La histamina es una sustancia esencial para nuestro organismo, implicada en procesos como la respuesta inmunitaria, la digestión y la regulación del sueño. Sin embargo, cuando sus niveles superan lo saludable, pueden desencadenar una serie de síntomas incómodos que afectan el bienestar diario. Desde alergias persistentes hasta problemas digestivos y neurológicos, el exceso de histamina puede ser un enemigo silencioso.
Lo primero que nos explica el doctor Joaquín Puerma Ruiz, médico especialista en Endocrinología y Nutrición (www.joaquinpuermaendocrino.com), es que la histamina es mucho más que una sustancia relacionada con las alergias. “En realidad, actúa como un mensajero químico imprescindible que participa en la respuesta inmune, la digestión, el sueño, la regulación del apetito y hasta el estado de ánimo. Se produce en células como los mastocitos, las neuronas y en el intestino, y se comunica con distintos órganos a través de cuatro receptores específicos (H1, H2, H3 y H4)”, nos detalla para empezar a comprender su importancia.
Cuando la histamina se acumula más de la cuenta —por ejemplo, por problemas en su eliminación— puede desencadenar síntomas diversos, desde dolores de cabeza hasta problemas digestivos o de piel. “No siempre hablamos de una alergia: a veces, lo que ocurre es una intolerancia que puede pasar desapercibida durante años”, explica el doctor.
¿Cuáles son las principales causas de un exceso de histamina en el organismo?
Una de las causas más frecuentes de ese exceso de histamina en el organismo es un déficit en la enzima DAO (diamino oxidasa), que es la encargada de "barrer" la histamina de los alimentos antes de que cause problemas. El doctor nos explica que este déficit puede ser genético, estar inducido por medicamentos o ser secundario a alteraciones intestinales como la disbiosis. “Además, hay alimentos ricos en histamina —como embutidos, quesos curados, pescados en conserva o el vino— que pueden sobrecargar este sistema. También hay alimentos que, aunque no contienen histamina, favorecen su liberación o bloquean la DAO. El estilo de vida, el estrés, el alcohol y ciertas infecciones intestinales también tienen un papel relevante”, detalla el doctor Puerma.
En muchas ocasiones, se presentan varios síntomas al mismo tiempo, lo que puede dificultar el diagnóstico. De ahí que muchas veces se confunda con alergias, síndrome de intestino irritable o ansiedad, retrasando su detección y tratamiento adecuado
¿Influyen el estrés y un sueño de mala calidad?
Hay un aspecto que también puede influir en la acumulación de histamina en el cuerpo: el estrés crónico y un descanso de mala calidad. “Totalmente. El estrés crónico y la falta de sueño hacen que liberemos más histamina, y que nuestra DAO funcione peor. De hecho, muchas personas notan que sus síntomas empeoran en épocas de mucha carga emocional”, nos comenta el especialista. Por eso, en su opinión, además de cuidar la dieta, es crucial mejorar la calidad del descanso y encontrar estrategias para gestionar el estrés (desde ejercicio moderado hasta técnicas de respiración o meditación). Es un cambio de hábitos, no solo de alimentos.
Síntomas de niveles elevados de histamina
Cuando nos paramos a plantearnos cuáles son los síntomas que pueden estar asociados con niveles elevados de histamina, el doctor nos cuenta que la lista es larga, porque la histamina actúa en muchos órganos. “Algunas personas notan migrañas, náuseas, mareos, hinchazón abdominal o digestiones muy pesadas. Otras tienen picores, urticaria, enrojecimiento de la piel, mocos, dificultad para respirar o palpitaciones. Y en muchas ocasiones, se presentan varios síntomas al mismo tiempo, lo que puede dificultar el diagnóstico. De ahí que muchas veces se confunda con alergias, síndrome de intestino irritable o ansiedad, retrasando su detección y tratamiento adecuado”, nos explica el especialista.
El papel de las hormonas
Un aspecto destacado, que hay que tener muy en cuenta, es que existe una relación entre el exceso de histamina y los desequilibrios hormonales, como el aumento de estrógenos o el cortisol. “De hecho, este es uno de los vínculos más relevantes en mujeres. El estrógeno, por ejemplo, inhibe la actividad de la DAO, haciendo más fácil que la histamina se acumule. Y cuando estamos estresadas, el cortisol aumenta, se altera la microbiota intestinal y la respuesta inflamatoria se dispara”, nos explica el doctor Puerma, que añade que todo esto puede potenciar los efectos de la histamina y empeorar los síntomas. “Por eso es tan frecuente que muchas mujeres noten más molestias durante la ovulación o los días previos a la regla, cuando los estrógenos suben”, indica.
