Las bebidas energéticas, en el punto de mira: así es cómo pueden afectar a nuestra salud

Son productos con altas dosis de cafeína y de azúcares que pueden llegar a causar adicción

Por Pilar Hernán

El consumo de bebidas energéticas está en el punto de mira, sobre todo en relación a los más jóvenes. Galicia ha sido la primera comunidad que ha decidido tomar medidas y regular su consumo, prohibiéndolo entre los menores de edad. A día de hoy, son siete las comunidades autónomas que se plantean seguir los pasos de la comunidad gallega y regular la venta de bebidas energéticas a los menores de edad, un sector de la población que, siguiendo la línea del estudio y según el Ministerio de Sanidad y la Asociación Española de Pediatría, no debería consumir este tipo de productos.

De lo que no hay duda es de que estamos ante un tipo de bebidas que ha ido, poco a poco, cobrando protagonismo, especialmente entre los más jóvenes y toca buscar las razones. “Lo primero porque es algo que ha sido novedoso y ese es el primer aliciente para los jóvenes. Por otro lado, tanto la presentación como los sabores son muy adictivos y llamativos por lo que favorece el hecho de iniciarse en el consumo. Por último, son productos que llevan mucha publicidad y marketing de manos de gente influyente para los jóvenes y esto incita al consumo, a probarlo, a intentar ser como ellos…”, nos cuenta la Dietista-Nutricionista Marta Villarino Sanz, miembro del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA).

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Generan adicción

Uno de los aspectos más llamativos es que pueden llegar a generar cierta sensación de adicción. Nos lo confirma la nutricionista, que aclara que son productos muy ricos en azúcares que favorecen que se potencie ese sabor y que se pueda caer en la adicción. “Además, contienen estimulantes no naturales que generan una adicción con la repetición en el consumo”, comenta.

Efectos en el organismo

Marta Villarino Sanz nos detalla que lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nos pone en un estado de alerta de manera artificial y que no es necesario. Por otro lado, al tener esas dosis tan elevadas de cafeína (similar a más de 10 cafés) favorece las taquicardias y a largo plazo problemas cardiacos. “Su consumo, como el de los refrescos, está relacionado con alteraciones en la microbiota intestinal y estos cambios se ven relacionados con problemas digestivos a largo plazo y el padecimiento de enfermedades crónicas”, nos detalla.

Un consumo excesivo de las mismas puede provocar problemas cardíacos, de sueño (por las dosis de cafeína), alteraciones en el sistema digestivo y más a largo plazo derivado de todo esto, problemas de comportamiento, agresividad…

“Es importante añadir que se ha detectado un auge en el uso de bebidas energéticas con alcohol, una combinación que se debe evitar en su totalidad, ya que la cafeína disminuye la percepción de la intoxicación etílica y su efecto depresor del alcohol, elevando el riesgo de aumentar el consumo tanto de alcohol como de cafeína”, explica por su parte el dietista nutricionista Jose Luís Flores, miembro de Doctoralia.

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Sus principales componentes

Tal y como nos confirmaba la experta de CODINMA, son muy ricos en azúcares y aminoácidos no esenciales que no son necesarios en esas cantidades tan ingentes. "Además, tienen una alta concentración de cafeína”, nos cuenta la nutricionista, que añade que, en su opinión, no tienen ningún beneficio desde el punto de vista nutricional.

Por su parte, Karen de Isidro, dietista-nutricionista y miembro de Doctoralia, relaciona los posibles problemas de salud que pueden ocasionar con los ingredientes comunes en su composición:

  • Cafeína: Puede provocar taquicardia, temblor, mareo, insomnio, aumento de la tensión arterial y problemas digestivos.
  • Azúcar: Puede provocar obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes, caries y cándidas.
  • Exceso de vitaminas: Puede provocar erupción cutánea, diarrea, entumecimiento articular, intoxicación hepática y hormigueos en manos y pies.
  • L-Carnitina: Puede provocar vómitos, gastritis, náuseas y diarrea.
  • Guaraná: Puede provocar insomnio, problemas digestivos y aumento de la presión arterial.
  • Ginkgo Biloba: Puede provocar malestar intestinal y reacción alérgica.

