Después de una carrera emocionante en Melbourne, y contra todo pronóstico, Fernando Alonso pasó el domingo de ser el 11º en la clasificación a tener por delante de él tan sólo a Hamilton, Heildfeld y Rosberg. Una muy honrosa cuarta plaza que, aunque no le permitió subirse al podio por primera vez en cuatro años, sí le supuso recuperar la ilusión tras un nada prometedor comienzo en el Gran Premio australiano de Formula Uno.
Y es que, ya antes de la carrera, Alonso estaba muy motivado y tranquilo en el Paddock de Albert Park. Allí pudimos verle junto a su esposa, Raquel del Rosario, que se ha convertido ya en una especie de amuleto de la buena suerte para el asturiano durante las competiciones. La vocalista del grupo de música El sueño de Morfeo aprovechó que sus compromisos profesionales se lo permitieron para viajar con su marido hasta el continente y así poder vivir junto a él la emoción de las carreras. Raquel es ya la seguidora más incondicional de Fernando, pues siempre que puede se desplaza hasta el lugar donde éste se encuentre compitiendo para brindarle el mejor de sus apoyos.
Tras el resultado obtenido, Alonso se mostró muy satisfecho, al igual que un orgulloso Flavio Briatore, jefe de la escudería Renault: "Fernando hizo una carrera fantástica, hoy hizo algo estupendo. Es un gran día para nosotros y para él. Tenemos que trabajar en el coche, daremos todo para tener un auto competitivo". Con la cuarta plaza lograda este fin de semana, el asturiano ve más cerca el objetivo que se marcó para esta temporada: quedar entre los cinco primeros y, si mejora la escudería, aspirar al podio e incluso "quizá luchar al final por la victoria".
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