'Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo'. Un dicho popular que esconde tras de sí una importante lección: después de la hora de la comida, hay que tener especial cuidado con nuestra alimentación. Así, los expertos coinciden en que, en general, hay determinados alimentos cuya ingesta conviene limitar a partir de la merienda y, sobre todo, en la cena. La última comida del día debe ser ligera, para evitar digestiones pesadas y, además, para evitar coger kilos de más.
"En la merienda, es fundamental eliminar siempre bollería industrial, alimentos procesados y snacks", nos cuenta Magda Pérez, coach nutricional de los centros Carmen Navarro, quien en las cenas recomienda desterrar los procesados, por su contenido en grasas saturadas y calorías vacías.
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