Primera entrevista de Severiano Ballesteros desde que fuera operado de un tumor cerebral: 'Es el golpe más importante de mi vida'

El golfista ha relatado al diario Marca cómo afrontó su enfermedad y cómo lleva a cabo su recuperación

Por hola.com

"Mulligan" en golf significa "una segunda oportunidad", y eso es lo que dice estar viviendo Severiano Ballesteros, recuperado tras superar un tumor cerebral que le obligó a pasar por cuatro operaciones de mucho riesgo en el hospital de La Paz en Madrid. Para contarlo el deportista recibió en su casa de Pedreña, en Santander, a la periodista Olga Viza, a la que concedió una entrevista para el diario Marca que ha sido publicada esta semana.

Todo comenzó con un desmayo en el aeropuerto de Barajas el pasado 6 de octubre. "Los de Iberia querían llevarme a la enfermería, no quise ir y me las arreglé para llegar, arrastrando la maleta, hasta donde estaba esperándome mi sobrino Iván. Le dije: si supieras lo que me ha pasado...", relata el golfista. Nadie suponía que, tras ese episodio, los médicos le diagnosticarían un tumor cerebral en el lado derecho de su cabeza. "En ese momento tuve un shock. Estás bien y de repente te dicen esto, ¿te lo puedes imaginar? Es tremendo", cuenta Ballesteros en la entrevista.

"Seve" narra su día a día desde que abandonó el hospital y cómo prepara su rehabilitación: "Después de desayunar, bajo al gimnasio, camino 20 minutos alrededor de la piscina, hago otros 20 de bicicleta estática y seis de remo. Luego camino descalzo 15 minutos más. Sigo con ejercicios específicos de movilidad y sensibilidad de la parte izquierda del cuerpo. Acabo con contrastes de frío y calor, sauna y piscina", explica.

Además del éxito, Severiano Ballesteros personifica la sencillez, una personalidad arrolladora que ha tenido mucho que ver en esta batalla que parece estar ganando. Así se desprende de sus palabras: "Este es el golpe más importante de mi vida. Estoy luchando para ganar mi sexto grande". Aunque no engaña al reconocer que "no consigo vivir la realidad. Lo veo todo distinto, difuso. Sé que es cuestión de tiempo".

Durante la entrevista, el golfista muestra también su lado más cercano, humano y frágil. Recuerda con emoción que el día de su tercera operación fue el mismo en que murió su madre. Temblores de voz, emoción y, al final, comprensión. "Las enfermedades no distinguen ni razas, ni ideologías, ni nacionalidades. Son el verdadero enemigo y nuestro máximo patrimonio es la salud", declara un Severiano al que aún le quedan secuelas del quirófano. La periodista le avisa que su imagen dará la vuelta al mundo el día de la publicación, "¿Te inquieta?", le pregunta Olga Viza, "En absoluto. No me importa nada. ¡Eso es lo de menos! Las heridas… son heridas de guerra", declara él.

Apoyo de compañeros e internacional
En otro momento de la entrevista hace referencia, también emocionado, a la cantidad de apoyo que ha recibido por parte de compañeros de profesión, amigos y, sobre todo, desconocidos que le han dejado numerosos mensajes en su página web. Cerca de 300.000 mensajes que muestran el cariño y apoyo a una de las figuras más importantes del deporte español. Cartas, mensajes, llamadas de teléfono… de Rafa Nadal, que llama periódicamente para interesarse por su estado, Chema Olazábal, Michael Robinson o Carlos Sainz. "Sólo somos dos entre miles y miles de seguidores americanos que estamos contigo", le escribieron los Clinton. Greg Norman firmaba: "Te conozco bien y si hay alguien capaz de salir de las dificultades ése eres tú". Tiger Woods, por su parte, dijo públicamente: "Para mí es seguramente el jugador con más imaginación que he visto". Y así un largo etcétera de firmas internacionales que no han querido dejar solo ni un minuto al gran campeón. Y es que "Seve" siempre ha hecho más ruido en el extranjero que en España, ya que la afición por el golf en nuestras fronteras es menor de la que reina en Estados Unidos o Inglaterra, donde es una institución de este deporte.

Tras estos terribles meses y ya en la bahía de Pedreña, Severiano reconoce que está empezando a "abrochar" un poco. Despacito y sin prisa, porque ya está en casa y porque, como él mismo dijo tras despertar de la primera intervención, "yo siempre gano".