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Es Tendencia

Relaciones sanas

De 'El verano que me enamoré' a la vida real: por qué descuidamos a nuestro entorno cuando tenemos nueva pareja


Una psicóloga nos explica los motivos por los que, a veces, esto sucede al inicio de las relaciones románticas


belly jeremiah el verano que me enamore© Amazon Content Services LLC
Paula MartínsColaborada de Moda y Estar Bien
20 de septiembre de 2025 - 7:00 CEST

El verano, el calor, los días eternos en la playa… y un primer amor que lo cambia todo. Esa es la premisa de El verano en el que me enamoré, una de las series de las que todo el mundo está hablando. Más allá de tratarse de una de las novedades de Amazon Prime, se trata de una producción cuyo guion guarda un trasfondo mucho profundo, uno de esos con los que resulta fácil identificarse: cómo las relaciones románticas pueden descentrarnos de nosotras mismas y alejarnos de amigos, familia e incluso de nuestras propias metas. ¿Quién no ha pasado por ello, o ha visto a alguien de su entorno transitar esta situación? Y es que, ¿quién no ha sentido alguna vez que, al conocer a alguien especial, todo gira en torno a esa persona? De pronto, nuestras rutinas cambian, nuestras prioridades se reordenan y casi sin darnos cuenta, nos dejamos a nosotras mismas en segundo plano.

En la serie le sucede a Belly. Capítulo a capítulo (hasta llegar al último, recién estrenado, del que no haremos spoilers) la joven se centra tanto en sus relaciones románticas que abandona otras áreas de su vida. Un fenómeno muy común en la vida real que, aunque cuesta mucho admitir, se produce en la mayoría de los casos. La explicación puede parecer injustificable, pero para entenderla mejor, hemos hablado con la psiquiatra Victoria López (@victorialrpsiquiatra), quien nos ayuda a descifrar por qué esto que le sucede a Belly, la protagonista de la serie, es tan frecuente.

el verano que me enamore serie© Amazon Content LLC

¿Por qué olvidamos a nuestro entorno cuando al enamorarnos?

"En esta serie, Belly, pasa de ser una ‘niña’ a ser observada, ya, como ‘la chica’ y en este cambio se plantea una dicotomía clara. Se debate entre lo que los demás esperan de ella, y las expectativas que ella tiene sobre sí misma, algo muy habitual en la adolescencia. En esta etapa, la identidad se encuentra en plena construcción, al igual que en otras etapas vitales de cambio. Si previamente lo que le interesaba era jugar con Steven o pasar tiempo con Susannah, esto pasa a un segundo plano cuando empieza a fijarse en Jeremiah y Conrad", señala la experta al consultarle sobre la trama. 

Lo que nos explica la psiquiatra se ve claramente en la trama. Belly pasa de tener una vida marcada por sus amistades y juegos de verano a centrar toda su energía en sus sentimientos románticos. Y sí, esto nos puede pasar a cualquiera. Porque, aunque en la adolescencia es más habitual que suceda, lo cierto es que no hay edad que se pueda librar de pasar por ello. ¿Por qué? La biología tiene la respuesta:  “En sus fases iniciales, el enamoramiento nos invita a fusionarnos y querer pasar todo el tiempo con esa nueva persona, y esto es fisiología pura, el cerebro genera un combo intenso de dopamina (el placer y la motivación), de oxitocina (la hormona del vínculo y el apego) y noradrenalina (que, por su intensidad puede generar obsesión); dejándonos con unas pequeñas gafas de aumento donde el foco se centra en la persona amada y el resto comienza a desdibujarse”, comenta Victoria López.

Siguiendo esta estela, podemos afirmar que nuestro cerebro se convierte en cómplice del romance y nos invita a vivir casi como si el resto del mundo no existiera. Sin embargo, no todo es química. También entra en juego la autoestima. Belly lo expresa con una frase muy significativa: “Siempre he querido que Conrad me mirara como yo le miraba a él”.

belly el verano que me enamore© Amazon Content Services LLC

La autoestima, protagonista absoluta del bienestar

La psicóloga lo analiza así: "Desde la psiquiatría sabemos que cuando la autoestima es frágil o se encuentra en plena construcción o reconstrucción, el enamoramiento activa en mayor medida eso que llamamos ‘validación externa’ - la necesidad de ser gustado-, donde se proyectan las inquietudes emocionales más profundas, como pensar que solo somos suficientes si ellos, quienes nos interesan, nos eligen y desean".

