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Mujer cortando queso© Getty Images

Consejos de salud

Todo lo que necesitas saber sobre la listeria, la bacteria que puede detectarse en algunos alimentos

Consumir un producto contaminado no siempre es grave, pero en algunas personas, la infección puede ser letal. Por eso, hay que estar al tanto de las alertas sanitarias y, sobre todo, adoptar medidas higiénicas en la cocina para evitar riesgos


20 de mayo de 2025 - 15:44 CEST

La listeria o listeriosis es una de esas intoxicaciones alimentarias que se transmiten por consumir ciertos productos como el queso y que pueden suponer un riesgo grave para la salud de algunas personas. De hecho, cuando se detecta listeria en algún alimento, se lanza una alerta sanitaria para retirar los productos afectados y avisar a la población. Te contamos qué es, por qué es tan peligrosa, cuáles es la población más vulnerable y qué debes saber si has comido un alimento en la que se detecte la presencia de esta bacteria. 

¿Qué es la listeriosis y por qué puede ser tan peligrosa?

La listeriosis es una infección provocada por la bacteria Listeria monocytogenes, presente de forma natural en el agua, el suelo y en algunos animales. La transmisión a los seres humanos suele producirse a través del consumo de alimentos contaminados, como productos crudos, procesados o elaborados con leche no pasteurizada

Por ello, aunque hay que insistir en que en la mayoría de los casos la enfermedad cursa como una simple gastroenteritis, en determinados pacientes puede resultar letal. “La enfermedad afecta principalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos, adultos mayores y personas con el sistema inmunitario debilitado. En el resto de la población, por lo general, esta infección pasa inadvertida”, explican los expertos.

En la mayoría de los casos la enfermedad cursa como una simple gastroenteritis, en determinados pacientes puede resultar letal

¿Qué síntomas produce la listeria y cuánto tarda en manifestarse?

Una de las particularidades de esta infección es su periodo de incubación variable. Los síntomas pueden aparecer pocas horas después de haber consumido el alimento contaminado, o incluso semanas más tarde. En palabras de la doctora Ana Fuertes, directora de Industria de bioMérieux Iberia, "la listeriosis suele manifestarse con fiebre, dolor muscular y alteraciones gastrointestinales".  

Uno de los riesgos es que la infección se extienda a través del sistema nervioso. En casos severos, pueden aparecer síntomas neurológicos como rigidez en el cuello, desorientación o incluso pérdida del conocimiento. En ese punto, el pronóstico puede empeorar rápidamente. “Puede desembocar en septicemia o meningitis e incluso la muerte”, advierte la doctora Fuertes.

Riesgo especial en embarazadas: lo que debes saber

Uno de los grupos más vulnerables ante la listeria son las mujeres embarazadas. Aunque para ellas la enfermedad puede parecer leve, el riesgo está en el feto. “Una listeriosis puede ocasionar únicamente una enfermedad leve en la madre, pero algunas de las consecuencias para el bebé son aborto espontáneo, nacimiento prematuro, muerte fetal o una infección potencialmente mortal después del nacimiento”, subraya la experta.

En caso de sospecha, es imprescindible acudir al ginecólogo. Un diagnóstico precoz puede permitir un tratamiento con antibióticos que evite el contagio al feto o al recién nacido.

Uno de los grupos más vulnerables ante la listeria son las mujeres embarazadas. Aunque para ellas la enfermedad puede parecer leve, el riesgo está en el feto

¿Qué hacer si he comido un alimento con listeria?

Lo primero es mantener la calma. La probabilidad de enfermar depende de muchos factores, incluido tu estado de salud, la cantidad de bacteria ingerida y tu sistema inmunitario. Si formas parte de los grupos de riesgo (embarazada, mayor de 65 años, con enfermedades crónicas o inmunodeprimido), acude al médico aunque no tengas síntomas.

En el resto de los casos, estate atento a los signos. Si estos aparecen en los días o semanas siguientes a haber consumido el producto implicado en la alerta, no dudes en consultar con tu centro de salud.

Cómo se transmite y por qué la listeria preocupa tanto

La Listeria monocytogenes tiene una capacidad alarmante para sobrevivir y multiplicarse en condiciones donde otras bacterias no lo hacen. Como señala la doctora Amalia Sánchez López, médico general de mediQuo, “esta bacteria se multiplica de forma rápida en alimentos refrigerados y alimentos listos para consumir, como la leche cruda, verduras o productos en conserva”.

Esto la convierte en un riesgo incluso en alimentos que han estado refrigerados y que no presentan mal aspecto ni mal olor. La listeria puede colonizar productos lácteos, embutidos, pescados ahumados o vegetales mal lavados. A menudo, basta con una pequeña contaminación cruzada o una cadena de frío mal mantenida para que la infección se propague.

La listeria puede colonizar productos lácteos, embutidos, pescados ahumados o vegetales mal lavados. A menudo, basta con una pequeña contaminación cruzada o una cadena de frío mal mantenida para que la infección se propague.

Cómo prevenir la listeriosis: claves para tu cocina

La mejor forma de evitar una listeriosis es, como en muchas otras infecciones alimentarias, la prevención. El objetivo es evitar que la bacteria llegue a tu organismo. Aquí van algunas recomendaciones esenciales:

  • Lávate bien las manos antes de manipular alimentos y siempre después de tocar carne o pescado crudo.
  • Limpia con desinfectante las superficies y utensilios de cocina tras cada uso.
  • Cocina bien los alimentos, sobre todo carnes y pescados, asegurándote de que alcancen los 70ºC en su interior.
  • Evita la contaminación cruzada, separando los alimentos crudos de los cocinados o listos para consumir.
  • No descongeles a temperatura ambiente: hazlo en el frigorífico o en el microondas.
  • Mantén limpia la nevera y revisa con frecuencia su temperatura (debe estar por debajo de 4ºC).
  • Descarta productos con fecha de caducidad vencida o aspecto sospechoso.

Los trapos y bayetas, auténticos nidos de bacterias si no se usan correctamente

Ojo con los trapos de cocina

Uno de los elementos más olvidados en la higiene doméstica son los trapos y bayetas, auténticos nidos de bacterias si no se usan correctamente. “Estos utensilios de cocina aparentemente inofensivos son una de las principales vías de formación y propagación de bacterias y microorganismos en los alimentos”, recuerdan los expertos.

  • Evita usarlos más de 24 horas sin desinfectarlos con lejía.
  • No te seques las manos con el trapo que ha estado en contacto con carne o pescado crudo.
  • Si puedes, sustitúyelos por papel de cocina de un solo uso.

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