No, tener celulitis no equivale a tener sobrepeso. Y sí, las mujeres delgadas pueden tener piel de naranja, un problema estético que preocupa especialmente en estos meses de verano. “La celulitis o paniculopatía edematofibroesclerótica es una entidad que afecta a aproximadamente el 98% de las mujeres, estando la mayoría de ellas, en normopeso o delgadas. Ser mujer, independientemente del peso, es un factor de riesgo en sí mismo para padecer celulitis, en parte por el papel de los estrógenos en su fisiopatología. Y hay que tener en cuenta que no es lo mismo celulitis que grasa localizada, y que muchas veces estos dos trastornos se confunden llevando a las pacientes a seguir tratamientos de dudosa eficacia para conseguir sus objetivos”, nos comenta la doctora Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira + Cueto de Madrid.
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Sin relación con el sobrepeso
Le preguntamos, por profundizar, a la doctora si no estamos ante un problema relacionado necesariamente con el sobrepeso. Y nos explica que para entender qué es lo que ocurre detrás de la manifestación estética de la comúnmente conocida como “piel de naranja”, hay que partir de la base de que estamos hablando de una entidad en el que hay múltiples factores implicados en su aparición. Y es que la doctora nos explica que en la manifestación de la celulitis influyen:
-Factores constitucionales como la predisposición genética o los cambios hormonales (sobre todo en relación a los estrógenos).
-Las alteraciones en la microcirculación.
-Las alteraciones del tejido que está sosteniendo a las células grasas.
-Los hábitos de vida (sedentarismo, tabaco, enfermedades…).
-La alimentación.
-E, incluso, la psicología.
"Es importante entender que no se trata de un acúmulo de grasa por exceso de peso sino que la celulitis es una desestructuración del tejido que está bajo la piel (llamado tejido celular subcutáneo)”, nos detalla.
Por qué aparece aunque no haya exceso de peso
¿Cuáles son, entonces, las causas de que se encuentren con esta situación pese a no tener un exceso de peso? “Aunque no haya un sobrepeso en la celulitis, como hemos comentado, se produce una desestructuración del tejido que está bajo la piel como consecuencia de factores circulatorios y cicatriciales. La mala circulación impide la eliminación de líquido y de las sustancias tóxicas que las células generan diariamente. Su acúmulo dentro y alrededor de las células las irrita e induce una reacción de defensa similar al proceso de cicatrización. Se producen tractos fibrosos entre las células, que tiran de las capas superficiales de la piel hacia dentro, al mismo tiempo que el acúmulo de líquido empuja el tejido hacia fuera. El resultado de este tira y afloja son esos hoyuelos tan característicos de la piel de naranja”, comenta la doctora Mira.
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Plan de acción
Conocemos el origen del problema y asumimos que la mayoría de las mujeres tiene celulitis. Pero intentamos, claro está, buscar posibles soluciones para intentar mitigar el problema. “Lo primero será una buena evaluación en consulta que nos permita saber la tipología de celulitis de la que partimos (edematosa, compacta o blanda) y si asocia un componente de flacidez o lipodistrofia, ya que no todos los casos de celulitis se tratan igual. Además, hay que determinar el grado de celulitis, que se clasifica según aparezcan las alteraciones al pellizcar, estando de pie en reposo o tumbada”, nos comenta la experta, que añade que habrá que diseñar un protocolo de tratamiento integral, buscando la sinergia combinando técnicas en consulta, pautas de alimentación, un plan de ejercicio físico y una adecuación de los hábitos de vida que nos permitan abordar cada uno de los factores que producen la celulitis.
“Es muy importante que las pacientes entiendan que en cuanto al abordaje de la celulitis no hay tratamientos 'milagro' y que el éxito en el control de este trastorno crónico está en la combinación de tratamientos y la constancia para mantener a raya los factores agravantes", nos cuenta. Y resume algunos de los tratamientos que se usan en clínica para el control de la celulitis, matizando que se pueden combinar sesiones con distintas técnicas.
"Tenemos tratamientos inyectados como la mesoterapia o la carboxiterapia, que sirven para drenar o abordar la flacidez, y mejorar la oxigenación y la circulación de la zona respectivamente. Las terapias manuales como el drenaje linfático para disminuir el edema o el masaje con técnica Cyriax que ayuda a reducir los nódulos celulíticos. También es importante incorporar terapias físicas como la radiofrecuencia que permite mejorar el tejido subcutáneo, la endermología o la electroterapia que tonifica la musculatura”, nos explica.
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¿Puede el ejercicio convertirse en un buen aliado en su caso?
Como era de esperar, la doctora nos cuenta que para obtener resultados óptimos será imprescindible acompañar los tratamientos de un buen plan de entrenamiento físico. “Sin embargo, no vale cualquier ejercicio, es más, algunos ejercicios pueden empeorar la celulitis. Como hemos comentado anteriormente, muchas de las pacientes están en normopeso, por lo que el ejercicio no está dirigido a conseguir quemar grasa a través de actividad puramente aeróbica, sino que está más dirigida a ejercicios de musculación. Los ejercicios que están contraindicados en el caso de la celulitis serán las actividades de impacto, ya que éstas aumentan la actividad del miofibroblasto que provocará más retracción en los septos fibrosos formados por fibras de colágeno y, por lo tanto, más protrusión de los lobulillos grasos empeorando el aspecto estético de la celulitis”, apunta.
