¿Qué es la disección aórtica y cuáles son sus síntomas?

Es un problema vascular de gravedad, que suele cursar de forma aguda, característicamente con un dolor muy intenso

Por Pilar Hernán

Para entender qué implica un problema de salud como la disección aórtica, hay que partir de la base, comprendiendo cuál es la función de la aorta, la arteria principal del organismo, que abastece de sangre a todo el cuerpo, y está formada por 3 capas, la íntima, la media y la adventicia. “La disección aórtica (DA) se produce por un desgarro en la capa más interna (íntima) que conduce a un despegamiento de la capa media, a la formación de una ‘falsa luz’ y en última instancia a un compromiso en el funcionamiento del corazón y en el riego a los órganos vitales”, nos detalla el doctor David Martí Sánchez, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Sanitas Virgen del Mar, quien nos confirma que estamos ante un problema de salud de gravedad.

“La disección aórtica es uno de los grandes síndromes vasculares que tienen riesgo de muerte inminente. Aunque es menos conocida que el infarto de miocardio, se estima que causa centenares de muertes al año en España, y su pronóstico está muy ligado al diagnóstico precoz y al tratamiento expeditivo”, nos detalla.

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¿Cuáles son las causas que influyen en su aparición?

El especialista nos explica que la causa más común es la hipertensión arterial mal controlada. Además, hay situaciones que favorecen la disección, debilitando la pared aórtica de forma congénita (válvula bicúspide, síndromes de Marfan, de Ehlers-Danlos o de Loeyz-Dietz) o adquirida (cirugías cardiacas o aórticas previas, embarazo).

Relación con el aneurisma aórtico

Una de las dudas que nos planteamos es si existe relación con el aneurisma aórtico. “El aneurisma o dilatación de aorta en un precursor de la disección aórtica, que traduce precisamente un debilitamiento de la pared y una propensión a sufrir el desgarro en la capa íntima. Afortunadamente, la mayoría de aneurismas de tamaño pequeño o mediano no sufrirán una disección, pero sin duda hay que revisarlos periódicamente y proceder a su intervención antes de que el diámetro se haga amenazante”, explica el especialista de Sanitas.

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¿Cuáles son sus síntomas?

Tal y como nos explica el doctor Martí Sánchez, el aneurisma aórtico no suele dar síntomas, y habitualmente se detecta en un chequeo médico por hipertensión arterial o por antecedentes de cardiopatía o aortopatía. “La disección aórtica, por el contrario, suele cursar de forma aguda, característicamente con un dolor muy intenso (de los más intensos que una persona puede recordar), que no se repite en varias ocasiones (no más de 1-2 episodios), y que característicamente se transmite, o recorre, de la zona anterior a la posterior del tórax, o de la parte alta a la parte baja de la espalda”, cuenta.

Factores de riesgo

¿Hay grupos de personas con un mayor riesgo de padecer este problema de salud? El doctor hace referencia a tres grupos de riesgo:

  • Sin duda, los pacientes con mayor riesgo son los pacientes hipertensos mal controlados.
  • En segundo lugar, en frecuencia absoluta, aunque con alto riesgo relativo, estarían los afectos de valvulopatía aórtica o patologías hereditarias del tejido elástico de la aorta.
  • Por último, y afortunadamente poco frecuente, estarían las disecciones relacionadas con eventos hormonales o con el embarazo.

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La importancia de la detección precoz

“El punto fundamental para la supervivencia es un diagnóstico casi inmediato y una intervención precoz. Pero más importante si cabe es una adecuada prevención”, argumenta el doctor, que añade que, por ello, es esencial tratar adecuadamente la tensión arterial e identificar y seguir periódicamente a pacientes con dilatación de la aorta ascendente.

Una vez que aparece el dolor intenso como síntoma principal, se debe acudir con premura a un servicio de urgencias para que se realicen las pruebas necesarias. 

Confirmar el diagnóstico

¿Cómo se llega al diagnóstico de la disección aórtica? La prueba más empleada es el TAC o escáner aórtico, que permite identificar la disección, y definir muy bien su extensión y la afectación de ramas viscerales. Además, el doctor matiza que como alternativa, el ecocardiograma puede identificar bien las disecciones de la raíz aórtica, y algunas de sus complicaciones como la afectación valvular y el derrame pericárdico.

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¿Cómo debe tratarse?

El especialista de Sanitas nos detalla que en la mayoría de los casos, la disección de aorta ascendente requerirá un abordaje quirúrgico precoz (en menos de 24 horas), dado que dejada a su libre evolución tendrá alto riesgo de daño valvular, coronario, pericárdico o cerebral.

Las disecciones de porciones más separadas de la aorta (aorta descendente) admiten con mayor frecuencia una actitud vigilante, y cirugía solo en caso de una mala evolución clínica.

Pronóstico tras una disección aórtica

Como decíamos al comienzo, la disección aórtica es una patología grave. “Tradicionalmente se ha dicho que su mortalidad sin tratamiento es del ‘1% a la hora durante las primeras 48 horas’, y que supera el 60% del total de pacientes que la padecen. La cirugía precoz, sustituyendo la zona del desgarro y de mayor afectación aórtica por un tubo protésico, puede lograr supervivencias superiores al 80%, por lo que continúa siendo el tratamiento de elección”, nos detalla.

¿Es un problema que se puede prevenir?

Teniendo en cuenta que la hipertensión es la causa principal, la mejor prevención es el control adecuado de la tensión arterial, con unas cifras deseables en la población general por debajo de 130/80, y el estudio adecuado de familiares de pacientes con valvulopatía aórtica, aortopatía o fallecimientos inexplicados.

“Desafortunadamente, a pesar de todos nuestros esfuerzos, algunas personas seguirán padeciendo esta temible patología, por lo que el consejo es, ante un dolor de elevada intensidad, acudir rápido a un servicio de Urgencias donde se puedan realizar los exámenes necesarios”, sugiere el especialista.