Hiperhidrosis, ¿cómo enfrentarse a este incómodo problema?

La sudoración excesiva afecta a la vida cotidiana de quienes la padecen

Por hola.com

Quizá el término no te suene, pero la hiperhidrosis no es sino la producción excesiva de sudor. Y no es un problema menor, pues aproximadamente medio millón de españoles padecen esta enfermedad y de éstos unos 350.000 ven afectadas sus relaciones sociales, según los datos de la doctora Olga Rodríguez, jefa de la recién estrenada Unidad de Hiperhidrosis del USP San Camilo.

Se suma, además, un extra: frente a nuestra reacción frente a otros problemas de salud, muchos afectados no acuden a buscar la ayuda profesional. ¿El motivo? Según la doctora Rodríguez, por pudor. Y mientras esa consulta se demora, se agrava el impacto de la enfermedad en la calidad de vida, por ejemplo, con una disminución de las actividades diarias y limitación en el desempeño laboral, menor relación con otras personas, disminución de la autoestima, e incluso casos de episodios depresivos.

¿Dónde se manifiesta?
La producción excesiva de sudor se manifiesta con mayor frecuencia a nivel de las axilas, palmas de las manos, plantas de los pies y cara.

¿Por qué se produce?
Aunque la causa de la hiperhidrosis no está del todo clara, se sabe que se debe en parte a una sobre estimulación del sistema nervioso autónomo, en concreto del nervio simpático, cuyas fibras discurren a ambos lados de la columna vertebral. De esta manera, se produce una secreción de sudor mayor a la necesaria para regular la temperatura corporal.

¿A quién afecta?
La hiperhidrosis se presenta en un 1% de la población, afectando por igual a hombres y a mujeres. Suele comenzar durante la adolescencia, y hasta en un 40% de los casos se presenta en más de un miembro de la misma familia.

¿Qué consecuencias tiene?
Las personas que sufren hiperhidrosis generalmente presentan alteraciones de su vida social y laboral, llegando en algunos casos a repercutir de manera muy importante en su calidad de vida y pudiendo desencadenar situaciones de estrés emocional e incluso diferentes grados de fobia social. De igual forma, determinadas profesiones se ven especialmente alteradas por esta patología.

Tratamientos
No importa si su origen es infeccioso, endocrino o neurológico, o causado por el estrés o la ansiedad. La hiperhidrosis es controlable siempre y cuando sea un médico certificado el que indique el tratamiento adecuado.
“La mayoría de las veces los pacientes han probado multitud de tratamientos, tales como desodorantes, antitranspirantes, sales de aluminio… Además, cada vez con más frecuencia, se recurre a la toxina botulínica, sabiendo que este tipo de tratamiento tiene efecto temporal y que el único realmente efectivo y duradero a largo plazo es el quirúrgico”, señala la experta.

¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?
La cirugía se presenta como una alternativa. Así, según la jefa de la nueva Unidad de Hiperhidrosis, el 80% de los pacientes intervenidos quirúrgicamente presentan resolución de la hiperhidrosis, y un 15% refieren mejoría de los síntomas.
La técnica consiste en interrumpir las fibras nerviosas del nervio simpático mediante simpaticolisis o simpaticotomía (las fibras nerviosas se cortan) o mediante ‘clipping’ (colocación de un clip metálico sobre las fibras nerviosas).