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La comida 'raw food' o comida cruda se ha convertido una opción para muchas personas cada vez más preocupadas por la dieta y la alimentación. Sin embargo, según la nutricionista y colaboradora de ¡Hola!, Marta Lorenzo, hay que andarse con cuidado, ya que, en algunos casos, se trata de una decisión que responde a modas y tencencias o a una obsesión con la pérdida de nutrientes del alimento a la hora de cocinarlo.

“Hay que ser conscientes de que este nuevo hábito puede tener consecuencias importantes como alergias, malestar o problemas digestivos (dolor abdominal, nauseas o vómitos) y puede resultar muy peligroso en colectivos como embarazadas, ancianos, niños o personas inmunodeprimidas”, dice la experta. La razón de que la moda 'raw food' puede suponer un riesgo es que, al no someter al alimento a calor o a un tratamiento térmico, no se eliminan ciertos microorganismos que pueden resultar muy peligrosos para la salud, provocando intoxicaciones importantes. Por ello, hay algunos alimentos con los que debemos tener especial cuidado a la hora de tomarlos crudos o poco cocinados.

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Huevo

Debemos tener precaución a la hora de comerlos y más en verano, ya que es muy fácil intoxicarse por su consumo, concretamente por una bacteria llamada Salmonella. Por eso, es importante no dejar las tortillas poco hechas fuera del frigorífico o extremar la higiene a la hora de manipular los huevos. En el caso de los deportistas, sobre todo culturistas, que tienen la costumbre de tomar huevos crudos para mejorar la asimilación de las proteínas y obtener mayor masa muscular, ¡mucho cuidado!

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Marisco

Seguramente uno de los alimentos que más intoxicaciones produce, siendo las ostras las más comunes. El tratamiento posterior a su cosecha elimina algunos patógenos naturales, pero no todos los que causan enfermedades. Sus manifestaciones son dolor abdominal, vómitos, mareo, náuseas y malestar general.

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Pescado

Es uno de alimentos que más se controla en el mundo de la hostelería, junto con el marisco, por su capacidad de producir alergias. De hecho, en los restaurantes es obligatorio que todo pescado haya pasado un proceso de congelación, debido al gran número de personas alérgicas al parásito llamado anisakis. Este se encuentra, principalmente, en pescados que se sirven crudos como el sushi.

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Berenjena y patata

Tanto la berenjena, como la patata, contienen una sustancia llamada solanina, la cual se considera altamente tóxica para el organismo, incluso llegar a producir envenenamiento si se consume cruda y en altas cantidades. Sin embargo, al cocinar estos alimentos la solanina desaparece.

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Leche

Un debate de actualidad en el que gran parte de los consumidores están a favor de consumirla cruda, olvidándose de que la leche, es un alimento rico en bacterias muy peligrosas como la listeria, campylobacter o salmonella. Y, que para destruirlas, necesitamos someter a la leche a un tratamiento térmico como la pasteurización. De hecho, nunca se ha consumido cruda, ya que antiguamente después del ordeño siempre se ha cocido hasta tres veces para eliminar las bacterias.

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Pollo

El pollo no se suele consumir crudo, y es muy importante que se cocine adecuadamente, ya que es un alimento que también puede trasmitir una alta cantidad de microorganismos, principalmente campylobacter y salmonella. Y es que, sobre todo, durante los procesos de manipulación, es muy fácil su contaminación.

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Anacardos

Los anacardos que vemos en la imagen, y que compramos en el mercado, no son anacardos crudos, sino su semilla. Muchas veces los llamamos crudos o tostados, para diferenciarlos de los fritos. Pero, lo que realmente no es comestible es la cascara que recubre la semilla, ya que contienen un aceite llamado urushiol que produce graves reacciones alérgicas (por ejemplo, dermatitis).

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