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mujer con molestias en el estómago o ruidos intestinales© Adobe Stock

Ruidos intestinales: cuándo son normales y en qué casos esconden algo más

Hablamos con el doctor Pedro de María Pallarés, especialista en Aparato Digestivo, sobre los borgorigmos. "Son muchos los factores que pueden influir en que aparezcan estos ruidos en nuestro aparato digestivo", explica


11 de junio de 2025 - 13:24 CEST

La situación es, en ocasiones, incómoda: estás rodeada de gente y, de repente, comienzan a sonar ruidos en tu zona abdominal. Son incontrolables y aparecen cuando menos te lo esperas. “Lo que muchas personas llaman ruidos estomacales son en realidad ruidos intestinales, y su nombre médico correcto es borgorigmos. Se producen cuando el intestino se mueve para mezclar y transportar el contenido digestivo: alimentos, líquidos y gases. Este proceso, que se llama peristaltismo, es completamente normal y ocurre durante la digestión, pero también cuando el tubo digestivo está vacío”, nos detalla el Dr. Pedro de María Pallarés, especialista en Aparato Digestivo en el Instituto Médico-Quirúrgico del Aparato Digestivo (IMEQ) y el Hospital Universitario La Paz, además de miembro de Top Doctors Group. 

Ruidos que varían a lo largo del día

Lo más frecuente es que aparezcan cuando tienes hambre o bien cuando tienes el estómago lleno. Es normal que loa suidos intestinales sean más intensos en ciertos momentos del día. “Los borgorigmos pueden variar en intensidad a lo largo del día. Por ejemplo, suelen ser más evidentes después de las comidas, cuando el intestino trabaja activamente para digerir. También pueden sonar más fuerte cuando tenemos el estómago vacío, porque no hay alimentos que ‘amortigüen’ el sonido del aire y los líquidos en movimiento”, nos detalla el especialista.

Comer alimentos que generan gases —como legumbres, coles o bebidas con gas— puede aumentar los borgorigmos

 Factores que influyen en la intensidad de los ruidos

Tal y como nos detalla el doctor, son muchos los factores que pueden influir en que aparezcan estos ruidos en nuestro aparato digestivo, y nos resume algunos de los que considera más importantes.

  • Comer alimentos que generan gases —como legumbres, coles o bebidas con gas— puede aumentar los borgorigmos.
  • También el estrés o la ansiedad pueden hacer que nuestro intestino se vuelva más activo o más sensible, generando ruidos más evidentes.
  • Incluso comer muy rápido o masticar poco puede hacer que entre más aire al aparato digestivo, aumentando los sonidos.

La relación de los ruidos con el hambre o el ayuno

En opinión del especialista, existe una relación interesante entre los ruidos intestinales y el hambre o el ayuno prolongado. “Cuando llevamos varias horas sin comer, el intestino activa unos movimientos de limpieza llamados complejos motores migratorios. Estos movimientos también generan sonidos, aunque no tengan que ver directamente con la digestión de alimentos”, indica el doctor, que añade que por eso, muchas veces asociamos los ruidos con el hambre, pero no siempre significan que necesitamos comer.

Mujeres jóvenes comiendo al aire libre en verano© Getty Images

¿Pueden indicar un problema de salud?

Nos planteamos si en alguna ocasión estos ruidos intestinales podrían indicar la presencia de un problema de salud más grave. “En general, los borgorigmos son normales. Pero si van acompañados de dolor abdominal, hinchazón intensa, diarrea persistente o cambios en el ritmo intestinal, podrían indicar un problema como una infección, un síndrome de intestino irritable o incluso una obstrucción intestinal”, nos detalla el experto, que matiza, eso sí, que si los ruidos se vuelven excesivos, muy constantes o molestos, lo recomendable es consultar con un especialista.

La influencia de los gases

Sin duda, los gases tienen un papel protagonista. “Cuando se mezclan con los líquidos y alimentos en movimiento dentro del intestino, generan turbulencias que producen los sonidos que oímos como borgorigmos”, apunta, matizando que, cuantos más gases haya —por la dieta o por tragar aire al comer-, más posibilidades hay de que los ruidos se intensifiquen.

Otro factor que no podemos perder de vista es que el sistema digestivo está muy conectado con nuestro estado emocional.

Alimentos que influyen en la presencia de ruidos intestinales

Como no podía ser de otra forma, al tratarse de un problema digestivo, tenemos que tener en cuenta que existen alimentos que pueden influir en la presencia de ruidos intestinales. “Algunos alimentos tienden a generar más gases y, por tanto, más ruidos: legumbres, brócoli, repollo, cebolla, lácteos (en personas con intolerancia a la lactosa) o edulcorantes artificiales como el sorbitol”, nos comenta el doctor Pedro de María Pallarés, que matiza que, por el contrario, una dieta equilibrada, con buena hidratación y alimentos fáciles de digerir, puede reducir la frecuencia e intensidad de los sonidos.

La influencia del estrés

Otro factor que no podemos perder de vista es que el sistema digestivo está muy conectado con nuestro estado emocional. Por este motivo, no es extraño que en situaciones de estrés o ansiedad, el intestino pueda volverse más activo o más sensible, lo que se traduce en movimientos intestinales más intensos y, en consecuencia, más borgorigmos. “Además, algunas personas desarrollan síntomas digestivos funcionales como el intestino irritable, donde los ruidos pueden ser más molestos”, nos explica.

Consejos para reducir los ruidos intestinales

No es tarea sencilla, pues aparecen en momentos que no esperamos, pero le preguntamos al especialista si existen técnicas o hábitos que puedan ayudarnos a reducir los ruidos intestinales. En su opinión, algunas recomendaciones útiles incluyen:

  • Comer despacio y masticar bien.
  • Evitar bebidas con gas y chicles, que aumentan la cantidad de aire en el intestino.
  • Reducir alimentos que generan gases si tienes tendencia a los ruidos.
  • No saltarse comidas: mantener un horario regular ayuda a estabilizar la motilidad intestinal.
  • En momentos de estrés, practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o mindfulness puede calmar tanto la mente como el intestino.

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