Aunque poco conocido, el hiperparatiroidismo es un trastorno endocrino que puede tener un impacto profundo en la salud ósea, renal y neurológica. Con la ayuda de la doctora Andrea Azcárate Villalón, Jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, hemos querido profundizar en sus causas, síntomas, tipos, diagnóstico y tratamientos, así como su relación con otras enfermedades endocrinas y el papel clave de la dieta en su manejo.
¿Cuál es el problema de salud que se conoce como hiperparatiroidismo y qué consecuencias tiene para la salud?
El hiperparatiroidismo es un trastorno en el que las glándulas paratiroideas producen una cantidad excesiva de hormona paratiroidea (PTH). Esta hormona regula los niveles de calcio y fósforo en la sangre, y su sobreproducción puede causar un aumento anormal de calcio (hipercalcemia).
Las consecuencias para la salud incluyen pérdida de masa ósea (osteoporosis), formación de cálculos renales, debilidad muscular, fatiga y alteraciones neurológicas. A largo plazo, puede afectar a la función renal y cardiovascular, así como incrementar el riesgo de fracturas óseas por esa pérdida de masa ósea.
¿Cuáles son las diferencias entre el hiperparatiroidismo primario, secundario y terciario?
El hiperparatiroidismo primario ocurre por un problema intrínseco en las glándulas paratiroides, como un adenoma o hiperplasia, que provoca la secreción autónoma de PTH y eleva el calcio sérico. Es la forma más común en adultos y suele requerir tratamiento quirúrgico.
El secundario se produce como respuesta a una hipocalcemia prolongada, comúnmente en pacientes con enfermedad renal crónica o déficit de vitamina D. El terciario aparece cuando, tras un hiperparatiroidismo secundario prolongado, las glándulas paratiroides se vuelven autónomas e hiperactivas, incluso cuando los niveles de calcio se normalizan.
El hiperparatiroidismo es un trastorno en el que las glándulas paratiroideas producen una cantidad excesiva de hormona paratiroidea, encargada de regular los niveles de calcio y fósforo en la sangre
¿Qué síntomas suelen presentar los pacientes con hiperparatiroidismo?
La mayoría de los pacientes están asintomáticos, especialmente en etapas iniciales o en aquellos casos detectados por análisis de rutina. Sin embargo, cuando el hiperparatiroidismo está avanzado, puede haber síntomas, como debilidad, fatiga, dolor óseo, pérdida de apetito, náuseas y trastornos del ánimo en forma de depresión o irritabilidad.
También pueden presentarse signos relacionados con la hipercalcemia, como poliuria, cálculos renales, estreñimiento y alteraciones cognitivas. En casos más avanzados, pueden surgir fracturas patológicas y problemas cardiovasculares derivados del desequilibrio mineral.
¿Qué factores de riesgo están asociados con el desarrollo de hiperparatiroidismo?
Entre los factores de riesgo del hiperparatiroidismo primario destacan el sexo femenino (especialmente postmenopáusico), antecedentes familiares de la enfermedad, y ciertos síndromes genéticos como MEN1 o MEN2A. La edad también es un factor, siendo más frecuente a partir de los 50 años.
En el caso del hiperparatiroidismo secundario, los factores de riesgo principales incluyen la insuficiencia renal crónica, deficiencia prolongada de vitamina D, y dietas bajas en calcio. El terciario se asocia principalmente con la evolución prolongada del secundario sin tratamiento efectivo.
¿Cómo se diagnostica el hiperparatiroidismo, qué pruebas son necesarias?
El diagnóstico se basa en la combinación de hallazgos bioquímicos, especialmente la elevación simultánea de los niveles de PTH y calcio sérico. También se evalúa el fósforo y la función renal para diferenciar los tipos de hiperparatiroidismo.
