Entrevista a Vanesa Lorenzo

'Intento buscar el bienestar físico y mental a través de un estilo de vida saludable'

La modelo y empresaria nos habla de cómo se cuida, qué hace para encontrar la paz interior y reflexiona cómo en la sociedad actual debemos fomentar el espíritu crítico para no dejarnos arrastrar por tendencias que nos puedan hacer daño

Por Nuria Safont

No necesita carta de presentación porque todas sabemos quién es Vanesa Lorenzo. Madre, junto a Carles Puyol, de dos niñas, Manuela y María, modelo, diseñadora, empresaria y, sobre todo, una apasionada de la vida sana y del yoga. Esta pasión es la que la ha llevado a publicar varios libros: Crecer juntos y Yoga, un estilo de vida. Y por ello hemos querido hablar con ella, para que nos explique qué es para ella vivir de forma saludable, consciente. Vanesa es un claro ejemplo de que apostar por el cuidado del cuerpo y de la mente redunda en una mayor calidad de vida, paz interior y una existencia más plena y coherente

Vanesa, has hecho de un estilo de vida saludable tu bandera, ¿qué es para ti la salud?

La salud es una prioridad y, por eso, dedico tiempo y esfuerzo en preocuparme de ella. Entiendo que el organismo funciona de manera integral sin poder disociar la parte mental de la física e intento buscar un bienestar físico y mental a través de un estilo de vida saludable en todos los sentidos.

¿Crees que nos cuidamos cómo debemos?

En mi opinión, el primer paso para poder cuidarnos es conectar con nuestro cuerpo; muchas veces si te paras a escuchar, él mismo te da la respuesta. Por ejemplo, debemos preguntarnos ¿qué alimentos te sientan mejor o peor, qué relaciones o situaciones te provocan emociones buenas o malas…? Estar atentos a cómo reacciona nuestro cuerpo es una buena guía. Y, por supuesto, asesorarse de buenos profesionales que estén actualizados.

En tu opinión, ¿cuáles son esos pequeños 'pecados' que cometemos en cuanto a nuestro cuidado?

'Pecar' con alimentos que en principio no son buenos de manera puntual, me sienta bien y para mı́ es un buen equilibrio, ya que no me gustan los extremos. Un 80% saludable y 20% no tan saludable me funciona. Con respecto a la salud mental, es mucho más complejo; estar en el presente, mantener una mente positiva y hacerte la vida fácil es un aprendizaje de por vida.

Hablemos de equilibrio. Parece que tú lo consigues, pero no es fácil para todos cuidarnos a la vez que tenemos que atender a todas las obligaciones del día a día. ¿Cómo lo haces?

Cuando tienes hijos es mucho más difícil, por eso no soy tan exigente con el tiempo que le dedico al ejercicio físico o cuidados personales, y aunque sea poco tiempo lo valoro y lo uso. Porque es mejor poco que nada. 

Y cuando mantenerlo es difícil, ¿qué hacer para encontrar una mayor paz mental? El yoga es sin duda la herramienta y la filosofía que me ayuda. Además, la conexión con la naturaleza es curativa.

En tus perfiles, hablas mucho de alimentación, ¿consideras que es fácil comer bien y cuidarnos?

Yo creo que no es tan difícil. Es importante tener una base de conocimiento para tomar buenas decisiones a la hora de comer. En mi libro Yoga un estilo de vida comparto la base de las pautas de alimentación que a me han ayudado a crear los menús y recetas de mi casa. Pero creo que la base para querer cuidarse empieza por quererse y respetar tu cuerpo. Por otro lado, solemos caer en la trampa de ponernos retos difíciles de asumir y pienso que es importante trabajar los cambios e introducir nuevos hábitos poco a poco para que luego perduren en tu día a día.

¿Comer sano y bien es cuestión de presupuestos? ¿Qué consejos nos darías para hacerlo?

Creo que hay factores clave que no tienen que ver con los presupuestos. Mis consejos son: evitar comidas y bebidas con azúcares añadidos y alimentos procesados. Que la fibra siempre este presente en nuestros platos, a través de las verduras, frutas, legumbres, frutos secos… dejar a un lado los productos con calorías vacías y apostar por los que tienen alto nivel nutricional. También la manera en la que cocinas los alimentos es algo que está al alcance de todos y es una muy buena propuesta para mejorar la alimentación. Cocinar al vapor o al horno, evitar fritos…

Háblanos del yoga, ¿cómo te iniciaste en esta disciplina?

Empecé a practicar yoga en Nueva York cuando tenía poco más de 20 años y desde entonces mi práctica ha pasado por diferentes fases. La primera fue de aterrizaje, sin entender realmente los beneficios que podía sacar de esta práctica milenaria, y con el deseo de conseguir una figura con musculatura esbelta. Con el paso del tiempo este deseo meramente estético ha pasado a otro plano que ya no me preocupa. Ahora practico yoga porque me ayuda a encontrar paz en mi interior, me hace sentir fuerte física y mentalmente y tengo el deseo de crecer a nivel de conciencia y espiritualidad.

¿Cómo te ha ayudado el yoga a poder sobrevivir a la frenética vida de una modelo?

Cuando tenía una vida nómada, la práctica de yoga por las mañanas antes de empezar la jornada me ayudaba a ordenarme en los viajes, con los distintos cambios de horario a los que me sometía constantemente, pudiendo practicar en las habitaciones de hotel.

¿Por qué consideras que es bueno que los padres acerquen el yoga a sus hijos?

El objetivo es a largo plazo y hay muy buenas razones por las que hacerlo. Una muy valiosa es aprender a respirar, con los grandes beneficios que la respiración consciente conlleva, el trabajo físico y postural, la introducción a la meditación y la búsqueda de la calma interior. En mi segundo libro, Crecer juntos, explico como poder introducir el yoga en el hogar y cómo nuestros hijos se pueden beneficiar de esta maravillosa práctica que les puede servir a lo algo de toda su vida. En este libro también encontraréis introducción a la 'Disciplina Positiva', que es un método educativo que se basa en el respeto mutuo, pertenencia y utilidad, el aliento y la educación a largo plazo.

¿Qué más nos puedes decir para dar un paso más en nuestro deseo de 'estar bien'?

Esta nueva era nos confronta con un reto difícil, por eso creo necesario trabajar el estado de conciencia y estar presentes para darnos cuenta de qué nos hace bien y qué no, estar alerta y mantener un pensamiento crítico para poder tomar nuestras propias decisiones y que no nos arrastren desde fuera a dinámicas insanas y seguir tendencias o hábitos impuestos por las redes sociales. Tanto a nivel de consumo como a nivel emocional. Protegernos entre todos.