Hacer dieta antes de Navidad, ¿es una buena idea?

Analizamos con la ayuda de una experta si es realmente eficaz seguir un régimen en estas semanas previas a las grandes comilonas

Por Pilar Hernán

Vienen días de excesos, de comilonas con amigos, con familiares, con compañeros de trabajo. Quien más quien menos ya tiene agendadas citas en las próximas semanas. Y nuestra figura se resiente. Por eso, aunque la mayoría de los regímenes para perder peso suelen comenzar en los primeros días de enero, tal vez te has planteado si es buena opción comenzar antes, para salir victoriosa al comienzo del año en la batalla con la báscula que solemos librar en estas fechas. Sabemos que no todo es blanco o negro, pero si le preguntamos a una experta en Nutrición si es buena idea comenzar una dieta antes de Navidad, ¿respondería de forma afirmativa o negativa? Lo hemos hecho y nos confirma que, siguiendo con lo cromático, como intuíamos, hay una gran gama de grises al respecto. “Depende de cada caso, de la indicación, porque si es por salud hay que ponerse ya mismo independientemente de la época del año”, nos cuenta la doctora Juana Coronado, del equipo médico de la Clínica Mira + Cueto. “A la hora de comenzar una dieta solemos encontrar excusas para no hacerlas y una puede ser que ‘este no es el momento porque vienen las fiestas’, pero cada uno debe encontrar su momento para comenzarla y para ello lo más importante es estar motivado, tener un objetivo alcanzable, realista e ir a por ello. Cierto es que si llevas tiempo pensando en ponerte a dieta justo hacerlo antes de comenzar las Navidades puede no ser el momento más idóneo, pero reflexiona sobre si ya llevas tiempo poniéndote excusas y ésta es una más”, nos comenta.

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¿Sirve de algo hacer dieta antes de Navidad?

La Navidad y las grandes comilonas parecen ir irremediablemente. ¿Realmente sirve de algo hacer dieta en las semanas previas a la Navidad para afrontar después esos días en los que los excesos son una constante? La experta nos cuenta que no hay porqué hacer una dieta estricta. “Como se ha formulado en la primera pregunta, no todo es blanco o negro. Hay situaciones en las que la celebración de la Navidad comienza a finales de noviembre con cenas etc. Es necesario cuidarse, no cometer excesos, realizar ejercicio y compensar con las comidas complementarias del día. Tenemos que planificar y no dejarnos llevar. Estamos hablando de los casos en los que hay que controlar el sobrepeso. Los extremos nunca son buenos, no considero que lo mejor sea hacer una dieta estricta antes de la Navidad para luego comer todo lo que se nos ponga por delante. Tanto antes, durante y después debemos mantener una buena rutina sobre todo con el ejercicio, es lo que más no va a ayudar a controlar”, nos detalla la doctora Coronado.

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Recomendaciones para las semanas previas a la Navidad

¿Cuáles serían sus recomendaciones para estas semanas previas al mes de diciembre, cuando los compromisos alrededor de la mesa se disparan? “Las semanas previas al mes de diciembre debemos tener establecida una regularidad en nuestras comidas y el ritmo del ejercicio. Hay que ser riguroso con las pautas de alimentación planificando nuestros menús para no sucumbir al realizar la compra ante la gran oferta de productos calóricos relacionados con la Navidad que ya están en los supermercados desde finales de octubre y ser muy constantes con el ejercicio”, anticipa. “El problema con las Navidades en ocasiones radica en que las celebraciones no comienzan el 24 de diciembre sino mucho antes”, nos dice la experta.

Para tratar de controlar esta situación, nos da una serie de consejos útiles que deberíamos tener en cuenta cuando llegan estas fechas.

