“Pensaban que era estrés. Era diabetes”. El periodista y presentador Javier Ruiz ha compartido recientemente un testimonio muy personal. En una entrevista para la revista Enfermería 21, relató cómo, a los 18 años, acudió al médico con un cuadro de fatiga extrema y una pérdida de peso de 19 kilos. ¿El diagnóstico? Estrés por los exámenes. Pero la realidad era muy distinta.
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Me fui de vacaciones con la familia, yendo en verano al centro de día, la chica que estaba en la enfermería de prácticas me ve y me dice: ‘Esto es diabetes’. Efectivamente, era diabetes. El diagnóstico me lo hace una enfermera. Yo les debo la vida un par de veces
Javier Ruiz
Su caso pone sobre la mesa una realidad que afecta a miles de personas:los síntomas de la diabetes pueden confundirse fácilmente con estrés. Y eso puede retrasar el diagnóstico, y con él, el tratamiento adecuado.
Los síntomas de la diabetes que pueden confundirse con estrés
Según explica la Dra. Laura Pelaz Berdullas, especialista en Endocrinología y miembro de Top Doctors Group, la pérdida de peso inexplicada y rápida puede ser un síntoma clásico de diabetes tipo 1. En diabetes tipo 2 puede aparecer, pero es menos frecuente y generalmente ocurre si han existido hiperglucemias marcadas que no han sido tratadas.
Si bien la pérdida de peso puede deberse también a otras causas distintas a la diabetes. Si se comprueba que la glucosa es normal, habrá que investigar otros motivos.
En casos graves: náuseas, vómitos, respiración alterada , o aliento con olor a cetona.
¿Cómo se diagnostica la diabetes?
Se puede diagnosticar mediante análisis de sangre, explica la experta, cumpliendo uno o varios de los siguientes criterios:
Al menos 2 mediciones con Glucosa plasmática en ayunas ≥126 mg/dl (7,0 mmol/L).
Al menos 2 mediciones con Glucosa plasmática a las 2h en SOG 75 g ≥200 mg/dl (11,1 mmol/L).
HbA1c ≥6,5%
Glucosa plasmática casual ≥200 mg/dl (11,1 mmol/L) junto con síntomas clásicos de hiperglucemia.
En urgencias, se puede realizar una medición de glucosa capilar con un sencillo pinchazo en el dedo. Este resultado puede orientar el diagnóstico, pero siempre hay que confirmarlo con análisis de sangre
Dra. Laura Pelaz, endocrinóloga
Tratamiento de la diabetes
El tratamiento depende del tipo de diabetes y de la situación individual de cada paciente. En la diabetes tipo 1, es imprescindible el uso de insulina diaria mediante inyecciones o bomba de infusión continua. En la tipo 2, el abordaje inicial suele incluir cambios en la alimentación, pérdida de peso y ejercicio regular. Si no es suficiente, se recurre a medicamentos orales o inyectables, y en algunos casos también se requiere insulina.
Además, es fundamental el control regular de la glucosa, la tensión arterial y los niveles de colesterol, así como las revisiones periódicas para evitar complicaciones.
Si tienes uno o más de estos síntomas de forma persistente, consulta con tu médico:
Cansancio extremo sin explicación
Pérdida de peso sin cambios en dieta o ejercicio
Sed constante
Necesidad frecuente de orinar
Visión borrosa intermitente
Infecciones frecuentes
Náuseas o vómitos sin causa clara
Cómo prevenir la diabetes
Aunque la diabetes tipo 1 no se puede prevenir, la tipo 2 sí es prevenible en muchos casos adoptando hábitos de vida saludables. Mantener un peso adecuado, seguir una dieta equilibrada baja en azúcares y grasas, y realizar actividad física de forma regular son medidas clave. Evitar el tabaquismo, reducir el consumo de alcohol y dormir bien también ayudan a mantener un metabolismo saludable.
Además, si hay antecedentes familiares o factores de riesgo, es recomendable realizar controles periódicos de glucosa para detectar alteraciones tempranas. La prevención empieza por pequeñas decisiones cotidianas que suman a largo plazo.