¿Por qué los pacientes con fibromialgia tienen un incremento de la permeabilidad intestinal?

También se ha comprobado que les puede suceder, así como la inflamación a nivel digestivo, a quienes padecen Síndrome de Fatiga Crónica

Por Pilar Hernán

Hay problemas de salud que, aunque no lo pensemos en un primer momento, pueden tener relación. Así sucede con determinadas patologías gastrointestinales y algunas enfermedades crónicas. Así, los últimos estudios apuntan a que cada vez hay más pruebas de la importancia de las molestias gastrointestinales en el deterioro de la función de la barrera mucosa intestinal y la inflamación en la fibromialgia (FM) y en la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC).

Así lo constata un estudio científico que ha publicado recientemente en la revista Frontiers in Inmunology un equipo de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, del Instituto de Investigación Vall d´Hebron y de la Universidad de Barcelona, junto con la Unidad de Síndrome de Sensibilidad (SHC Medical) del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz y la División de Reumatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, y que muestra que pacientes con Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica tienen un incremento de la permeabilidad intestinal y de la inflamación a nivel digestivo.

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¿Qué es la permeabilidad intestinal y cómo puede afectarnos?

Es la primera pregunta que nos podemos hacer y para responderla hemos querido contar con la ayuda de María Real Capell, (@mariarealcapell), farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, quien nos explica que el intestino es un largo tubo con una permeabilidad selectiva, es decir sabe lo que tiene que dejar entrar dentro del torrente sanguíneo -como las vitaminas por ejemplo- y sabe también lo que no debe dejar entrar, como por ejemplo toxinas, pequeños fragmentos de alimentos no digeridos y bacterias. “Esto sería una permeabilidad intestinal normal, una permeabilidad selectiva. Sin embargo, algunas personas pueden presentar una permeabilidad intestinal aumentada. Entonces en estas personas vemos que la barrera intestinal está dañada y eso permite que sustancias como las toxinas entren dentro del torrente sanguíneo. El hecho de que sustancias que no deberían pasar la barrera intestinal la pasen genera inflamación, alergias, malestar e incluso a la larga puede acabar generando enfermedades autoinmunes, ya que el sistema inmune se “harta” de luchar contra sustancias invasoras que entran constantemente en el torrente sanguíneo”, comenta.

Cómo medir la permeabilidad intestinal

“Actualmente la prueba más fehaciente que tenemos para medir la permeabilidad intestinal es la medición de zonulina en heces. Es bastante cómoda para el paciente porque lo único que tiene que hacer es recoger una muestra de heces, por lo tanto, es una prueba que llamamos no invasiva”, detalla la experta.

Así, si la zonulina en heces aparece alta podría indicar un aumento de la permeabilidad del intestino. No obstante, siempre hay que evaluar las pruebas médicas junto con la sintomatología del paciente.

Aclara, eso sí, que entonces la relación de un intestino demasiado permeable con la fibromialga y SFG -el síndrome de fatiga crónica- es objeto de estudio y hemos visto que podría estar relacionada por lo siguiente:

  • El intestino y el cerebro están conectados por el eje intestino-cerebro. Entonces las alteraciones en la permeabilidad intestinal pueden influir en la producción de neurotransmisores que afectarán al estado de ánimo y en la función cerebral.
  • Los pacientes con fibromialgia y síndrome de fática crónica presentan la mayoría de veces disbiosis intestinal. “Yo puedo afirmar que no he visitado todavía a ningún paciente con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica que me diga que está bien a nivel intestinal. Siempre tienen algún síntoma: diarrea, estreñimiento, distensión abdominal, exceso de gases… siempre, siempre hay algo”, apunta basándose en su propia experiencia.
  • Un intestino permeable filtrará en el torrente sanguíneo sustancias como bacterias y fragmentos de alimentos sin digerir que pueden desencadenar una respuesta inmunológica, esta respuesta inmunológica puede “preparar el terreno” para sufrir fibromialgia y síndrome de fátiga crónica.

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¿Cómo les puede llegar a influir esta situación a estos pacientes?

María Real nos detalla que algunos de los síntomas que sufren las personas con un intestino demasiado permeable son: fatiga crónica, alergias e intolerancias alimentarias, aumento de flatulencias, dolor abdominal, antojos -los llamados cravings en inglés- por alimentos (especialmente dulces), desarrollo o exacerbación de enfermedades autoinmunes, mal aliento, inflamación, deficiencias nutricionales, dolor de cabeza, foggy mind, distensión y dolor abdominal… Como estos síntomas son muy inespecíficos siempre deben ser revisados por un profesional de la salud.

¿Pueden tener más riesgo de inflamación intestinal?

La experta confirma que los pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica tienen más riesgo de inflamación intestinal. “Tal y como he explicado todavía no he visitado a ningún paciente con estas patologías que me diga que está bien intestinalmente. Siempre tienen algún síntoma. También se ha visto que los pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen poca diversidad bacteriana. Algunos probióticos que podrían ayudar a estos pacientes son los siguientes: Bifidobacterium bifidum y Lactobacillus acidophilus”, nos explica.

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¿Cuál debería ser el plan de acción con estos pacientes?

“En mi libro Cuando el Cuerpo se Rebela explico que la mejor forma para abordar la hiperpermeabilidad intestinal es con las 4R: Retira, Refuerza, Repuebla y Repara”, comenta la nutricionista, que nos detalla algunas claves:

  • En el paso de Retirar hay que evitar ciertos alimentos como por ejemplo los productos ultraprocesados.
  • En el paso de Refuerza hay que dar principios activos muy útiles para reparar la barrera intestinal como por ejemplo la glicina.
  • En el paso de Repuebla hay que dar distintas cepas de probióticos como por ejemple el Lactobacillus rhamnosis GG.
  • Y en el paso de Repara hay que dar por ejemplo Vitamina A, caldo de huesos, etc. Todo esto debe hacerse acompañado de un profesional.

“Es muy importante que aparte de hacer las 4R, los pacientes aprendan a mejorar el estrés, ya que el estrés crónico aumenta la permeabilidad intestinal”, nos recomienda.

“En estos pacientes es importante buscar la alteración de la permeabilidad intestinal, ya que reflejaría una modificación de la microbiota intestinal y un posible incremento de la inflamación intestinal. Esto implicaría un abordaje terapéutico diferente al habitual con probióticos y prebióticos que, sin duda, ayudarían a mejorar la clínica de estos pacientes”, añade por su parte el Dr. Francisco Martin Bermudo, catedrático e investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) de la Universidad Pablo Olavide.