  • Basa tus menús en alimentos poco calóricos, ricos en fibra, con propiedades diuréticas.
  • Reduce grasas y azúcares, embutidos, quesos grasos, Bacon, carnes rojas, fritos en general, alimentos procesados, patatas fritas, snacks, alcohol y consume frutas, verduras, hortalizas, proteínas de la carne, pescado y vegetales.
  • No es recomendable moverse en los extremos ni por defecto ni por exceso sino buscar el equilibrio alimentario.
  • Cuando se acercan los eventos a veces tenemos que seleccionarlos si son excesivos. A veces a lo mejor hay que decir que no.
  • No dejes el ejercicio y lo ideal es aumentarlo.
  • Será diferente si son menús cerrados o abiertos en los que puedes elegir lo que comes lo cual nos facilita un poco las cosas.
  • Cuando te sientas a la mesa elige bien lo que vas a comer, no picotees, participa en la conversación, come conscientemente dándote cuenta de lo que comes, controla el alcohol y los dulces.
  • Si hay varios entrantes en la mesa selecciona los menos calóricos.
  • Si te dan a elegir selecciona para comer mariscos, carnes y pescados cocinados al vapor o asados al horno como las gambas planchas y al ajillo, almejas o berberechos al vapor, langostinos cocidos, gambones, mejor pescado que carne, mejor pescados azules y dentro de las carnes mejor pavo que ternera.
  • No excederse con el alcohol. En las cenas prenavideñas se mezclan muchos tipos de alcohol, cerveza en los aperitivos, vino para cenar, cava para brindar, a veces incluso algún licor y luego copas. Es demasiado, tienes que reflexionar y negociar cuánto vas a beber, lo ideal sería nada o poco, pero a veces es difícil.
  • En cuanto a los postres es difícil decir no, pero hay que intentarlo y si lo comemos luego hay que moverse y comer menos. Siempre se trata de buscar el equilibrio.
  • Evitar los turrones que son muy calóricos o sólo tomarlos en los días más claves y mejor en la comida que en las cenas.

Excusa para comer más los días festivos

Nos surge la duda de si puede haber personas que realmente lo que buscan es tener una excusa para poder comer más los días festivos. “Puede ser, pero si estás acostumbrado a comer bien, de una forma equilibrada y saludable tiendes a reajustar las comidas. Puede ser que te pases un poco estos días, pero de alguna manera es como que no lo toleras, te sienta mal. Puedes tener digestiones más pesadas estar más incómoda y tiendes a reajustar las comidas y puntualmente alguna ser más copiosa pero no ser la tónica general”, nos comenta.

Por otro lado, añade que hay personas a las que les encanta comer y les cuesta más trabajo buscar ese equilibrio y luego ya después de las Navidades es cuando se plantean ponerse a dieta una vez más y esa opción les da tranquilidad y se centran en disfrutar del momento. En estos casos animar mucho a no olvidarse del ejercicio.

El objetivo, cambiar de hábitos

En lo que coinciden los expertos es en que deberíamos trabajar más en un cambio de hábitos que ir enlazando periodos de dieta. “Totalmente de acuerdo. Enlazar periodos de dieta continuados sin llegar a conseguir el objetivo puede generar frustraciones y dificulta cada vez más el proceso de dieta, te vas cansando, hay una peor respuesta del organismo, Un cambio de hábitos bien estructurado y adaptado a cada persona es lo que nos puede hacer conseguir resultados a largo plazo”, nos detalla.

¿Sus recomendaciones? “Tenemos que enfocarnos en los cambios de hábitos de forma global, no sólo con la alimentación y ejercicio, debemos gestionar el estrés con técnicas de relajación, mindfullnes, etc, dormir unas 7-8 horas y hacer todo lo posible para que sea un sueño reparador (no te lleves los dispositivos digitales a la cama, cena 2 horas antes, haz ejercicios de respiración para parar que es algo que cuesta al final del día…), buscar tiempo de calidad personal (caminar, leer, depende de tus aficiones, ), mantener o cuidar tus amistades… Digamos que hacer cosas que te den energía y hagan que te sientas mejor”, nos cuenta.