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Para hablar de la Teoría de las Inteligencias Múltiples ideada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner como contrapeso al paradigma de una inteligencia única, es preciso recordar que la esta se creía única, medible y cifrada en el coeficiente intelectual (CI), test que aún tiene prestigio en una sociedad competitiva y poco inclusiva. El experto priorizó el papel creativo de la inteligencia como "la capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en una o más culturas" cuestionando esta capacidad como algo inamovible, que se tenía o no, y que por tanto se determinaba por un coeficiente o un índice. Al destacarla como ocho capacidades potenciales estas se pueden desarrollar mediante las experiencias vividas en la familia, en el entorno y en la educación escolar. Fruto de sus investigaciones, demostró que los seres humanos pueden tener ocho, en mayor o menor grado:
- Verbal-lingüística (predominante en lectores, escritores y oradores)
- Lógico-matemática (matemáticos y físicos)
- Visual-espacial (pintores, escultores, arquitectos y fotógrafos)
- Musical (músicos, intérpretes y compositores)
- Corporal-kinestésica (deportistas, bailarines y acróbatas)
- Interpersonal (personas muy sociables y líderes)
- Intrapersonal (personas reflexivas, con vida interior y gran personalidad)
- Naturalista (biólogos, naturalistas o personas en simbiosis con su medio ambiente)
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Cómo potenciarlas en los niños en situación de cuarentena
No se trata de negar la importancia del lenguaje o de las matemáticas, ni siquiera de despreciar la información que nos puede dar una prueba de coeficiente intelectual para detectar un alumno con altas capacidades, sino de de conseguir un desarrollo más justo y equilibrado del mayor número de capacidades. Está claro que los más pequeños deben estudiar todo lo que les hayan mandado en el colegio, pero como padres podéis hacer mucho por desarrollar estas Inteligencias Múltiples. Lo cierto es que todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases, aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de ellas más importantes o valiosas que las demás. Generalmente, se requiere dominar gran parte de todas para enfrentarnos a la vida, independientemente de la profesión que vayan a ejercer en un futuro.
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Disfrutar aprendiendo
La mayor parte de los factores de felicidad y éxito del ser humano devienen directamente del equilibrio personal y de la relación con los demás, de combinar exigencia y disfrute. Pocas veces se esfuerza uno tanto como cuando se lo pasa bien con lo que hace. Buscad tareas que les gusten mucho y que a la vez, les supongan un reto: esta será la mejor forma de que desarrollen sus inteligencias. Podéis apoyar el desarrollo con la tecnología. No es tarea fácil, ya que la mayor parte del tiempo que los niños están delante de las pantallas tienen exclusivamente un objetivo de ocio, pero debéis promover otras posibilidades como algunos buenos programas educativos o juegos que potencien su creatividad. Promueve un clima familiar de disfrute y crecimiento.
Debéis estar pendientes para ver cuáles son sus actitudes más destacables
Sabrás perfectamente cuando hay algo que se le de da muy bien o muy mal. Potenciarlo está en vuestras manos. También existen test sencillos que os ayudarán a saber lo que incluye cada inteligencia y os dará una puntuación. Un adecuado diagnóstico del punto de partida es esencial para poder avanzar en la dirección correcta. Educad en la excelencia. Una vez que lo tengáis claro, es sumamente importante para su desarrollo personal y su felicidad promover ese ámbito en su formación y en su vida personal y profesional. Además, lo más importante es que ellos mismos puedan elegir y potenciar lo que ellos crean. El objetivo de este reconocimiento, por su parte, es que valoren la diversidad y que comprendan que son inteligentes en algunos de estos.
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