Todos los días son importantes para unir fuerzas contra el sida pero, si existe una jornada en la que la concienciación es aún mayor es el día 1 de diciembre. Hoy se celebra el Día Mundial del Sida y a lo largo y ancho del planeta se suceden los actos conmemorativos y de homenaje a los afectados por esta gran epidemia que, sobre todo en África, ha llegado a tomar un cariz dramático. Una buena muestra ha sido el concierto realizado el pasado sábado en Sudáfrica, en el que el Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela volvió a mostrar su compromiso de lucha contra la enfermedad.
Este día se inicia por segundo año consecutivo la campaña de información promovida por el Programa de Naciones Unidas Onusida bajo el lema "Vive y deja vivir", según precisó la ministra de Sanidad Ana Pastor. Se trata de una campaña que tiene como objetivo prevenir, reducir o eliminar el rechazo y la discriminación de las personas afectadas por el VIH/Sida. Para ello, Sanidad ha distribuido un total de 27.425 carteles y 380.000 folletos en las Comunidades Autónomas, ONG y otras instituciones dedicadas a la lucha contra el sida en nuestro país.
En España, se calcula que 3 de cada 1.000 españoles viven con la infección por VIH, lo que supone alrededor de 150.000 personas seropositivas. Cada año entre 3.000 y 4.000 españoles se infectan con el VIH y en la mayor parte de los casos las relaciones sexuales sin protección constituyen ya la principal vía de transmisión del virus. "Debemos seguir fomentando una cultura del sexo seguro entre la población general y especialmente entre los más jóvenes", apuntó Ana Pastor, que también se refirió al avance experimentado en los últimos años en nuestro país en la lucha contra la epidemia, "gracias a la disponibilidad universal de los tratamientos antirretrovirales y a la intensidad y cobertura de las medidas de prevención".
Con ocasión de esta jornada, la OMS y el Onusida han dado a conocer un plan de acción para lograr la meta de la iniciativa "tres millones para 2005": proporcionar tratamiento antirretroviral a tres millones de personas con sida antes del final de 2005. Se trata de un paso fundamental hacia la meta del acceso universal al tratamiento para todos los que lo necesitan.
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