El yoga mejora la concentración, la flexibilidad, la respiración y el equilibrio, ayuda a mantener el peso y a quemar calorías, reduce el estrés, refuerza el sistema inmune, aumenta la energía y la resistencia física… Los beneficios, tanto físicos como psicológicos, de esta disciplina han provocado que cada vez sea mayor el número de personas que la practican y, de hecho, se ha convertido en un símbolo de una vida sana. Sara Carbonero, Cristina Pedroche, Alessandra Ambrosio o Ariadna Artiles son algunos de los rostros conocidos que han confesado públicamente su amor por el yoga, que ha llegado también hasta los deportes de élite. Tanto es así que Myles Turner, uno de los jugadores más prometedores de la NBA, ha declarado ser todo un yogui-addict.
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Cambio de estilo de vida
Tras una etapa marcada por los malos hábitos y las lesiones, el pívot de los Indiana Pacers decidió dar un importante paso para recuperar su protagonismo en el terreno de juego. Después de disputar el último partido de la temporada, a finales del pasado mes de abril, el jugador tomó conciencia de la situación y dio el pistoletazo de salida a su radical transformación, tanto física como mental. "Me miré en el espejo la temporada pasada y estaba rechoncho", asegura el baloncestista de 211 centímetros de altura en un reportaje de ESPN en el que habla del entrenamiento que puso en marcha para revertir esta situación. Un duro, pero satisfactorio proceso en el que los ejercicios de meditación hindú han jugado (y continúan jugado) un papel fundamental.
"El yoga desafía mi mente"
Tras olvidarse de la alimentación 'basura', a base de pizzas y hamburguesas, aislarse en un 'refugio', un rancho de Forth Worth, en Texas, el siguiente paso para lograr alcanzar el ambicioso objetivo final era conectar cuerpo y mente. Una preparación nada habitual entre los jugadores de la NBA. "Una parte muy importante del yoga es la respiración y tienes que concentrarte en ella con cada una de las posturas. Además, la dificultad de determinados ejercicios es un reto para un jugador de mi altura, lo que me ayuda a lograr un rango de movimiento mayor y fortalecer también la musculatura. El yoga desafía a mi mente", explica Turner en un vídeo publicado por The Players' Tribune sobre su preparación.
Son muchas las variantes en las que se puede practicar esta disciplina y la estrella del basket comenzó su toma de contacto con el ashtanga, una de sus variedades principales en la que se realiza un ejercicio físico intenso a través del movimiento constante, siguiendo las secuencias de diferentes posturas, que se sincronizan con la respiración. Pero también con el vinyasa flow, que engloba una serie de ejercicios duros y dinámicos que tienen como finalidad coordinar los movimientos del cuerpo con la respiración.
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Resultados sorprendentes
Todo esfuerzo tiene su recompensa y, después de un verano de sacrificios, Turner comprobó que su nuevo estilo de vida saludable, con el yoga como uno de sus pilares fundamentales, había dado resultados. "Me siento un jugador diferente a cuando empecé el entrenamiento. Mi musculatura y mi flexibilidad son mucho mejores ahora", continúa este yoga player, que está deseando que se inaugure la próxima temporada para volver a recuperar el protagonismo en la cancha y mostrar su talento.
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