¿Y en la pareja?
No siempre se encuentra a nuestra media naranja de forma sencilla. No son pocas las veces en las que no elegimos bien a nuestro compañero de vida. Por ello, la doctora Marisa Navarro comenta que tenemos que ser observadores y estar atentos, en la medida de lo posible, a la presencia de signos o señales que nos pueden dar alguna pista de que esa persona no encaja con nuestra forma de pensar, de sentir o de actuar. “Observar que incumple su palabra contigo, o no te respeta, o humilla en algún sentido, no te reconoce o valora, o habla mal de otras personas, te trata mal a ti o a algún miembro de su familia, deben ser señales que enciendan tu alarma interior. Pero puede haber otros signos que no te parezcan tan importantes y si lo son, como observar que es una persona fría, que no expresa sus sentimientos, poco cariñoso y atento, nada generoso o muy controlador”, indica. Llegados a ese punto, conviene echar el freno antes de implicarnos más emocionalmente. “Puedes tener relaciones de intimidad gratificantes con personas muy diferentes a ti, culturalmente distintas, socialmente, económicamente, con estilos de vida bien dispares. Pero prácticamente siempre sufrirás en una relación íntima con personas de otra tribu emocional. Básicamente sus valores son otros, y no coincidir en valores, agrieta desde el principio una relación afectiva, por mucho respeto y aceptación que uno le quiera poner”, afirma.