"Visitaré a mi hija Andrea cuando lo crea conveniente". Jesulín de Ubrique realizó estas declaraciones hace más de un mes y este sábado, aprovechando que se encontraba en Madrid por motivos de trabajo, se trasladó hasta Paracuellos del Jarama, lugar de residencia de su hija mayor, para cumplir con su promesa. Después de un año y medio sin ver a Andrea -según Belén Esteban- el diestro y su hija compartieron una hora y cuarenta minutos de confidencias.
La copresentadora del programa de Telecinco Sálvame ya había anunciado hace varios días que el reencuentro entre padre e hija iba a producirse finalmente este fin de semana, ya que Jesulín toreaba en la feria de Ajalvir. Después de la corrida, en la que cortó cuatro orejas, el diestro partió hacia la casa de Belén para estar con su hija.
Numerosos periodistas y fotógrafos esperaban su llegada, pero Jesulín no hizo declaraciones. Y aunque lás cámaras no pudieron ser testigos de este reencuentro sí consiguieron captar un momento muy emotivo entre ambos. Andrea acompañó a su padre al garaje y los dos se despidieron con un tierno beso. A pesar de haber toreado mano a mano con su hermano Víctor, quien también cortó cuatro orejas, Andrea solo recibió la visita de su padre, ya que su tío se marchó a casa tras acabar la faena en la plaza.
Para evitar situaciones incómodas, Belén prefirió no estar presente en su casa. "Yo me voy para que no sea todo tan incómodo porque aquí lo principal es mi hija y es por lo que hay que mirar. Mi casa está abierta para todo el mundo, para él y para todo su familia", adelantó la colaboradora en Sálvame. Quien sí que estuvo pendiente de todo lo que ocurría en el interior y exterior del domicilio fue Carmen Menéndez, madre de Belén y abuela de Andrea.
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