Histamina y control del peso
La histamina también regula el apetito y la saciedad desde el cerebro. Tal y como nos explica el doctor, en condiciones normales, activa centros que suprimen el hambre. Pero si hay desequilibrio, puede interferir con estas señales, alterando el apetito o dificultando la regulación del peso. “Además, el exceso crónico de histamina favorece la inflamación, y esta a su vez puede facilitar la resistencia a la insulina y el almacenamiento de grasa. Aunque todavía falta más evidencia en humanos, la conexión entre histamina, metabolismo e inflamación es cada vez más clara”, nos cuenta.
Cómo detectar el exceso de histamina
Teniendo todo esto en cuenta, ante la sospecha de que los niveles de histamina pueden estar elevados, hay que plantearse qué pruebas diagnósticas se pueden realizar para detectar dicho exceso. “Se pueden medir los niveles de histamina en sangre y la actividad de la enzima DAO. Pero estas pruebas no siempre son concluyentes, ya que los niveles pueden variar mucho y no siempre reflejan lo que ocurre en el intestino”, anticipa el doctor Puerma. Por eso, en su opinión, lo más habitual es que el diagnóstico sea clínico: es decir, se basa en los síntomas y en cómo responde la persona a una dieta baja en histamina o a la suplementación con DAO. Para el doctor, este enfoque práctico sigue siendo el más útil en la mayoría de casos.
La influencia de la genética
Nos planteamos, además, si existen factores genéticos que predisponen a una acumulación excesiva de histamina. El doctor confirma que así es y que algunas personas tienen variantes genéticas en el gen AOC1, que reduce la actividad de la DAO. “Estas personas tienen más riesgo de acumular histamina y de desarrollar síntomas con alimentos que a otras personas no les afectan. Identificar estos factores puede ser clave para entender por qué alguien reacciona a ciertos alimentos o situaciones que a otras personas no les afectan. La genética no es el único factor, pero sí puede aumentar la sensibilidad”, argumenta el experto en Endocrinología y Nutrición.
Priorizar alimentos frescos, locales y sin procesar es clave. También ayuda mantener una buena hidratación y cuidar la salud intestinal (por ejemplo, mejorando la microbiota)
El papel de la enzima DAO
Cuando le preguntamos al doctor qué papel juega la enzima DAO en la regulación de los niveles de histamina, nos explica que la DAO es como un "filtro intestinal". “Su trabajo es degradar la histamina que comemos antes de que entre en la sangre. Si esta enzima no funciona bien, la histamina pasa libremente al torrente sanguíneo y causa síntomas. Este déficit puede ser temporal (por ejemplo, por fármacos o infecciones) o crónico. De ahí que el abordaje dietético y, en algunos casos, la suplementación, jueguen un papel tan importante”, indica el experto.
Cómo puede ayudarnos la dieta
¿Qué recomendaciones dietéticas pueden ayudar a reducir el exceso de histamina? Para el experto, como es lógico, el primer paso es seguir una dieta baja en histamina: evitar quesos curados, embutidos, pescado azul, conservas, alcohol y fermentados. "Priorizar alimentos frescos, locales y sin procesar es clave. También ayuda mantener una buena hidratación y cuidar la salud intestinal (por ejemplo, mejorando la microbiota). Esta dieta no tiene que ser para siempre: con el tiempo, muchas personas pueden reintroducir algunos alimentos de forma controlada”, nos dice.
Tratamiento para controlar los niveles de histamina
¿Cuáles son los tratamientos más eficaces para controlar los niveles elevados de histamina? El doctor Puerma nos indica que el tratamiento más eficaz es una combinación:
- Dieta baja en histamina como base.
- Suplementos de DAO antes de las comidas, especialmente en casos de déficit documentado.
- Evitar medicamentos que inhiben la DAO (como ciertos antiinflamatorios, antidepresivos o antihipertensivos).
- Manejo del estrés y calidad del sueño como pilares para reducir la liberación de histamina.
- En algunos casos, antihistamínicos de segunda o tercera generación, bajo supervisión médica.
“No hay una única receta para todos. Por eso es importante adaptar el enfoque a cada persona, y no caer en dietas restrictivas innecesarias ni automedicarse sin seguimiento”, nos cuenta.