, asegúrate de que el lugar del cuenco no es de paso, y no le produce al perro la percepción de que cualquiera podría llevarse su comida.
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¿Le pones la cantidad de comida adecuada?
Un motivo mucho más grave para que el perro sienta necesario guardar comida está relacionado con la cantidad de pienso y comida fresca que le das. Si tu perro estima que necesita comer más o su organismo percibe que los nutrientes no están equilibrados, su cerebro le pedirá hacer un plan de ahorro y contención que se traduce en comer algo menos y almacenar comida para cuando la situación sea insostenible. Así funciona también nuestro organismo respecto al aprovisionamiento de reservas cuando hay carencias nutricionales y es la manera en la que los animales reaccionan ante la falta de nutrientes.
Para solucionar esta situación debes evaluar el peso, la raza y las necesidades alimenticias de tu perro, y aplicar los cambios necesarios, puedes consultar con tu veterinario. Sin embargo, es muy posible que tu perro siga guardando comida por la casa aun cuando su alimentación vuelva a ser equilibrada, pues es un hábito que una vez adquirido le podrá costar rechazar.
Otro tipo de carencias
Como has podido ver, no hay razones “positivas” por las que un perro esconde comida, y ahora llega otro motivo que aunque no es el más grave, también nos hace pensar que algo no estamos haciendo del todo bien: el aburrimiento. Si tu perro necesita algún tipo de reto diario porque pasa muchas horas solo en casa o sin la interacción de otros animales o personas, probablemente esconder comida sea un entretenimiento válido para él. Implica transportarla, encontrar un escondite, dejarla ahí reservada, y pasado un tiempo volver a mirar que esté en su sitio, y tal vez comerla.
Si esta es la situación que vive tu perro debes barajar de forma muy seria que no pasas el tiempo necesario con él, que no pasea ni juega lo suficiente, y que tal vez necesite algún juguete para distraerse en casa. Existen “puzles” para perros que les permiten buscar premios en alfombras o muñecos, esos serán los sustitutos ideales para esconder comida y proveerán al animal del entretenimiento que necesita.
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