En este momento vulnerable, sentimos que nuestro valor y lo que merecemos depende del otro. "Ahí corres el riesgo de perderte a ti mismo. Esto explica cómo la fusión con la pareja, en ocasiones, no se produce simplemente por el hecho de estar enamorados, si no porque nuestra identidad se tambalea sin la aprobación del otro. Aquí empieza la complacencia, el cambiar mis gustos por los de la otra persona, la dificultad para establecer ciertos límites y el aumento de tolerancia a situaciones que son hirientes", detalla.

¿Te suena? Esa necesidad de gustar al otro puede llevarnos a moldearnos demasiado, hasta olvidar quiénes somos de verdad. En las primeras etapas del amor, tendemos a idealizar, tal y como Belly hace con Conrad.  "La idealización también tiene su sentido biológico, pues la dopamina activa el circuito de recompensa, haciendo que cada pequeño gesto del otro nos parezca una cosa extraordinaria. Por otro lado podemos aplicar el ‘sesgo del halo’, un estado mental en el que una cualidad atractiva y poco disponible como el atractivo o el misterio eclipsen todo lo demás, de manera que no estamos viendo un todo, si no la parte idealizada de la persona, la parte inalcanzable a la que necesitamos llegar para autovalidarnos. En este caso, podemos observar como Belly está en disposición de dejar atrás todas sus necesidades con tal de alcanzar a Conrad y encajar en el molde que él espera de ella. Algo a tener en cuenta a medio y largo plazo, ya que se torna insostenible alimentar la pareja de manera unidireccional", apuntala la experta.

Por qué al enamorarnos dejamos todo de lado© Amazon Content Services LLC

Cómo conciliar tus relaciones de forma sana

Entonces, ¿podemos disfrutar de una relación sin dejar de ser nosotras mismas? A esta pregunta deberíamos darle la vuelta. El planteamiento debería versar más sobre la importancia que tiene ser una misma para que una relación funcione. Actuar para gustar es fácil al principio, pero con el tiempo esto puede derivar en inseguridades y despersonalización, dando lugar, en ocasiones, a trastornos más graves. Por eso, resulta fundamental aprender a dejarse ver tal y como somos, así como también a no descuidar al resto de nuestro entorno. 

María Domínguez recalca la importancia de trabajar esta parte que, muchas veces, olvidamos al adentrarnos en una nueva relación: “Uno de los grandes retos en las relaciones es mantener un buen equilibrio entre la conexión con el otro y la lealtad a uno mismo. La famosa idea de la ‘media naranja’, en que necesitamos completar a alguien, cuando realmente lo sano es dos piezas enteras con sus claros y sus oscuros se elijan para complementarse". 

belly jeremiah el verano me enamore serie© Amazon Content Services LLC

Para hacerlo, toca elevar la autoestima y el amor propiotomar distancia y analizarse a uno mismo desde fuera (como en tercera persona, imaginando, por ejemplo, qué le diríamos a un amigo si se comportara como nosotros) y, después, comenzar a dedicar tiempo a esas personas de las que nos hemos distanciado, así como a nosotros mismos. Por supuesto, como explica la experta, "hay fases, pero en la consolidación de la relación es muy necesario recuperar el espacio propio, el tiempo con amigos, los proyectos personales, o los hobbies. Los límites en este caso, el saber ‘qué sí’ y ‘qué no’ son la herramienta estrella para que la otra persona pueda conocernos de manera real fortaleciendo el vínculo y no separando como en algunas ocasiones se piensa".

El verano en el que me enamoré no es solo una historia de adolescentes, sino una metáfora de la vida misma: crecer, definir quién eres y aprender a amar sin renunciar a ti. Como concluye la psicóloga, “El reto para Belly, como para cualquier adolescente o adulto que carga con heridas del pasado es aprender que el amor sano no exige renunciar a la identidad propia, sino compartirla". 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.