Llegar el turno a Isabel y comenzar a hablar un matrimonio japonés que hasta ese momento había guardado un ceremonioso silencio, fue todo uno. Como era en inglés, pudimos descubrir que lo que el marido le estaba contando a su esposa era que la señora que en ese momento estaba recibiendo el premio se trataba de la madre de Enrique Iglesias. Una gran sonrisa esbozó la mujer mientras, complacida, asentía una y otra vez con la cabeza. Había que pronunciar unas palabras e Isabel, en nombre de Porcelanosa, agradeció, con brevedad, seguridad y en perfecto inglés, la distinción que habían tenido con la mencionada empresa de cerámicas de Villarreal, una localidad, por cierto, de enhorabuena, ya que esa misma tarde su equipo de fútbol había firmado el pase a las semifinales de la Copa de Europa.
"Está diluviando"
Como uno de los programas puestos en marcha por Women Together se denomina «Moda para el desarrollo», en el que se vincula a pequeñas empresas textiles, especialmente de Hispanoamérica, tuvo lugar un desfile tras la entrega. Se mostraron diseños de empresarias de países en vías de desarrollo implicadas en el campo del microcrédito.
Isabel tenía reservado un asiento en la primera fila a pie de pasarela. Una cena con vinos de California puso punto y final a una tarde maratoniana en el epicentro del mundo unido. «It’s pouring» (está diluviando), comentó Isabel en voz baja al llegar a la puerta tras un laberíntico recorrido por el corazón de las Naciones Unidas. Y sin perder la sonrisa aceptó de buen grado el ofrecimiento de María, hija de Manuel Colonques, consejero delegado de Porcelanosa, para protegerse de la lluvia bajo el mismo paraguas, mientras se dirigían hacia el vehículo que las estaba aguardando para llevarlas de vuelta al hotel.
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