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Desmitificando los mitos más comunes

Lo que es un hecho es que son muchas las creencias que se han ido difundiendo a lo largo de los años sobre este tipo de bebidas. Con la ayuda de los dietistas nutricionistas y miembros de Doctoralia, resumimos algunos de los más habituales.

  • La taurina, ingrediente presente en estas bebidas, ¿contiene un efecto enérgico? La realidad es que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) lo ha negado como efecto positivo asociado a este tipo de bebidas.
  • ¿El ginseng es beneficioso para hacer frente al cansancio? No existe ningún respaldo científico sobre esto. Lo mismo ocurre con el guaraná y la L-carnitina, que no ayudan a recuperar el cansancio, ni mejoran la capacidad cognitiva, ni la resistencia física.
  • A nivel genérico, ¿las bebidas energéticas son buenas para el deporte, la recuperación y el rendimiento? Lo cierto es que no. No contienen ni electrolitos ni aporte nutricional.
  • ¿El consumo de la bebida energética disminuye los efectos del alcohol? Simplemente enmascaran la “borrachera”, pero los efectos ebrios siguen estando.
  • Sustituir un café por una bebida energética, ¿equivale a lo mismo? Nunca. Las bebidas energéticas contienen más azúcares o edulcorantes, además de cafeína.
  • ¿Las bebidas energéticas son realmente bajas en azúcar? Estos productos suelen contener en torno a 15g/100m, de manera que si tomamos una lata de 500ml consumiremos 75g de azúcar, lo que equivale a casi 19 terrones de azúcar.
  • Este tipo de bebidas, ¿son una buena fuente de vitaminas? Muchas de ellas sobrepasan la cantidad diaria recomendada, pudiendo provocar una acumulación que podría derivar en una intoxicación.

¿Tienen algún beneficio?

Según el dietista nutricionista Jose Luís Flores, “el único beneficio que puede aportar el consumo de este tipo de bebidas, es un incremento del rendimiento a través de la cafeína que contienen”.

Sin embargo, hay que valorar pros y contras, y la concentración de cafeína que aporta comparada con la de un café puede ser, según el tamaño de la lata, ligeramente menor o muy superior. Si a todo esto le sumamos el alto contenido en azúcares o edulcorantes, un café es una mejor opción a tomar, tanto por su contenido en cafeína, como en azúcares y edulcorantes.

Por qué deberíamos evitar su consumo

La experta de CODINMA lo tiene claro y nos explica que en general todos deberíamos evitarlo. “Por especificar los grupos más vulnerables por supuesto los niños, jóvenes y personas con afecciones cardíacas y digestivas, con problemas relacionados con el comportamiento y agresividad. Pero insisto, todos deberíamos evitar su consumo”, nos comenta.

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Diferencia con las bebidas isotónicas

Otra de las dudas que nos surge es qué diferencia hay entre bebidas energéticas y bebidas isotónicas, y la principal es la composición. “Las bebidas isotónicas se crearon como líquido recuperador tras esfuerzos que conllevaban la pérdida de minerales (ante un ejercicio elevado o de alta intensidad). También se han utilizado para revertir la pérdida de estos minerales en diarreas y pueden ser un aliado. En cambio, las bebidas energéticas se empezaron a vender como sustituto del café o como motivador de actividad, pero siempre han estado desaconsejadas", explica la experta de CODINMA.

Por otro lado, Karen de Isidro añade una alternativa. “Las bebidas energéticas caseras pueden ser una buena opción, ya que nos aportan energía con ingredientes naturales. Se pueden hacer con té verde, fruta, agua de coco, limonada o yerba mate, por ejemplo”, nos dice.

Por todo ello, los expertos consideran que se debería avanzar en una legislación para el consumo de este tipo de bebidas. “Mi postura siempre será en pro de la prohibición de las mismas o al menos que haya una legislación que prohíba su venta a menores y que la información sobre estas sea mayor y que enseñe la realidad de las consecuencias de su consumo”, concluye la experta de CODINMA.

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