Athina está decidida a cambiar su vida en muchos aspectos en los últimos meses. El pasado septiembre comenzó el litigio para poder acceder a la Fundación Alexander Onassis, que gestiona la mitad del legado de su abuelo Aristóteles, en diciembre contraía matrimonio con el jinete brasileño Álvaro de Miranda y hace unas semanas se constataba que ha renunciado al apellido de su padre, Roussel y en sus documentos oficiales consta ahora como Athina Onassis de Miranda. El último cambio con el que nos ha sorprendido es con el de su imagen.
Athina, de veintiún años, está ahora notablemente más delgada que hace unos meses y los pantalones de amazona con los que participa en concursos hípicos certifican el visible cambio. Como cualquier mujer de su edad se preocupa por su imagen y, al igual que su madre, tiene cierta tendencia a acumular kilos en las caderas por eso su estilizada figura ha sido comentada. No hay más que ver las imágenes que acompañan estas líneas- y a las que sólo separan tres meses- para constatar la metamorfosis que ha sufrido su cuerpo.
Si bien siempre viste de modo casual con pantalones vaqueros, sudaderas y zapatillas de deportes, Athina se preocupa por los detalles, le gusta ir maquillada ligeramente y con las uñas pintadas de rosa. Es coqueta pero no una fanática de la moda ni de los diseñadores exclusivos prefiere el estilo que sigue cualquier otra joven de su edad y prendas muy cómodas. Presta mucha atención a su físico y en Brasil, donde pasa parte del año, se llegó a comentar que se había sometido a una liposucción poco después de su llegada a Brasil, recién cumplidos los dieciocho años.
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