Primera fase: generación de contexto
Tal y como nos cuenta Pilar Guerra, el psicólogo encamina las preguntas hacia aspectos generales del paciente para crear una relación de igual a igual, de persona a persona. “Hay terapeutas que creemos firmemente que la mejor manera es la de hacer sentir al paciente que lo única que nos diferencia es haber estudiado cosas distintas y nos dedicamos a profesiones distintas. Una persona ante su primera sesión de psicoterapia ha de ver en el psicólogo a un ser humano cercano y muy creíble”, nos detalla. Y apunta que preguntas como ¿has encontrado fácilmente la consulta?, ¿en qué medio de transporte has venido?, ¿has aparcado bien?, ¿quieres beber algo?, ¿estás cómodo en esa silla? son cuestiones básicas para crear un clima de cercanía. “Yo soy de la opinión que una primera sesión de un paciente es como un invitado, no creo que se deban hacer preguntas sobre datos personales (apellidos, dirección, teléfono…), ni antecedentes personales. Son cosas básicas, pero no para una primera sesión. El paciente acude a contar sus emociones y someterle a un cuestionario puede aportarle más ansiedad. En mi caso, ese cuestionario lo doy en mano para que el paciente lo rellene en casa durante la semana”, añade.
Así, en su opinión, en la generación del contexto son primordiales preguntas como ¿sabes que estamos en un contexto de absoluta confidencialidad?, ¿tienes alguna pregunta antes de comenzar la sesión?, ¿cómo te sientes ahora?, ¿has estado previamente con otro psicólogo o algún trabajo de desarrollo personal?, ¿qué idea tienes de qué es un tratamiento psicológico? ¿qué expectativas tienes en la terapia? “En definitiva, se trata de una fase para 'tomar tierra' antes de entrar en materia”, matiza.