6 posturas de yoga que mejoran la digestión, favorecen el tránsito intestinal y alivian los gases
Estas posturas de yoga actúan como un masaje para los órganos internos y el movimiento suave hace que el sistema digestivo funcione mejor y puedas deshincharte y expulsar los gases.
La sensación de hinchazón, el malestar abdominal o la acumulación de gases no solo son incómodos: también pueden afectar a tu energía, tu estado de ánimo y tu día a día. El yoga, más allá de ser una disciplina física, es una herramienta eficaz para estimular el tránsito intestinal, favorecer la eliminación de gases y mejorar la digestión. Gracias a determinadas posturas, puedes masajear de forma natural los órganos abdominales, activar la circulación sanguínea en esta zona y ayudar a tu sistema digestivo a funcionar con más eficacia.
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Por qué el yoga favorece la digestión
Cuando practicas yoga, combinas movimientos suaves con respiración profunda y controlada. Esto estimula el sistema nervioso parasimpático, responsable de las funciones de descanso y digestión. Además, muchas posturas implican torsiones, flexiones y compresiones que masajean los intestinos y órganos como el estómago, el hígado o el páncreas, lo que facilita el trabajo digestivo, deshincha y reduce la acumulación de gases.
La clave está en realizar las asanas de forma consciente, respetando tu capacidad física y enfocando la respiración hacia el abdomen. Este tipo de respiración diafragmática ayuda a relajar la musculatura abdominal y mejora la oxigenación de los tejidos internos.
Las posturas de yoga que favorecen el tránsito intestinal
Esta asana trabaja de forma profunda las caderas y el abdomen, favoreciendo la circulación hacia tus órganos digestivos. Para hacerla: adopta una postura de zancada con una pierna adelantada y la otra apoyada sobre la rodilla en el suelo. Baja lentamente las caderas mientras mantienes el torso recto. Permanece en la postura entre dos y cinco minutos en cada lado. Este ejercicio estimula el flujo sanguíneo abdominal y reduce la tensión pélvica.
2. Postura del Bebé Feliz
Perfecta para aliviar la distensión tras una comida copiosa. Para hacer esta postura del bebé feliz, úmbate boca arriba, flexiona las rodillas y sujeta los pies por fuera, manteniendo las plantas hacia el techo. Balancéate suavemente a cada lado y mantén la posición durante tres a cinco minutos. Este movimiento masajea los órganos internos y favorece la relajación abdominal.
Para liberar tensión en el abdomen y favorecer un tránsito más fluido, siéntate con las plantas de los pies juntas y deja que las rodillas caigan hacia los lados. Reclínate suavemente hacia atrás y apoya el respaldo sobre un cojín o bloque. Relájate durante entre tres y ocho minutos mientras respiras con calma.
Una postura suave y reparadora para tu intestino. Siéntate sobre los talones, inclínate hacia adelante, apoya la frente en el suelo y extiende los brazos hacia adelante o a los lados del cuerpo. Mantén la postura entre tres y cinco minutos. La presión suave sobre el abdomen y la respiración consciente promueven una digestión más armoniosa.
Con una torsión controlada, esta postura estimula el riego abdominal y alivia tensiones. Siéntate con las piernas dobladas hacia un lado, gira el torso en esa misma dirección y apoya tus manos en el suelo para estabilizarte. Mantén la postura entre tres y cinco minutos en cada lado. Ayuda a mejorar el flujo hacia los órganos digestivos.
Ideal para suavizar la tensión abdominal tras una comida pesada. Siéntate con las piernas extendidas, inclínate hacia adelante hasta que sientas un estiramiento suave en la espalda y el torso, dejando que los brazos caigan relajadamente hacia los pies. Mantén entre dos y cinco minutos; este estiramiento alarga y calma el vientre.
¿Por qué estas posturas funcionan tan bien?
Este tipo de posturas, se mantienen entre 2 y 8 minutos, lo que permite una presión prolongada sobre la zona abdominal. Esto activa los órganos digestivos, favorece la circulación sanguínea, reduciendo el estrés que puede alterar la digestión.
Además, muchas de estas asanas integran torsiones suaves, flexiones y estiramientos que ayudan a movilizar el intestino y facilitar la eliminación de gases, al mismo tiempo que favorecen una sensación de ligereza y bienestar general.
5 consejos para hacer bien estas posturas de yoga y mejorar la digestión
Practica estas posturas con el estómago vacío o al menos una hora después de comer para evitar molestias.
Respira de forma pausada y profunda, enfocando el aire hacia el abdomen para potenciar los beneficios digestivos.
Mantén cada postura el tiempo recomendado, pero sin llegar a forzar; la clave está en la comodidad y la conexión con tu cuerpo.
Puedes combinarlas con un suave masaje circular sobre el abdomen (deslizamientos diagonales desde las axilas hacia el ombligo) para estimular el hígado y activar el tránsito intestinal.
Si en algún momento sientes incomodidad o dolor, detente inmediatamente y adapta la postura a tus necesidades.