Decorar con plantas se ha convertido en toda una filosofía. Y es de entender. Además de ser un activo más en la decoración, purifican el ambiente, aportan humedad y refrescan cualquier estancia en las que se coloquen. Eso sin contar el punto de color que aportan. Y, cuando el espacio sobra, nada como una planta de grandes dimensiones que dé vida a tu casa. Cuando añadas alguna de estas 10 plantas grandes a tu casa, ¡no podrás volver a vivir sin ellas!
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Pachira acuática
Si una cosa nos gusta de la pachira acuática, es el elegante porte que tiene con forma de arbolito. Llama la atención por su tronco, muchas veces trenzado y que le aporta un look aún más sofisticado y majestuoso. Se trata de una planta fácil de cuidar, lo que la hace perfecta si estás iniciándote en el mundo de la jardinería.
Una de las claves de sus cuidados es el riego y es que, en contra de lo que su nombre indica, no necesita mucha agua. Riégala cuando el sustrato esté bien seco. En cambio, una de sus necesidades más importantes es la humedad ambiental. Consíguelo pulverizando sus hojas o con un humidificador. Colócala donde haya luminosidad, pero no reciba el sol directo.
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Tronco de Brasil
Aunque es una planta de crecimiento lento, cuando alcanzan todo su esplendor (o si adquieres un ejemplar XL), verás cómo acapara todas las miradas de tu salón. El tronco de Brasil es una planta tropical con unas hojas alargadas que crecen de su tronco con distintas tonalidades de verde. Y lo mejor es que tan fácil de cuidar que te encantará tener en casa.
Para que se desarrolle bien, necesita riegos cada 4 o 5 días, pero sin encharcar el sustrato. Aunque no tolera el sol directo, es importante que esté en una ubicación en la que tenga luminosidad.
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Ficus Lyrata
Es la reina de las redes sociales. El ficus Lyrata sigue ganando adeptos gracias a sus enormes hojas y tamaño imponente, capaz de llenar de vida cualquier rincón de tu casa, convirtiéndose en todo un activo de la decoración. Llaman la atención por sus grandes hojas nervadas y bordes irregulares. Ahora, sus cuidados son muy exhaustivos, por lo que si no tienes mano, mejor no incluirla con el resto de tus plantas de interior.
Necesita grandes dosis de luz indirecta, así como unas temperaturas estables de unos 20 °C. El riego es el aspecto más delicado, ya que necesita humedad continua en el sustrato pero sin encharcarlo.
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Areca o palmera de salón
Otra de las plantas grandes más llamativas que puedes incluir en la decoración de tu casa. La areca o palmera de salón nos gusta por sus hojas alargadas y grandes que recuerdan a su origen tropical. Para que prospere bien, evita colocarla en una zona de paso o donde haya corrientes de aire. Asimismo, tampoco tolera muy bien la luz directa. Es mejor colocarla en una zona de semisombra. El riego es un factor al que debes prestar especial atención. En verano, riégala cada dos o tras días y en invierno, cada diez.
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Potos
Si hay una planta versátil y que se adapta al crecimiento que quieras darle, es el poto. Puede dejarse como planta colgante o trepadora, pero rodeando a un soporte de fibra de coco puede convertirse en una planta con una presencia imponente y unas hojas de un tamaño considerable.
Una de las características del poto es que se trata de una planta muy sencilla de cuidar. Necesita mucha luz, aunque no directa. Sus riegos son moderados, aunque si quieres mantenerla contenta, pulveriza sus hojas con frecuencia.
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Costilla de Adán
La costilla de Adán o Monstera deliciosa es una planta con impresionantes hojas y que entra a la perfección en este selección de plantas grandes (puede llegar a los 3 m de alturas en interior). Llama la atención por sus hojas agujereadas y es muy fácil de cuidar. Aunque es una planta de interior, también puede estar en el exterior, siempre que las temperaturas no desciendan de los 5 °C. Puesto que se trata de una especie colgante, conviene entutorar sus ramas cuando crecen para que no caigan. En cuanto a sus cuidados, le gustan los espacios luminosos aunque sin sol directo. Requiere de riegos moderados, con cuidado de no encharcar el sustrato.
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Ave del paraíso
La strelitzia, conocida como ave del paraíso, que llama la atención por su flor anaranjada (que en interior no se da), aunque también sin ella tiene un porte imponente y elegante, perfecto para decorar tu casa. Se caracteriza por sus ramas, de las que nace una hoja por cada una de ellas, de gran tamaño. Aunque no es muy exigente con el riego, no es conveniente que pierda la humedad del sustrato. También conviene pulverizar sus hojas para dotarla de humedad ambiental. Asimismo, necesita luz indirecta para no quemar sus hojas.
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Calatea
Las llamativas hojas de la calatea la convierten en una de las plantas más espectaculares de esta lista de plantas grandes. Además, aunque existen muchas variedades de calatea, todas son muy fáciles de cuidar, por lo que son perfectas para principiantes en jardinería.
Respecto a sus cuidados, el riego es el más delicado, ya que es necesario mantener el sustrato siempre húmedo, pero sin encharcarlo. También le encanta la humedad ambiental, para lo que puedes pulverizar sus hojas con frecuencia. Tampoco necesita demasiada luz para prosperar. De hecho es mejor que no le dé el sol directo.
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Monstera de queso suizo
Otra monstera que entra dentro de nuestra lista es la variedad queso suizo, cuyo nombre científico es Monstera Adansonii. Es una de las más llamativas por sus agujereadas hojas que la convierten en una especie original y perfecta para decorar tu casa. Cuando sus ramas crecen, conviene entutorarlas para que pueda presumir de un porte más elegante.
En cuanto a sus cuidados, requiere luz indirecta, así como riegos moderados (mejor esperar a que el sustrato esté seco para regarlo).
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Sansevieria
Esta planta tan estilizada es la última de esta lista de plantas grandes. También conocida como lengua de suegra o espada de San Jorge, la sansevieria es una planta conocida por sus propiedades para purificar el aire, pero también por sus sencillos cuidados. Se caracteriza por sus hojas alargadas que crecen del mismo sustrato y que cuentan con distintas tonalidades.
Se trata de una planta poco exigente con el riego y tampoco con la luz. Se desarrolla bien en ambientes de semisombra o luminosos.
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