Realizar cualquier tipo de ejercicio físico está a la orden del día como pilar para disfrutar un estilo de vida saludable. Una consigna que ha provocado la proliferación de variopintos tipos de ejercicios para todos los gustos y perfiles, así como de un incontable tipo de aparatos de los que servirnos a la hora de poner a punto nuestro cuerpo.
Es el caso de las Kettlebells, un tipo de pesas que nos ayudan a trabajar la fuerza y la flexibilidad de nuestros músculos. También conocidas como pesas rusas, debido a su origen, fueron concebidas como pesos de balanza para pesar productos en los mercados. Su forma redondeada, base plana y su práctica asa provocaron que su primer uso viviera una ecléctica evolución hacia el mundo del deporte. Su función es involucrar la mayor cantidad de músculos posibles en la rutina diaria de ejercicio. Por medio de este entrenamiento se logra quemar grasas, corregir la postura corporal, tonificar los músculos y mejorar la movilidad y el equilibro de nuestro cuerpo.
Como sucede con otro tipo de aparatos, existen diferentes variantes de kettlebells (con distintos tamaños, formas y peso), hasta el punto de que se ha llegado a fabricar un modelo con pesos variables, con el objetivo de desarrollar el ejercicio sin necesidad de cambiar el tipo de pesa. Una gran ventaja que, unida a sus cómodas dimensiones, facilitan enormemente su transporte y su uso.
Curiosidades de la 'kettlebell'
Hay determinadas características que las hacen muy atractivas para los amantes de los ejercicios con pesas. Una de ellas es su poder ‘quemagrasas’, porque utilizadas en un entrenamiento son capaces de acelerar el metabolismo, un objetivo de muchas personas que buscan ganar la batalla a la báscula. Así, por ejemplo, mientras que en una máquina elíptica se llegan a quemar entre 50 y 125 calorías en quince minutos, las kettlebells logran la friolera de 300 calorías en el mismo tiempo.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir nuestra 'kettlebell'
Una de las principales cuestiones a considerar a la hora de decantarnos por uno u otro modelo de pesa rusa es elegir entre una de peso ajustable o, por el contrario, fijo. La primera está compuesta de diferentes discos extraíbles y su peso se puede ajustar en un rango que va desde los 4 kg a los 18 kg. Aunque las kettbell de peso variable pueden ser válidas para aquellos que se inicien en su uso, la mayoría de los expertos recomiendan las de peso fijo porque tienen una mayor durabilidad y permiten progresar más adecuadamente a medida que vayamos subiendo el nivel del entrenamiento.
Así mismo, el material marcará la vida de la kettlebell elegida, siendo el hierro fundido el material más común y el más resistente, pero también las hay rellenas de cemento con covertura de plástico o de arena, es decir, son sacos con asa que se van rellenando de arena en función del peso deseado. Por último, uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir la más adecuada es su peso. En este caso, es conveniente consultar al personal especializado, ya que el peso de las mismas varía dependiendo de cada modelo. Un aspecto indiscutible, sin embargo, es la recomendación de comenzar con pesos más bajos e ir aumentándolo a medida que avancemos en nuestro entrenamiento.
