Ronna Keitt, viuda del doctor Iglesias: 'No supo que esperábamos una niña'

Por hola.com

Hace doce meses, Jaime Iglesias Keitt celebraba su primer cumpleaños apagando, como hoy, la vela de una tarta, junto a la que aparecía otra con el número noventa, en referencia a los noventa años que estaba a punto de cumplir su padre, el doctor Iglesias Puga. Ha pasado un año y aunque casa, y motivo del reportaje son los mismos, las cosas han cambiado radicalmente para este niño y para su madre, Ronna Keitt, porque el doctor ya no está con ellos. Decimos que el doctor ya no está. Y, sin embargo, siguen siendo tres, como hace un año, los protagonistas de este bello momento, porque la ausencia de Julio Iglesias Puga está suplida por carne de su carne y sangre de su sangre: la hija que Ronna está esperando y que nacerá a finales del próximo mes de julio.

Cinco meses después de la repentina muerte de su marido, y coincidiendo con el segundo cumpleaños de su hijo, Ronna Keitt, mujer que siempre se ha distinguido por su discreción y por su determinación de no buscar protagonismo alguno, se ha decidido a hablar por primera vez (en realidad, no lo había hecho nunca: ni antes de casarse con el doctor, ni después de su boda, ni cuando nació su hijo...).

—¿Cómo estás...y cómo llevas tu embarazo?
Estoy muy bien, dentro de lo que cabe y de lo que ha sucedido. El embarazo lo llevo de la mejor forma posible, habida cuenta de las circunstancias en que transcurre. Hablo, evidentemente, de las circunstancias anímicas, porque físicamente me encuentro estupendamente.
—¿Cuándo nacerá tu hija?
Doy a luz a finales de julio, en torno al cumpleaños de mi marido.
—¿Cómo es tu vida hoy?
Ahora mismo estoy con mi hijo, Jaime, y con Janette, una persona que ya había estado conmigo y con Julio cuando nuestro hijo nació y que ha vuelto porque sabe que la necesito.
—¿Tu familia vive por aquí?
En Jacksonville vive mi hermana (soy la pequeña de dos hijas)con su marido, que es militar. Con ella está también mi madre, que se ha venido hace un tiempo.
—Por otra parte, aquí vas a estar arropada por los tuyos.¿Te sientes arropada también por la familia de tu marido?
Por supuesto. Mi relación con ellos sigue siendo la misma que en vida de mi marido. Es decir, muy buena.
—Poco antes de morir supo, supisteis, que ibais a tener otro hijo.
Sí. Lo que lamentablemente ya no pudo saber es que era, que es, una niña. Y él soñaba con tener una hija. Incluso cuando me quedé embarazada la primera vez le hacía mucha ilusión que fuera niña. Y, de haberlo sido, le quería poner Ronna; es decir, darle mi nombre, cosa con la que, por cierto, yo no estaba de acuerdo.