A su llegada, le esperaba su madre, Concepción Sáenz de Tejada, su hermano mayor, Amalio y el cónsul general de España en Miami, Javier Vallaure, además de numerosos amigos, quienes le recibieron con aplausos y abrazos. Álvaro, que llegó al puerto de Miami con dos banderas, una de Navarra y otra de España, se mostró muy emocionado por su récord: "Me siento muy feliz y he tenido mucha suerte. He pasado por momentos muy duros e incluso he llegado a tener miedo, pero siempre he mantenido la fuerza y las ganas de llegar al final y cumplir mi sueño".
Según el propio Álvaro de Marichalar, de momento no tiene en mente volver a emprender una nueva aventura. Asimismo, recalcó, durante la rueda de prensa que ofreció en el puerto, los cuatro motivos que le llevaron a emprender este viaje el pasado mes de febrero: cumplir su sueño, lograr un récord de navegación para España, promover el deporte frente al alcohol y drogas, y en último término, realizar una aventura que sirva como campaña de unión entre los países.
Con el apoyo familiar
Durante los 117 días que ha durado la aventura, Álvaro de Marichalar ha viajado en una embarcación de dos metros y medio de eslora, Numancia, sin más compañía que la de un barco de apoyo y una balsa para dormir. Sin embargo, a muchos kilómetros de distancia, Álvaro siempre ha contado con el apoyo de su madre, quien además es la madrina de la expedición "Atlantik 2002", y hermanos, especialmente de Jaime de Marichalar y de la infanta Elena, quienes no dudaron en desplazarse hasta Roma para despedir al menor de los Marichalar y desearle suerte en la travesía el pasado mes de febrero.