Sentir adormecimiento en los pies, ¿puede ser síntoma de enfermedad?

Las parestesias o alteraciones de sensibilidad pueden tener su origen en múltiples causas

Por Pilar Hernán

Todos hemos tenido en algún momento esa sensación de pies adormecidos, motivada en muchos casos por una mala postura. Pero hay ocasiones en las que aparece sin motivo y puede llegar a ser motivo de preocupación. Para saber más sobre las causas de dicho problema y valorar si estamos ante un problema importante, hemos hablado con la doctora Cristina Garrido, médico de familia de HC Marbella y miembro de Top Doctors, quien no ha dudado en detallarnos los motivos por los que puede producirse este problema así como las posibles soluciones.

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¿Por qué se nos duermen en ocasiones los pies?

El hormigueo, entumecimiento o acorchamiento de una parte del cuerpo se conoce como parestesia. Se trata de una sensación anormal de la sensibilidad sin estímulo previo que puede estar producida por una alteración del sistema nervioso central o de los nervios periféricos. Aunque puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, lo más frecuente es que ocurra en manos y pies.

Este adormecimiento de las extremidades inferiores, ¿puede delatar un problema de salud?

Las parestesias o alteraciones de sensibilidad pueden tener su origen en múltiples causas. La mayoría de las ocasiones duran segundos o minutos, en cuyo caso estaríamos hablando de una parestesia transitoria. Este fenómeno es secundario a hábitos posturales, ocurre por ejemplo cuando nos quedamos dormidos sobre una parte del cuerpo y ejercemos una presión mantenida sobre los nervios que inervan dicha zona. Si los síntomas se prolongan en el tiempo, ocurren de forma repetitiva, no desaparecen de forma espontánea o asocian dolor o pérdida de fuerza, debemos consultar con un médico para estudiar su causa.

¿Cuáles pueden ser las causas que provocan este problema y sus síntomas?

  • Alteraciones endocrinas como el hipotiroidismo o una diabetes mal controlada durante años con afectación de los nervios periféricos.
  • Estados carenciales como el déficit de Vitaminas del Complejo B (Ácido fólico y B12) o la desnutrición y el alcoholismo.
  • El Síndrome de Piernas Inquietas, síndrome hereditario de causa desconocida que produce espasmos y una sensación anormal o desagradable en piernas por la noche, interfiriendo en ocasiones con el descanso nocturno.
  • Hernias discales, parte del disco intervertebral se desplaza hacia la raíz nerviosa ejerciendo presión y produciendo alteración en la sensibilidad y dolor.
  • Tumores Cerebrales o Accidentes Cerebrovasculares isquémicos (ictus), en este caso los síntomas aparecen de forma brusca y van en aumento. Suelen acompañarse de otros síntomas neurológicos como dolor de cabeza, pérdida de fuerza o alteración del habla.
  • Infecciones víricas como el Herpes Zoster. El virus afecta al nervio produciendo inflamación y como consecuencia se producen alteraciones en la sensibilidad en la zona inervada por el nervio afectado. Normalmente se acompaña también de dolor.
  • Enfermedades desmielinizantes como la Esclerosis Múltiple. Enfermedad autoinmune en la que se produce un daño en la vaina de mielina (cubierta protectora que rodea las neuronas) afectando a la transmisión del impulso nervioso y produciendo múltiples síntomas, entre ellos alteraciones en la sensibilidad como hormigueo o adormecimiento.
  • Síndrome de Guillain Barré es una enfermedad inflamatoria aguda que afecta a la vaina de mielina de los nervios tras una infección generalmente vírica, también hay casos descritos como efecto secundario raro de algunas vacunas. Los síntomas progresan de forma rápida y aunque puede comenzar con una alteración de sensibilidad en miembros inferiores como hormigueo o adormecimiento, produce en poco tiempo una parálisis de las piernas que progresa de forma ascendente pudiendo paralizar todo el cuerpo.
  • Problemas circulatorios como la Insuficiencia Venosa Crónica, comúnmente conocido como varices. Se trata de una dilatación de las venas que dificulta el retorno venoso de la sangre al corazón. Las venas tienen unas válvulas que al comprimirse permiten que la sangre ascienda al siguiente tramo, cuando las válvulas no funcionan de forma correcta la sangre cae al tramo inferior produciendo dilatación de la vena conocida como variz. En este caso además de adormecimiento suele aparecer dolor o sensación de pesadez e inflamación en piernas.

¿Hay solución, qué debemos hacer en caso de notar este problema?

El tratamiento varía en función de la causa que origine los síntomas. Algunos suplementos orales como los complejos vitamínicos con vitaminas del grupo B o el Magnesio pueden mejorar la clínica cuando esta se deba a una afectación del sistema nervioso periférico. Si los síntomas son secundarios a brotes por una Esclerosis Múltiple el tratamiento con corticoides tiene efecto antiinflamatorio y mejora la calidad de vida durante del brote. Los corticoides también pueden usarse para reducir la inflamación secundaria a un tumor cerebral. Algunos casos de hernias discales o tumores cerebrales tienen indicación de tratamiento quirúrgico.

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¿Hay hábitos y remedios caseros que nos ayuden a mitigar este problema?

En el caso de que no se diagnostique ninguna patología, corregir hábitos posturales para evitar la compresión prolongada del nervio puede mejorar los síntomas. Elevar las piernas, el frío local y las medias de compresión pueden aliviar cuando hay problemas circulatorios.