Todas las emociones duran, biológicamente, tan solo 90 segundos en nuestro cuerpo. ¿Lo sabías? La rabia, la tristeza, el miedo, la decepción, el amor, la alegría, la indignación, la frustración, la pena, la ansiedad... Todas. Comprender esto te va a permitir tener una mejor regulación emocional. Descubre qué ventajas tiene que todo se te pase en minuto y medio.
De dónde vienen las emociones y por qué duran 90 segundos
Fue la neuroanatomista estadounidense Jill Bolte Taylor la que se hizo eco de esta realidad. La coach de bienestar experta en mindfulness Laura Golzio se ha hecho eco recientemente de sus investigaciones. Resulta que todas las emociones nacen de nuestros pensamientos. Los pensamientos, por su parte, pueden ser reales o imaginarios. Y el 98% (¡casi nada!) de nuestros pensamientos están almacenados en el subconsciente.
Cuando tenemos un pensamiento, ese segrega una sustancia química a la que nos referimos como "emoción" (y es la liberación de neurotransmisores y hormonas como la adrenalina, el cortisol, la dopamina, la serotonina, etc.). Ese proceso, biológicamente dura 90 segundos. Después, la emoción se reabsorbe y se metaboliza en la sangre. Se marcha. Y con ella todos sus efectos.
Pero, entonces, ¿por qué tienes a veces la sensación de llevar meses sintiendo lo que sientes? La explicación es sencilla y tiene que ver con la relación que existe entre pensamientos y emociones y comprender.
¿Por qué llevas meses triste o frustrada?
Jil Bolte también es autora de Mi stroke de insight, un libro autobiográfico en el que relata su experiencia personal al sufrir un derrame cerebral a los 37 años y cómo eso le permitió observar, desde dentro, el funcionamiento de su cerebro. Según explica, aunque las emociones duren biológicamente 90 segundos, si reforzamos el pensamiento del que nace cada una, inmediatamente segregamos de nuevo esa "emoción".
"Aunque el acontecimiento ya pasó, aunque ya sea pasado, sin embargo, con el pensamiento voy a volver a renovar la emoción 90 segundos más, 90 segundos más, 90 segundos más, 90 segundos más...", explica Golzio basándose en los estudios de la americana. "Y así se transforma en horas, días, meses, e incluso años. La emoción se renueva por sí misma mediante el pensamiento", explica.
La gran ventaja
Comprender todo lo anterior ofrece una impresionante ventaja. Cada vez que tengas pensamientos desde el ego, desde la queja, la crítica, la culpa, el miedo, el ataque, la separación, la escasez, etcétera, recuerda que todas las emociones duran tan sólo 90 segundos en nuestro cuerpo.
Aprender a gestionar correctamente tus emociones puede ser una ardua tarea y quizá de solo pensar en tener que empezar a hacerlo te puede la pereza y la frustración. Quizá piensas que, irremediablemente, vas a necesitar ayuda externa y puede ser. La terapia es una ayuda que no tiene que subestimarse. De hecho cada vez son más las parejas que se ponen en manos de los profesionales incluso cuando todo les va bien.
Pero seguro que interiorizar que al cuerpo en 90 segundos se le ha podido olvidar un enfado, te ayuda a superarlo. Comprender que si sigues en él estancado es solo cosa de tus pensamientos, te hace inmediatamente responsable de la situación. Tú decides si te estancas en la rumiación o si, por el contrario, pasas página y cambias el chip para sentirte mejor.