Una vez confirmados los hallazgos bioquímicos pueden ser necesarias pruebas de imagen como ecografía cervical o gammagrafía con sestamibi (una sustancia —un radiofármaco— que contiene una pequeña cantidad de material radiactivo (tecnecio-99m) para localizar adenomas o glándulas hiperplásicas. En algunos casos, se realiza densitometría ósea para evaluar el impacto en el esqueleto.
La dieta puede ser una herramienta útil en el manejo del este problema de salud. Se recomienda una ingesta adecuada de calcio y vitamina D
¿Qué complicaciones pueden surgir si el hiperparatiroidismo no se trata a tiempo?
La falta de tratamiento del hiperparatiroidismo puede conducir a complicaciones graves como osteoporosis progresiva, lo que aumenta el riesgo de fracturas incluso con traumas mínimos. También es común la formación de cálculos renales recurrentes por el exceso de calcio filtrado por los riñones.
A largo plazo, la hipercalcemia mantenida puede provocar deterioro de la función renal, calcificaciones en tejidos blandos y vasculares, y trastornos neuropsiquiátricos como deterioro cognitivo. En casos severos, puede ocurrir una crisis hipercalcémica, que constituye una urgencia médica.
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para el hiperparatiroidismo y en qué casos se recomienda la cirugía?
El tratamiento depende del tipo y la severidad del hiperparatiroidismo. En el primario, la paratiroidectomía (una cirugía para extirpar una o más glándulas paratiroides) es el tratamiento de elección, especialmente en pacientes sintomáticos, menores de 50 años o con evidencia de daño óseo o renal. En casos leves, puede optarse por vigilancia activa.
Para el hiperparatiroidismo secundario, el manejo incluye corrección del déficit de vitamina D, control del fósforo y uso de calcimiméticos como el cinacalcet (son medicamentos que imitan la acción del calcio sobre ciertas células del cuerpo, especialmente las glándulas paratiroides). En el terciario, si persiste la hiperactividad paratiroidea a pesar del tratamiento médico, también puede indicarse cirugía.
¿Qué papel juega la dieta en el manejo del hiperparatiroidismo?
La dieta puede ser una herramienta útil en el manejo del hiperparatiroidismo, especialmente en las formas secundarias. Se recomienda una ingesta adecuada de calcio (ni excesiva ni deficiente) y vitamina D para evitar la estimulación compensatoria de la PTH.
También es importante limitar el consumo de fósforo en pacientes con enfermedad renal, lo que incluye restringir alimentos ultraprocesados y bebidas de cola. La hidratación adecuada ayuda a prevenir la formación de cálculos renales en casos con hipercalcemia.
¿Qué relación existe entre el hiperparatiroidismo y otras enfermedades endocrinas?
El hiperparatiroidismo puede formar parte de síndromes endocrinos hereditarios como las Neoplasias Endocrinas Múltiples tipo 1 y 2A (MEN1 y MEN2A), donde coexiste con tumores hipofisarios, pancreáticos o feocromocitomas, entre otros. En estos casos, suele presentarse a edades más tempranas.
También puede coexistir con patologías como el hipertiroidismo o trastornos de la glándula suprarrenal, debido a alteraciones en el metabolismo del calcio y la regulación hormonal global. Esta relación subraya la importancia de un enfoque integral del paciente endocrinológico.
¿Es posible prevenir el hiperparatiroidismo? Si es así, ¿qué medidas recomienda?
El hiperparatiroidismo primario no suele ser prevenible, salvo en los casos hereditarios donde se pueden aplicar estrategias de vigilancia genética temprana. Sin embargo, el secundario sí puede prevenirse en gran medida con un adecuado control del metabolismo óseo-mineral.
Las medidas incluyen mantener niveles adecuados de vitamina D mediante exposición solar moderada y suplementación si es necesario, una dieta equilibrada en calcio y fósforo, y el seguimiento estrecho de pacientes con enfermedad renal crónica. Estos enfoques permiten reducir el riesgo de alteraciones en la secreción de PTH.