Comportamiento

¿Tu perro te mira fijamente cuando hace sus necesidades?

Te explicamos la mayoría de los comportamientos surrealistas que los perros tienen cuando defecan. Para ellos este momento es muy íntimo y se sienten muy vulnerables, cuando te miran está buscando tu colaboración.

Por David Navarro

Para quienes no han tenido perro, imaginar el grado de familiaridad que se genera con estas mascotas resulta muy difícil de explicar. El perro es un animal de manada, necesita sentirse integrado en todas y cada una de las acciones familiares, y pese a que su mente no le permite comprender la mayoría de las dinámicas, sí logra comunicarse e integrarse de forma que todo acaba teniendo un sentido para él.

Esto hace que los propios dueños también integren la presencia del perro en momentos que a veces resultan incluso surrealistas o difíciles de explicar a quienes no tienen costumbre de convivir con estas mascotas. Por ejemplo, es común que los perros insistan en entrar con nosotros al aseo y se queden muy cerca cuando estamos realizando nuestras necesidades, nos miren, y traten de darnos cierto “apoyo”. Esto, que para los canes no supone ningún inconveniente, para los humanos es una prueba de fuego de intimidad y familiaridad en la que no todo el mundo está dispuesto a transigir. ¿Por qué lo hacen?

Para entender porqué el perro insiste en estar a nuestro lado cuando estamos en el aseo, tendemos que comprender la situación simétrica: ¿por qué el perro nos mira fijamente cuando en la calle está realizando sus necesidades?

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La mirada del perro es una llamada de ayuda

Depende del temperamento del perro en cuestión, la raza y el entorno, pero lo cierto es que se trata de un gesto muy común, el perro busca con la mirada a su humano de referencia y establece con él un contacto visual intenso. Existen varias teorías que tratan de explicarlo, pero la más extendida es que para el perro esta situación simboliza vulnerabilidad y, con su mirada, está pidiendo protección.

Si vives en un entorno urbano habrás detectado que los momentos en los que tu perro va a defecar pueden ser instantes de profunda indecisión, buscan el mejor lugar en función del olfato. Son conscientes que durante la defecación van a estar “bloqueados” durante unos instantes, es decir, que no podrán protegerse de cualquier amenaza que de forma instintiva jamás dejan de preveer, y necesitan asegurarse de que el lugar sobre el que van a defecar es el más seguro de los que están en la zona. Por eso verás cómo tu perro aumenta el ritmo de su paso, olfatea, se agacha, sigue caminando… Así hasta encontrar el lugar perfecto.

Cuando el perro decide que ha llegado el momento lo hace en base a la seguridad que se ha dado a sí mismo, eligiendo un buen lugar, y apoyándose en que tú le protejas si hay cualquier incidente, por eso generalmente suelen defecar con la cabeza hacia ti, para establecer contacto visual y para que tú puedas ver qué ocurre detrás de él.

Esto explica porqué, también, el perro se posiciona muy cerca cuando su humano de referencia acude al aseo. Es consciente de que tú también estás en un momento íntimo, que vas a estar relajado y en una posición poco propicia para el combate, y de ocurrir algo: él se ocupará de protegerte. Se establece una relación de “quid pro quo”, yo te cuido las espaldas y tú me las cuidas a mí.

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Perros a la fuga

Cuando los perros defecan tienden a mostrar un comportamiento muy curioso una vez terminan: echan a correr. Esto resulta complejo porque dificulta la recogida de la hez si el perro está sujeto con correa. Se genera un baile, el perro tratando de escapar y el dueño abriendo una bolsa y tratando de limpiar el suelo. Es como si el perro se avergonzara de lo que ha hecho. 

Sin embargo, los perros (como cualquier otro animal) no son capaces de reflexionar a este nivel sobre sus propios actos, no hacen conjeturas morales o juicios de comportamiento. La vergüenza no es un sentimiento posible para tu perro. La explicación, cuando hablamos de perros, es siempre la más evidente: los especialistas coinciden en que la razón por la que los perros corren tras defecar es que se sienten liberados y les produce placer moverse: es alegría, no vergüenza.

¿Por qué siempre en el mismo sitio?

Los perros son animales de costumbres, pero a veces esta forma tan cuadriculada de actuar resulta sorprendente. Los perros pueden llegar a ser muy maniáticos a la hora de defecar en un sitio, y si le cogen cariño a un lugar, puede que insistan siempre en hacerlo en el mismo sitio.

A veces es cuestión de pocos centímetros cuadrados, el perro busca exactamente el mismo lugar para defecar. Si lo hace en un campo abierto esto puede resultar más convencional, pero si el perro vive en la ciudad y coge la costumbre de defecar, por ejemplo, en un adoquín concreto de cierta calle, no es raro que el dueño se pregunte la razón.

Es sencillo, el perro asocia que en un lugar concreto de la calle ya ha defecado varias veces y que nunca ha tenido problemas: le aporta garantía de seguridad. Para él es un espacio de protección porque ha podido testearlo varias veces y nunca le ha decepcionado.

Reglas entre perros

Muchas veces vemos como nuestro perro no para de pelear y jugar con otros canes, y si se trata de una perrita y está en celo, puede que incluso la situación sea de mayor implicación por parte de ambos. Entonces le viene un apretón y busca un lugar donde defecar. Como humano uno tiende a pensar: ¿qué pasará ahora?

Los perros tienen un código propio en el que, si reconocen que el contrincante, el compañero de juegos o la conquista está en una situación de vulnerabilidad por defecación, desisten de molestar y siguen con sus juegos en otra parte. Esto, que para los humanos es una forma de respeto normalizado dentro de nuestras costumbres para ellos es simple higiene: nadie quiere tropezar con una hez.

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