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En muchas ocasiones, al salir de la cama, después de horas y horas de inactividad, nos sentimos físicamente agotados. Nos cuesta levantarnos, ponernos en movimiento y afrontar el día con energía. Aunque pueda parecer extraño, este puede ser uno de los mejores momentos para tomarse un vaso de agua y realizar una sesión rápida de yoga suave con la que activar el sistema nervioso. La falta de tiempo y las prisas no son excusa; con tan solo diez minutos de yoga matutino, obtendrás un sinfín de beneficios. Reducirás los niveles de estrés y ansiedad, tendrás la mente más despejada y abierta, recargarás energía y notarás una consciencia mayor con el momento presente. ¡Dedícate unos minutos exclusivamente para ti! 

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Postura fácil o 'Sukhasana'

Nos sentamos estirando las piernas completamente con la columna recta. A continuación, doblamos las piernas y colocamos cada pie debajo del gemelo de la pierna opuesta. Acercamos todo lo posible los pies a la rodilla opuesta y ponemos las manos sobre las rodillas, presionando hacia abajo, y cerramos los ojos para meditar.

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Estiramiento lateral de cuello

Desde la postura fácil de yoga, colocamos la mano derecha en la parte superior de la cabeza y tiramos suavemente hacia la derecha. Debemos asegurarnos de tener la espalda recta y los hombros relajados durante todo el recorrido. Mantenemos la posición durante unos segundos, llevamos lentamente la cabeza hacia la posición de inicio y repetimos hacia el otro lado.

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Postura de media torsión o 'Ardha Matsyendrasana'

Nos sentamos con las piernas estiradas. Doblamos las piernas y pasamos la izquierda por debajo de la derecha. Apoyamos el exterior del pie izquierdo a la derecha del muslo contrario y situamos el pie derecho a la izquierda de la rodilla de la pierna contraria. Estiramos la espalda, inspiramos y giramos a la derecha, tratando de tocar la parte de fuera de la pierna derecha con el brazo izquierdo. A continuación, levantamos el brazo derecho, lo doblamos para llevarlo por detrás de la espalda y giramos la cabeza. Permanecemos en esta posición durante unas 5 respiraciones.

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Postura del perro boca arriba o 'Urdhva Mukha Svanasana'

Nos tumbamos boca abajo con los brazos semi flexionados a los lados y los codos pegados al cuerpo. Apoyamos las palmas de las manos con los dedos bien separados en la cama y colocamos las piernas con una separación del ancho de los hombros, estiradas hacia atrás y con los empeines apoyados. A continuación, inspiramos y hacemos una flexión lumbar empujando con las manos y los pies hacia arriba para elevar cadera y piernas a la vez que miramos hacia arriba. Aguantamos unos segundos la postura y exhalamos volviendo a la posición inicial lentamente.

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Postura de la pinza sentada o 'Paschimottanasana'

Nos sentamos en la cama con las piernas estiradas e inspiramos mientras levantamos los brazos hacia el techo. Con el torso estirado, nos inclinamos hacia delante soltando el aire y llevamos la cabeza a las rodillas. Tenemos que mantener las piernas estiradas y los pies juntos y los hombros y la zona alta de la espalda relajados.

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Postura del niño o 'Balasana'

Nos arrodillamos con los pies apoyados en la cama y las rodillas separadas a lo ancho de las caderas. Exhalamos y bajamos lentamente los glúteos hacia los talones. Doblamos el torso sobre los muslos e intentamos que la frente descanse sobre la superficie. Por último, extendemos los brazos hacia delante con las palmas de las manos hacia abajo y mantenemos la postura unos segundos.

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Postura de media barca o 'Navasana'

Nos sentamos en la cama con la espalda recta y las piernas estiradas hacia el frente. Doblamos las rodillas y apoyamos las plantas de los pies, a la vez que colocamos las manos sobre la superficie por detrás de los glúteos. Nos echamos ligeramente hacia atrás al mismo tiempo que elevamos las piernas, asegurándonos de que la tibia y el peroné están en paralelo al colchón. Por último, levantamos las manos, tratando de que formen una línea con las piernas y aguantamos unos segundos.

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