Cuando David Beckham celebró su 50º cumpleaños, una ausencia llamó especialmente la atención y rápidamente dio la vuelta al mundo. En las imágenes y vídeos que circularon por redes sociales se podía ver a casi toda la familia reunida, excepto a Brooklyn Beckham, quien no asistió a la celebración.
Mientras Victoria Beckham y la pequeña Harper Seven se vestían de gala para la ocasión, y los hijos Cruz y Romeo acudían acompañados de sus respectivas parejas —Jackie Apostel y Kim Turnbull—, la ausencia del mayor de los hermanos fue más que evidente.
La pregunta no tardó en surgir: ¿por qué Brooklyn no estuvo presente en un momento tan importante para su padre?
Los rumores se multiplicaron en redes sociales, y finalmente varias fuentes señalaron un posible motivo: la supuesta incomodidad y los celos de Nicola Peltz, esposa de Brooklyn, al coincidir con Kim Turnbull, ex de su marido, con quien este habría tenido un breve romance en el pasado.
Sean verdad o no los rumores, lo cierto es que se trata, en realidad, de una situación más común de lo que parece, pero no por ello menos compleja de asimilar o de gestionar, especialmente cuando no se cuentan con las herramientas emocionales necesarias.
Cuando alguien de tu entorno —ya sea un hermano, un amigo o un conocido cercano— comienza a salir con la expareja de la persona con la que tú estás hoy, puede resultar realmente arduo coincidir con esa persona en eventos familiares, celebraciones o reuniones sociales.
De hecho, este tipo de dinámicas, aunque no siempre se expresen abiertamente, incluso pueden afectar tanto a la relación de pareja como al entorno afectivo más amplio, si no se gestionan con madurez, comunicación y límites claros.
Los celos retrospectivos, un fenómeno muy común
No resulta fácil para ninguno de los implicados. De hecho, ni siquiera para Romeo Beckham, quien ha encontrado el amor en un antiguo romance de su hermano. Como explica la terapeuta sexual y de pareja Nayara Malnero (@sexperimentando): “Desde el inicio de la relación uno se cuestiona si iniciar o no iniciar la relación porque se va a ver condicionada por el hecho de que ya haya habido una persona cercana o que hayas visto a la que quieres que sea tu pareja, teniendo una relación sentimental o gestos de afecto con otra persona”.
Un punto muy relevante a tener en cuenta, como sucede en muchas relaciones, es la de los celos. Pero no todos los celos son iguales, ni todos afectan de la misma manera. En este caso, los más comunes son retrospectivos, es decir, aquellos que, a diferencia de los celos habituales (como ver a tu pareja coquetear con alguien ahora), surgen al pensar o saber sobre relaciones anteriores de la persona amada, incluso si ocurrieron antes de que se conocieran.
En este tipo de relaciones, los celos retrospectivos aparecen mucho más porque tenemos el elemento sentimental de que estos celos son provocados por una persona que, además, conocemos, y también tiene sus peculiaridades
Es muy común que estos celos desemboquen en conflictos para quiénes los sufren: “Son difíciles de gestionar. Aparecen las comparaciones, las inseguridades, la autocrítica y la opinión social, que es otra de las presiones importantes. Pensamos en qué opinan los familiares, amigos, personas del entorno que especulan sobre por qué ahora esta persona está con otra”.
Por qué es habitual compararse con otros
Establecer cuáles son las mejores formas de manejar los celos, la comparación o la competencia emocional en este tipo de situaciones no es tarea fácil. “En las relaciones cercanas, la comparación y todas estas emociones, siempre aparecen, sobre todo, entre hermanos. Siempre hay una pequeña competencia que viene desde pequeños; como la competencia por el cariño y la atención de los padres, por ver quién era mejor en los deportes o en los estudios”. Un fenómeno que, trasladado a una pareja “eso es mortal. Vuelve a sacar a la luz y desata todos los patrones y emociones infantiles”, comenta Nayara Malnero.
Es muy frecuente que haya personas que se comparen con aquello que han imaginado que han hecho sus parejas con anteriores parejas o porque su pareja les ha dicho una frase determinada
Teniendo en cuenta esta competencia, y extrapolada a la situación de Brooklyn y Romeo Beckham, la situación se vuelve incluso más compleja. Asimilar que tu hermano está saliendo con una chica con la que has estado, y viceversa, incrementa todavía más las inseguridades que la sexóloga comentaba: “La sexualidad es otro tema importante en este asunto”.
En este ámbito es donde aparecen las comparaciones más íntimas, los celos y las inseguridades más profundas. “Como experta en terapia sexual te puedo decir que aquellas comparaciones que no tenemos en el resto de nuestro día a día y, esa seguridad que desarrollamos en muchísimas esferas de nuestra vida, se esfuman en el momento de la intimidad”, señala la profesional, ejemplificando la situación con un caso tan común, como tabú también: “Es muy frecuente que haya personas que se comparen con aquello que han imaginado que han hecho sus parejas con anteriores parejas o porque su pareja les ha dicho una frase determinada”.
Cómo gestionar encontrarse con la ex de tu pareja
En este triángulo amoroso, ser Romeo o Brooklyn Beckham, desde luego, no es sencillo. Sin embargo, una de las personas que pueden sentirse más dañadas es la pareja de Brooklyn, Nicola Peltz, quién puede hacerse pequeña ante la presencia de Kim Turnbull.
- Asimilar la situación. “Debemos tener la madurez suficiente para entender que eso es una historia del pasado que ya ha terminado y que, si tu pareja está contigo es porque así lo desea y lo ha decidido”, cuenta Nayara Malnero al respecto, destacando la importancia de interiorizar que hay ciclos que ya han sido cerrados. “Si no continúa con la otra persona es porque esa historia se terminó, con lo cual podemos entender que sea incómodo, pero eso es algo que implica madurez y reflexión en ese sentido”.
- Responsabilidad afectiva y trabajo personal: Aunque sería válido que Nicola Peltz sintiera emociones incómodas, también es necesario asumir responsabilidad por cómo se gestionan esas emociones. Es decir, no basta con decir "tengo celos y es válido", sino que hay que trabajar en uno mismo para no proyectar o descargar esas emociones de forma impulsiva o dañina.
- Evitar anticipaciones y conflictos innecesarios: A veces interpretamos situaciones con ansiedad o desconfianza (por ejemplo, pensar que la expareja reapareció con malas intenciones) y actuamos antes de tiempo, opinando o interviniendo sin necesidad. “En este sentido, es importante que en lugar de entrometernos y ser quienes demos nuestra opinión, las dejemos caer por su propio peso, antes que anticiparnos”.
En definitiva, sentir celos o incomodidad en ciertas situaciones no nos convierte en personas tóxicas ni inmaduras, pero lo que sí marca la diferencia es cómo elegimos manejarlos.
Reconocerlos, aceptarlos y trabajarlos desde la responsabilidad emocional es clave para evitar conflictos innecesarios y fortalecer nuestras relaciones. Tal y como comenta la experta, “acompañarse del entorno —ya sea la pareja, la familia o incluso un profesional— puede ser fundamental” para convertir esa emoción incómoda en una oportunidad de crecimiento personal.