Desde que la entrevista a Miley Cyrus en el pódcast The interview del New York Times vio la luz, muchos psicólogos se han hecho eco de las reflexiones de la cantante. Y no es para menos. La también actriz contó que la terapia EMDR (Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares) la ayudó a superar su miedo escénico y su ansiedad, y relató la manera en la que su terapeuta hizo que se imaginase a si misma viajando en un tren desde el que podía ver su vida pasar como si fuera una película.
Al explorar el origen de su miedo, visitando recuerdos antiguos y simbólicos, Miley se dio cuenta de que la emoción que la movía siempre era el deseo de sentirse amada. Hemos hablado con una experta para saber qué es exactamente la terapia EMDR y cómo funciona a la hora de desbloquear ciertos traumas.
La experiencia de Miley con la terapia EMDR
Miley Cyrus contaba en la entrevista que a través de la terapia pudo viajar al vientre de su abuela biológica, desde donde escuchó cómo hablaban de dar a su madre en adopción. Revivió como tanto su madre como ella fueron entregadas, siendo bebés, a Loretta, con quien la artista siempre ha sentido muchísima conexión. La madre de Miley, Tish Cyrus, tuvo un embarazo muy complicado y peligroso. Debido a esos problemas médicos, en el momento del parto no pudo hacerse cargo de Miley de inmediato y fue su abuela (la madre adoptiva de su madre), Loretta, quien la cuidó.
Para Miley, la terapia EMDR ha sido una experiencia hipnótica y transformadora que le ha permitido entender que la raíz de su ansiedad, también sobre el escenario, era la necesidad de sentirse amada. Miley dice que consiguió liberarse de ese peso, hasta el punto de afirmar que nunca más ha vuelto a sentir miedo al subirse a un escenario.
¿Qué es la terapia EMDR?
La terapia EMDR, tal y como nos cuenta la psicóloga sanitaria Paola Rivera, es una terapia creada por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro en los años 80. Ella descubrió que a través del movimiento ocular se podían estimular los dos hemisferios cerebrales facilitando la comunicación entre ellos y permitiendo que la información traumática, que había quedado "encapsulada" en redes neuronales disfuncionales o inadaptativas, pueda reprocesarse e integrarse en conexiones de memoria más adaptativas.
Paola nos cuenta que "en la sesión, en un espacio seguro y controlado, el paciente evoca el recuerdo doloroso, una emoción o una sensación corporal, mientras el terapeuta aplica estimulación bilateral, que puede ser mediante movimientos oculares, sonidos alternos o pequeños toques en las manos".
Según la experta, "este procedimiento activa la red neuronal en la que quedó atrapado el recuerdo". "En la memoria traumática, esas conexiones se quedan como un "archivo abierto" que genera síntomas cada vez que algo las reactiva. Con la terapia EMDR, el cerebro consigue reprocesar ese recuerdo y archivarlo correctamente, reduciendo el sufrimiento", explica. "Es como si ese recuerdo, sin que sea olvidado, perdiera la carga emocional que tanto daño hace al paciente", nos cuenta.
¿Qué ocurre en el cerebro con esta terapia?
Paola nos ha contado que la neurociencia nos muestra que el trauma deja huellas profundas: se activan la amígdala (que dispara la alarma del miedo), el hipocampo (que almacena el recuerdo) y la corteza prefrontal (que intenta dar sentido).
"Cuando hay un trauma, este circuito queda bloqueado y la amígdala sigue gritando "¡peligro!" aunque ya no lo haya", dice Paola. "En la terapia EMDR, los movimientos oculares imitan los procesos de la fase REM del sueño, cuando consolidamos recuerdos y aprendizajes. Es como si el cerebro recibiera un "masaje neuronal", logrando que lo vivido deje de doler y se convierta en un recuerdo bien integrado", argumenta la experta.
Sesiones y resultados
Paola nos explica que la terapia EMDR no suele realizarse desde la primera sesión salvo en casos muy concretos. "En las dos primeras sesiones solemos hacer una evaluación exhaustiva y fomentar la seguridad del paciente", asegura. "Es necesario fortalecer recursos internos del paciente antes de iniciar el reprocesamiento. Sin embargo, en personas motivadas y con un tema muy concreto (como una fobia o un recuerdo puntual), es posible comenzar a trabajar con EMDR desde la primera sesión", sostiene.
Nuestra psicóloga apunta que "en miedos muy concretos, como el miedo escénico de Miley Cyrus, pueden bastar entre tres y seis sesiones, mientras que n otros casos más complejos, con raíces más profundas, el proceso es más largo". De cualquier modo, asegura que como lo principal es encontrar la raíz del problema, "lo importante no es la cantidad de sesiones, sino la calidad del reprocesamiento".
En este sentido explica que, aunque la técnica sea la misma, el camino para tratar fobias y traumas ocultos es distinto: "en las fobias simples, solemos encontrar un recuerdo concreto que las sostiene. En traumas más profundos, a veces ni el propio paciente sabe de dónde viene su malestar", nos cuenta. "La terapia EMDR permite que el cerebro (que si sabe dónde está la herida), de forma natural, encuentre esas memorias ocultas y las repare". De hecho, nos cuenta que "la terapia EMDR no requiere que la persona reviva el dolor con detalle, ni que lo explique una y otra vez como otras terapias. Basta con que se deje guiar, esté dispuesta a sentir y permita que su cerebro haga su trabajo.
Preguntada por los resultados y por si un trauma puede regresar cuando en terapia "lo hemos sanado", la experta nos dice que "cuando un recuerdo se reprocesa de forma completa, no suele volver". "Es como si se cicatrizara la herida. Lo que sí puede ocurrir es que aparezcan nuevas experiencias que activen otros recuerdos relacionados, que también necesiten ser reprocesados, pero lo que ha sanado se mantiene estable", asegura.
A Paola no le extraña en absoluto que Miley diga que la terapia EMDR le cambio la vida "porque cuando superas un miedo que te bloqueaba, no solo desaparece el síntoma, en su caso el miedo escénico, sino que además recuperas libertad, autoestima y seguridad en ti mismo". Para la experta "no es solo "subir a un escenario", sino la libertad de mostrarse, de expresarse sin bloqueo, de disfrutar de lo que uno ama hacer. "EMDR no solo quita el miedo, sino que devuelve la sensación de seguridad interna", expresa.