Unsolitario paraje, rodeado de exuberante vegetación, a la orilla del mar Caribe, ha sido el lugar elegido por María Chávarri y su marido, Javier Fitz-James Stuart, para pasar la luna de miel tras su boda religiosa, celebrada el pasado 18 de octubre, tal y como informábamos en exclusiva en nuestro último número. El joven matrimonio todavía permaneció tres días en España antes de partir, tiempo que María aprovechó para realizar algunas compras seguro que destinadas al viaje que iban a emprender.
María, hija de embajador, está muy acostumbrada a conocer otros países y otras culturas, mientras que su esposo es un gran amante de la Naturaleza. Por este motivo decidieron realizar un viaje a un destino alejado de los circuitos turísticos, buscando sobre todo tranquilidad y anonimato. Se alojaron en un exclusivo hotel integrado en el entorno que les rodeaba, desde el que realizaban diversas excursiones, tal y como se puede ver en este reportaje. No faltaron tampoco las horas de playa, sobre todo al atardecer, en lugares remotos, para nada rodeados de lujo, pues, como decíamos, era deseo de María y Javier que su luna de miel —acepción cuyo origen hay que buscarlo en los países teutones— se desarrollase en un entorno lo más natural posible.
