Barcelona es, a lo largo de esta semana, la capital mundial de la lucha contra el sida. Y hasta allí acudió la Infanta Elena, encargada de presidir la inauguración de la XIV Conferencia Internacional del Sida, que se celebra en la Ciudad Condal y en la que se dan cita expertos y autoridades de todo el mundo, con el objetivo de avanzar en la lucha contra esta epidemia.
Doña Elena recalcó en el discurso de inauguración el lema de la conferencia, Conocimiento y compromiso para la acción, y señaló que es fundamental promover "el respeto y la aceptación" de los enfermos. La Infanta pidió además que no se olviden todos los compromisos alcanzados en Barcelona cuando la Conferencia haya finalizado y abogó para que se aúnen los esfuerzos desde todos los sectores. Esta cumbre, que se celebra cada dos años, se convierte en esta ocasión en un acontecimiento de gran relevancia, sobre todo cuando se acaban de dar a conocer los datos de Onusida, que constatan que la epidemia sigue creciendo y que los contagiados por la enfermedad se han incrementado de manera significativa.
Al acto de inauguración, celebrado en el Palau Sant Jordi acudieron también Jordi Pujol, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, José Mendiluce y Peter Piot, director del programa de las Naciones Unidas para el sida. Durante la ceremonia se encendieron cientos de velas para recordar a las víctimas. La mayor parte de los expertos reunidos en Barcelona coinciden en la necesidad de un mayor compromiso de los países desarrollados, que se plasme en el incremento de las inversiones para luchar contra la enfermedad. Y es que 100 millones de personas podrían morir en el mundo por culpa del sida, si no se pone remedio, antes del año 2010.
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