Personas faro: te contamos los motivos clave para tenerlas cerca

Son aquellas que con su presencia te llenan de energía y de luz. Una psicóloga nos da las claves sobre sus rasgos de personalidad

Por Pilar Hernán

Todos deberíamos rodearnos de las llamadas personas faro, nos guían, nos llenan de energía, de luz. Partiendo de esta base, parece que no hay discusión posible sobre la conveniencia de tener a alguna de estas personas cerca. “Se conoce como personas faro a aquellas que con su presencia te llenan de energía y de luz. Son personas con las que hablas y parece que los problemas o los ‘atascos vitales’ desaparecieran, pues son capaces de ver y transmitir todo tan claro que en ese momento parece que la solución está cerca y solo queda ir a por ella”, nos comenta sobre ellas Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria, directora de Tribeca Psicólogos (@tribeca_psicologos).

Lee también: En busca del secreto de las amistades más duraderas

Así son sus rasgos de personalidad

¿Cuáles son las características, los rasgos de esas personas que, podríamos decir, nos guían? Le planteamos a la psicóloga si existe un patrón común entre ellas, y nos los resume en los siguientes:

  • Suelen ser personas con ideas claras y firmes, asertivas, con gran capacidad de liderazgo y visión.
  • Estas personas transmiten fortaleza y sabiduría.
  • Además, puede decirse de ellas que son empáticas, sensibles y capaces de conectar con el otro y sus asuntos de una manera profunda.
  • Por eso, también destaca en ellas que saben decir las cosas y transmitir muy bien para ayudar al otro a pesar de que a veces tengan que poner sobre la mesa asuntos difíciles.
  • Podría decirse de estas personas que tienen un gran poder transformador.

Lee también: 8 rasgos que pueden indicar que tienes un exceso de empatía

Nosotros podemos ser 'personas faro'

Rebeca Cáceres incide en un aspecto importante, y es que más allá de que haya personas con características muy marcadas a las que podemos llamar personas faro, lo cierto es que todos hemos tenido alguna vez a alguien cerca que nos ha dado luz cuando hemos estado perdidos. Incluso, nosotros mismos hemos podido ser ese tipo de persona faro para alguien en algún momento de nuestra vida.

“Puntualizo esto último porque si bien es cierto que este tipo de personas tienen características específicas denominadas rasgos o incluso talentos, denominar a alguien así parece que le diese un poder sobrenatural. Igual que cuando hablamos de personas vitaminas o de personas tóxicas. En este sentido, como psicóloga creo que todos podemos ser todo alguna vez en nuestra vida, ante determinadas situaciones y con personas determinadas a pesar de que haya características que nos inclinen más hacia un determinado modo de denominarnos”, nos comenta la experta.  

“Hago también esta aclaración porque observo que en los últimos tiempos se habla mucho de salud mental y como viene siendo algo relativamente reciente, creo que la información se nos ha atragantado. De ahí que tendamos a polarizar y entonces nos convirtamos en personas tóxicas o no tóxicas, personas vitamina o no vitamina, personas faro o no faro… Sabiendo de antemano que, como he explicado, las personas a las que denominamos faro tienen rasgos específicos por las que se les conoce así”, matiza.

Lee también: Solo necesitas 5 minutos para detectar a una persona tóxica

¿Por qué razones las necesitamos?

Como decíamos al comienzo, no podemos perder de vista que tener al lado a una persona faro nos aporta luz, seguridad, confianza y calma. “Estas personas las podemos tener en nuestro entorno y también hay muchas personas de este tipo que son o han sido grandes líderes espirituales como por ejemplo la Madre Teresa de Calcuta”, considera la directora de Tribeca Psicólogos.

“Todos necesitamos a este tipo de personas en algún momento de nuestra vida. Estas personas nos ayudan a crecer, a ver más claros caminos que a veces nos cuesta ver, nos ayudan a ser sinceros con nosotros mismos dejando lejos los autoengaños y nos ayudan a enfrentar retos y caídas como parte de la vida diaria”, concluye la psicóloga.