En la isla de Ibiza tiene su refugio y hasta él ha volado acompañado de toda su familia para descansar de una temporada llena de emociones. Fernando Torres está en la casa que tiene en la isla pitiusa, un lugar que siempre elige para descansar tras la temporada futbolística. Seguramente será allí donde vuelva a celebrar no sólo el reciente triunfo de su equipo en la Europa League sino otra ocasión aún más especial, su tercer aniversario de boda con Olalla (se casaron un 29 de mayo). Las vacaciones son la excusa perfecta además para lucir cuerpazo en la playa, aprovechando las buenas temperaturas que, afortunadamente, ya hay en la isla.
El matrimonio, después de darse crema protectora, se sentó en las tumbonas mientras sus dos hijos, Nora, de tres años y medio, y Leo, de dos y medio, jugaban en la arena. Fernando está como loco con sus pequeños, con los que jugó en la orilla, haciéndoles reir y disfrutando de esos instantes que crean recuerdos inolvidables. El futbolista está en plena forma y así lo demostró luciendo abdominales, un aspecto en el que su mujer no se queda atrás ya que ella también presumió de figura en biquini.
El internacional español ha logrado formar una envidiable familia junto a la mujer de su vida. La pareja se conoció hace trece años cuando él veraneaba en Estorde, Galicia, y fueron novios desde la adolescencia e inseparables desde que sus vidas se cruzaron. Olalla y Fernando viven desde 2007 en Londres, ciudad por donde es común verles pasear junto a los pequeños. Sin embargo, en los mentideros futbolísticos se especula con que podría estar la próxima temporada en el Nápoles. ¿Veremos a la familia en Italia el próximo otoño?
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