Isabel Sartorius también habló de proyectos profesionales relacionados con el mundo editorial y de lo contenta que estaba con su nueva casa, ahora mucho más moderna que antes del incendio. No evitó Isabel contestar a una única pregunta sobre el príncipe de Asturias. También una única respuesta: "El príncipe está loco de amor".
No muy lejos de allí, Eugenia conversaba con Tomás Terry, otro de los españoles en Highgrove y que tantas cosas de Cádiz cuenta a Camilla cada vez que coinciden.
Carlos y Camilla más cerca que nunca Camilla ejercía de anfitriona porque también lo era. Aunque la mayor parte del tiempo estuvieron atendiendo a los invitados cada uno por su lado, a ella y al príncipe se les pudo ver mucho más juntos que en anteriores celebraciones de este tipo. Se nota que se ha subido un peldaño más en la escalera hacia la oficialidad de algo evidente. Carlos conversaba con Claudia Schiffer,camino del quinto mes de embarazo, y con su esposo, Matthew Vaugh, a su lado (llegaron y se fueron en helicóptero).
No habló mucho la bella modelo alemana, pero sí aclaró que aún no saben el sexo del bebé que esperan y que no les importa si es niño o niña. Eugenia sonreía a un lado, lejos del epicentro de la reunión. No quería protagonismo, salvo el del histórico peso de la Casa a la que pertenece. Seguro que se acordaba del calor de su finca «La Pizana ». No habló de posibles reconciliaciones con Francisco, pero sí quiso desmentir, con mucha educación y en voz muy baja, casi al oído de los periodistas, que no estaba embarazada, como han llegado a decir en los últimos días.
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