Tras el recorrido por las tiendas, volvieron a la suite Coco Chanel de la que no salieron hasta la hora de cenar. David también había reservado mesa en uno de los mejores restaurantes de París y para una ocasión tan especial, Victoria se puso el anillo con diamante rosado que su marido le regaló el año pasado.
Por supuesto, los nueve grados centígrados que marcaban los termómetros de la ciudad del Sena ayer no fueron obstáculo para que Victoria se pusiera los modelos que había escogido (y eso que todo fue una sorpresa). Sandalias con tacón de vértigo, falda transparente de color carne y una ligera chaquetita de punto escotada y con mangas francesas de color negro para ir de compras. Para la noche, y con menos grados, fue todavía más osada. La artista lució una minifalda en color morado, sandalias de pedrería y un top palabra de honor con estampado felino. No llevaba medias y ni una simple chaqueta que le cubriera los hombros. Eso sí, quedó claro que ya ha recuperado completamente la figura que tenía antes de quedarse embarazada de su tercer hijo. Cruz Beckham nació el pasado mes de febrero y Victoria ha vuelto a estar tan delgada como antes. Ya lo decía su marido en una reciente entrevista: "Victoria está muy contenta porque pierde peso rápidamente y a ella esto le importa mucho".
Hace un año... David quería que este cumpleaños fuera especial para Victoria porque el año pasado el matrimonio atravesaba un momento muy difícil. En pleno escándalo Rebecca Loos, Victoria recibió como regalo de su marido el anillo con diamante rosado que llevaba ayer en París aunque, claro está, la carísima sortija no podía hacerle olvidar las continuas especulaciones sobre distintas infidelidades de su marido.
La cantante mostró siempre su apoyo a su esposo y cuanto más duros eran los rumores y lo publicado en la prensa inglesa, más sonriente y abrazada a su marido aparecía ella. Juntos superaron esta crisis y se muestran de nuevo como la pareja perfecta con la que ella siempre soñó.
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