¿Por qué nos cuesta soltar el móvil justo antes de dormir? Ese gesto aparentemente inofensivo —en el que aprovechamos para revisar redes, mensajes o correos antes de apagar la luz— se ha convertido en un ritual nocturno para millones de personas. Pero desde la psicología, mirar el móvil antes de dormir se interpreta como mucho más que una costumbre: puede reflejar un mecanismo de evasión, una forma de calmar la ansiedad y evitar el silencio interior. No podemos perder de vista que los expertos alertan de que puede tener impacto en nuestro descanso y bienestar emocional.
El hábito de revisar el móvil justo antes de apagar la luz se ha convertido en el ritual nocturno de millones de personas. “Mirar el móvil antes de dormir se ha convertido en un hábito muy extendido, pero desde la psicología sabemos que no es tan inocente como parece”, nos comenta Ángel Luis Guillén, psicólogo y director de la Clínica Psicopartner.
Un gesto con consecuencias
En opinión del psicólogo, revisar redes, mensajes o correos justo antes de acostarnos activa nuestro cerebro y retrasa el proceso natural de desconexión. “Además, la luz azul de la pantalla interfiere con la melatonina, la hormona del sueño, lo que puede dificultar conciliarlo o hacer que descansemos peor”, nos explica.
Desde la psicología, este gesto se puede interpretar a menudo como una forma de evitar el silencio y la introspección
Evitar el silencio y aliviar la ansiedad
“Desde la psicología, este gesto se puede interpretar a menudo como una forma de evitar el silencio y la introspección. Cuando el día termina y las distracciones se apagan, pueden aparecer pensamientos o preocupaciones que nos generan ansiedad”, nos cuenta Beatriz Romero, fundadora y directora de Consulta Despertares.
Para Ángel Luis Guillén, en muchos casos, “este gesto refleja la necesidad de mantenerse conectada o de aliviar la ansiedad acumulada durante el día”. En su opinión, aprender a crear una rutina sin pantallas antes de dormir puede ser un gesto sencillo, pero muy poderoso, para cuidar nuestra salud mental y mejorar el descanso.
Un mecanismo de evasión
Tal y como explica la psicóloga, el móvil actúa entonces como un mecanismo de evasión, una última dosis de estímulos y gratificación instantánea (a través de notificaciones y redes sociales) que nos ayuda a "desconectar" de nuestras propias inquietudes.
Refleja la necesidad de mantenerse conectada o de aliviar la ansiedad acumulada durante el día
¿Un síntoma de FOMO?
Detrás de esta conducta, en opinión de Beatriz Romero, también podría interpretarse como síntoma del "miedo a perderse algo" (FOMO, acrónimo de Fear of Missing Out, en inglés), un fenómeno psicológico que se ha intensificado con el uso de redes sociales y la hiperconectividad digital. “Se trata de una necesidad de sentirnos conectados hasta el último momento para calmar la ansiedad de quedarnos fuera del mundo digital”, apunta.
Desconectar para reconectar
Por todo ello, debemos tratar de crear una rutina sin pantallas antes de dormir, no solo por el hecho de que mejora la calidad de nuestro sueño: es una oportunidad para reconectar con uno mismo, cultivar el silencio y aliviar la ansiedad acumulada. Y es que en un mundo hiperconectado, aprender a apagar el móvil cuando nos metemos bajo las sábanas puede ser el primer paso para encender nuestro bienestar.