Después de dos años de noviazgo, y con la discreción que siempre le ha caracterizado, Javier García Obregón contraía matrimonio civil con su novia, María. La ceremonia tenía lugar el pasado 1 de marzo, a la una de la tarde, en el Ayuntamiento de la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix, donde la feliz pareja pronunció «sí, quiero » ante un reducido grupo de familiares y amigos, entre los que se encontraban toda la familia Obregón.
El novio, hermano de Ana Obregón, que escogió para la ocasión un traje oscuro que complementaba con una camisa blanca y una corbata roja, estuvo muy tranquilo en todo momento. Sonriente y muy guapa llegó la novia, que lució un sencillo vestido color crema y un pequeño ramo de rosas rojas.
Apenas media hora duraría la ceremonia, y a su salida, los recién casados recibieron el tradicional baño de arroz por parte de sus invitados. Especialmente feliz se pudo ver a los padres del novio, Antonio García y Ana Obregón, que iba con un vestido verde. Entre los asistentes hubo, sin duda, uno muy especial: el pequeño Javier, feliz de poder compartir con su padre un día tan especial para él.
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