Medio ambiente

Estos son los datos que nos hacen pensar que 2019 ha sido el peor año para el cambio climático

Dejamos atrás una década en la que, como sociedad, pasamos a ser parte activa para solucionar esta crisis.

Por Laura Bech

Con la finalización de la COP 25 y sus conclusiones aún frescas podemos conjeturar que el año que termina es uno de los peores en cuanto a la crisis climática. Algunos de los datos utilizados en este informe provienen de cifras y gráficos suministrados por organismos como la NASA o la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA)

El 2019 nos deja un nombre, el de Greta Thunberg y la conciencia colectiva de que, si no actuamos de inmediato, las consecuencias pueden ser aún peores. Las movilizaciones juveniles, la cobertura mediática y la implicancia en el tema de figuras de renombre del mundo del espectáculo, el deporte, la ciencia y la cultura han puesto sobre la palestra un mal del que algo sabíamos pero preferíamos mirar hacia otro lado.

Desplazamientos por el cambio climático

Según un informe de Oxfam Intermón, la principal causa del desplazamiento humano en los últimos diez años se debió a los desastres provocados por el cambio climático. Miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en todo el mundo por los efectos devastadores de tormentas, huracanes y tornados.

Los países en los que se ha producido un mayor movimiento interno y los que más riesgo corren de sufrirlo son Estados insulares, muy pequeños y en vías de desarrollo. Durante los últimos diez años el 5% de los pobladores de Tuvalu, Dominica y Cuba debieron migrar por los efectos del cambio climático.

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El aumento de las temperaturas

El aumento de la temperatura global es la más significativa de los últimos tiempos. Vivimos con un grado más de calor que en el siglo XIX. Agosto del 2019 se ha registrado como el segundo más caluroso de los últimos años. El NOAA registró temperaturas un grado mayor que el mismo mes en los años 1951 y 1980.  

El 2019 y el 2016 fueron los veranos más caluroso de la década en el hemisferio norte. El cambio de la temperatura promedio aumenta las posibilidades de alcanzar niveles extremos. Lo que conlleva un incremento en las probabilidades de fenómenos meteorológicos significativos, más lluvias y  mayor concentración de humedad.

Aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero

El incremento de los gases de efecto invernadero no son una novedad. Casi al mismo tiempo que los especialistas contaban sobre el aumento de las temperaturas a nivel mundial, informaban de este problema. 

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Se estima que las emisiones globales de CO2 han aumentado un 0,6% con respecto a las del 2018. El despegue en la utilización de otros recursos menos contaminantes como el gas natural y el petróleo ayudaron a disminuir el consumo de carbón. Pero no se puede especular con las estadísticas futuras. 

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El deshielo del Ártico

Es otra de las consecuencias de la crisis climática que atraviesa el planeta. La NASA junto con el satélite  del Centro Nacional de Datos de Nieve monitorea desde hace 40 años, la extensión  del hielo marino. Durante estos años el deshielo provocó la pérdida de cerca de 2,5 kilómetros cuadrados de esta superficie. 

Lo preocupante no solo es la superficie pérdida y las funciones que esta deja sin efecto, sino que los estudios no son alentadores al respecto. Si la situación actual no cambia, en 100 años el hielo Antártico habrá desaparecido. Es una consecuencia directa del calentamiento del planeta, a medida que estos bloques fríos desaparecen el aumento de la temperatura de la tierra aumenta.

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