¿Sabes aceptar las críticas o hacerlas constructivas?

Tanto si las recibes como si eres tú la que debe criticar, saberlas encajar o hacerlas sin ofender es una gran virtud pero también una cualidad que se puede aprender

Por Nuria Safont

Todos sabemos criticar y en más de alguna ocasión habremos recibido críticas. Sin embargo, que sea una especie de 'deporte nacional' apuntar con el dedo lo que hacen los demás, no quiere decir que sea algo positivo. Sobre todo, si el único afán que nos mueve es sacarle punta a todo sin aportar nada que sea mínimamente constructivo. Por ello, si vamos a quejarnos de las acciones de los demás, es mejor que lo hagamos de una manera que construya. Y si somos nosotros los que vamos a recibir esa 'apreciación' lo ideal es que lo encajemos de la mejor manera posible. Eva Rodríguez Weisz, psicóloga sanitaria en GrupoLaberinto nos da algunas claves. Lo primero, distinguir una crítica constructiva de una destructiva. "Podemos deternos, en primer lugar, en la intención de la persona que la hace, ya que ésta puede estar dirigida con la intención de desahogo o con la intención de ayudar", señala la experta en psicología.

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Ventana de tolerancia para hacer o recibir críticas 

Para saber esto podemos fijarnos en “la ventana de tolerancia”. "Este concepto lo utilizamos mucho en consulta porque hace referencia a si una persona está regulada emocionalmente o no lo está. Si se encuentra por encima estará hiperactivada (mostrará nervios, ansiedad, enfado, hostilidad o, incluso, agresivad) y si está por debajo estará hipoactivada (cansada, apática, con fatiga, somnolencia…). En ambos casos, cuando una persona está fuera de la ventana de tolerancia, nos indicará que no está conectando mucho con los demás en ese momento", advierte la experta. 

Asimismo, si la intención de la persona que hace la crítica, es por ejemplo, la de desahogarse, seguramente será una crítica destructiva, ya que puede mostrar un excesivo enfado (está por encima de su ventana de tolerencia) o está muy cansada ese día (está por debajo de la ventana de tolerencia)

En cambio, si la intención es la de ayudar, será más probable que la persona esté regulada emocionalmente, puesto que lo hace desde una reflexión, desde una forma asertiva y un estado de calma. 

Por otro lado, la confianza que tengamos con esa persona determinará al intención de la crítica. Como nos cuenta la psicóloga, "no es lo mismo hacer una crítica a un vecino con el que apenas tenemos una relación que a un hermano, por ejemplo. Cuanta más confianza, es más probable que la crítica se tolere", señala Eva Rodríguez Weisz.

Saber distinguir las opiniones si son pertinentes o no lo son, también es importante. Por ejemplo, si en una familia alguien pide la opinión de los demás y el resto de la familia se la da, es más probable que si se hace una crítica sea con buena intención y por tanto, constructiva. Si esa opinión la dan imponiéndola a modo de crítica, será más probable que sea destructiva. También depende de si esto ocurre habitualmente o no. Por ejemplo, si una madre le dice todos los días a su hija que no le gusta su pareja sin que ella le haya pedido su opinión, es más probable que sea recibida por la hija como una crítica destructiva.

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De qué depende la aceptación de las críticas

La autoestima juega un papel muy importante. "Una persona con una autoestima más “fuerte”, normalmente puede aceptar más las críticas, ya que se ve a sí misma con seguridad y puede valorar de una forma más constructiva los aspectos negativos de esa crítica", indica la psicóloga. Por el contrario, una persona con una autoestima más debilitada puede afectarse mucho por un comentario que considera negativo, porque actúa como un disparador de acontecimientos anteriores. Por ejemplo, si a una persona con la autoestima debilitada alguien le dice que puede esforzrse más, la persona afectada puede tener pensamientos del tipo “soy tonta, no valgo para nada” “nunca mejoraré” “no sé para que lo intento”. 

Por eso es muy importante cómo los mayores nos dirigimos a los niños, el lenguaje que empleamos y la finalidad de ayudarlos, ya que ciertos traumas y fortalezas del adulto pueden surgir desde edades muy tempranas.

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¿Cómo afrontar una crítica cuando es constructiva?

Nos puede hacer daño, pero si la intención es buena, podemos sacar un aprendizaje: 

  • Conectar con nosotros mismos para saber si queremos escuchar esa crítica o no
  • Ver si queremos escuchar lo que nos dicen, porque nos interesa su opinión. Hay opiniones o críticas que podemos querer escucharlas tras valorar que nos pueden ayudar, si este es el caso, es bueno escucharlas.
  • También saber si es el momento adecuado, ya que es posible que si en ese momento nosotros no estamos regulados emocionalmente (por ejemplo, estamos enfadados), no estemos tan dispuestos a escuchar, en ese caso podemos posponerlo para otro momento.
  • También hay que valorar una vez más, la intención y la confianza de la persona que haga esa crítica.

¿Cómo encajar las críticas destructivas?

Si por el contrario es destructiva, debemos deternos a pensar si este tipo de críticas funcionan como un patrón estable en el tiempo.

Por ejemplo, en la relación de pareja o amistad. En primer lugar, tenemos que ver si esto responde a un patrón, es decir, a una conducta que se repite a menudo y cómo nos afecta en nuestra vida. Por ejemplo, si esto ocurre en una relación de pareja de manera muy habitual, debemos paranos a pensar cómo nos está influyendo esa relación de pareja. Si nos genera mucha inseguridad, si nos está afectando en nuestra rutina, si nos lleva a pensamientos negativos sobre nosotros mismos de manera recurrente…Si esto es asi, quizá sea el momento de cuestionarnos la relación, qué nos aporta, cómo nos perjudica y si esto puede cambiarse, puesto que puede darse el caso de que no exista un vínculo seguro con nuestra pareja.

Tratar de protegernos y ser lo más asertivo posible. Sobre todo, si esto ocurre en el ámbito laboral. En estos casos lo mejor es mostrarnos todo lo asertivos que podamos y nos protejamos de ellas con las estrategias.

Poner limites y mostrar tus convicciones. En algunos casos nos resultará más útil y saludable utilizar como estrategia cierta pasividad, pero en otras nos resultará util poner límites si sentimos que nos faltan el respeto, o cuando quieren imponernos algo sin ninguna intención de ayudar. Aquí será el momento de volvernos más firmes y dar nuestra opinión con respeto, pero con conviccion.

Intención de ayudar si vas a criticar 

Por último, si somos nosotros los que estamos haciendo una crítica, debemos tener en cuenta todo lo mencionado anteriormente, ya que lo que no nos gusta para nosotros, no debemos aplicarlo en los demás. Asimismo, "hay que tener en cuenta si estamos siendo oportunos, si es el momento adecuado para emitir esa crítica, pararnos a conectar con el estado emocional de la persona que la vaya a recibir (si se encuentra dentro o fuera de la ventana de tolerancia) y la nuestra propia, si nos han pedido opinión o no, medir el nivel de confianza, ser muy cuidadosos con el lenguaje y siempre, ante todo, hacerlo con la intención de ayudar y con el máximo respeto posible", concluye la psicóloga de GrupoLaberinto, Eva Rodríguez Weisz.

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