Y, sin duda, lo que sí será muy adecuado es fortalecer el músculo que se encuentra inhibido por debajo de las zonas celulíticas (principalmente glúteos, cartucheras y cuádriceps), y esto podemos conseguirlo a través de circuitos de ejercicios de musculación de unos 20 minutos, con ejercicios como elevación de cadera, trabajando con bandas elásticas la apertura de las piernas o con sentadillas. “Tras estos ejercicios de fuerza localizados se debe realizar un breve ejercicio aeróbico, pero sin impacto, como puede ser caminar rápido, nadar, hacer bicicleta o elíptica unos 15-20 minutos para favorecer la oxidación de los ácidos grasos y la circulación de las piernas”, añade.
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¿Y la dieta, cómo puede ayudar?
La dieta, sin duda, es otro de los pilares fundamentales a tener en cuenta en el abordaje integral de la celulitis, también en el caso de las mujeres delgadas. Lo principal será beber una adecuada cantidad de agua, evitar el alcohol, el tabaco, el café, los alimentos procesados y huir del exceso de sal. “Buscamos mejorar la circulación, permitir un mejor drenaje de las piernas y evitar el acúmulo de toxinas”, nos explica la doctora Mar Mira. ¿Qué alimentos son aliados y cuáles enemigos de la celulitis?
1. Alimentos aliados
Aquellos que aportan agua, proteínas, con efecto drenante y ricos en fibra.
-Fresas: Por su contenido en agua y potasio son diuréticas, por su fibra son laxantes y por su alto contenido en vitamina C y hierro tienen un efecto antioxidante.
-Kiwi: Tiene mucha vitamina C, por lo que es un buen antioxidante, también tiene propiedades laxantes y diuréticas.
-Piña y papaya: Por su contenido en enzimas, que facilitan la digestión de las proteínas, mejoran los procesos digestivos. También tienen propiedades antiinflamatorias y diuréticas que favorecen la eliminación de líquidos y toxinas.
-Espárragos: Estimulan el riñón facilitando la eliminación de líquidos y toxinas.
-Alcachofa: Función desintoxicante hepática y renal. También facilita la eliminación de líquidos y la digestión de grasas.
-Cebolla, tomate y puerro: Son perfectos en caso de celulitis, pues mejoran la circulación sanguínea y facilitan la eliminación de sustancias de desechos.
-Proteínas: huevos, pescados, moluscos, mariscos, carne de ave o magra, que nos permiten generar masa muscular.
-Copos de avena: Mejoran la circulación sanguínea y combaten el estreñimiento.
2. Alimentos enemigos
Alimentos hipercalóricos o muy salados.
-Sal: el exceso de sal aumenta el edema de las piernas y por tanto el aspecto de éstas y el drenaje. Además, sube la tensión arterial. Es mejor condimentar con hierbas aromáticas y limón.
-Fritos y procesados: los alimentos ultraprocesados suelen contener conservantes y excipientes ricos en sal. Suelen ser ricos en hidratos de carbono y calorías por lo que se asocian con el sobrepeso, un gran enemigo para el abordaje de la celulitis.
Ejemplo práctico de menú anticelulitis
DESAYUNO:
- Elige una opción:
- Leche de vaca desnatada o soja con o sin café/descafeinado con edulcorante.
- Yogur desnatado natural o sabores “0% materia grasa”.
- Elige una opción:
- Tostada integral con pavo/jamón york/jamón serrano magro/ queso fresco.
- Dos cucharadas de copos de avena mezcladas con yogur desnatado.
MEDIA MAÑANA
Té verde o té rojo o infusión específica con edulcorante + pieza de fruta a elegir entre piña natural o papaya (mínimo 3 de los 7 días), pomelo, kiwi, fresas, sandía, mandarina, naranja, melón o frutos rojos.
ALMUERZO
Haga la dieta lo más variada posible:
- Lunes, miércoles, viernes, sábado y domingo: Vegetales (ensalada verde, alcachofas, calabacín, tomates, espinacas, etc) + Proteína. No puede acompañar la comida con pan.
- Martes y jueves: Vegetales + Hidratos de carbono (legumbres, pasta o arroz integral, quinoa). No puede acompañar la comida con pan.
De postre, tienes que elegir entre:
- Leche desnatada de vaca con/sin café descafeinado pero sin azúcar.
- Yogur desnatado tipo 0% materia grasa.
MEDIA TARDE
Té verde o té rojo o infusión específica para dietas sin azúcar + Pieza de fruta a elegir entre piña natural o papaya (mínimo 3 de los 7 días), pomelo, kiwi, fresas, frutos rojos, melón, sandía, mandarina o naranja.
CENA
Vegetales + Proteína + Lácteo. Evitar los hidratos de carbono.
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