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El espacio del lavabo, o de tocador, es uno de los rincones más importantes del baño. Cada día nos ponemos frente al espejo para asearnos, para arreglarnos por las mañanas y para completar las rutinas de cuidado al terminar el día, antes de acostarnos. Por eso, es fundamental planificar y organizar este espacio de manera adecuada para que resulte práctico, cómodo y decorativo.

 

La funcionalidad es prioritaria

Queremos un cuarto de baño bonito, pero también ha de ser funcional. ¿De qué sirve tener una zona de lavabo muy decorativa si después resulta incómoda y poco práctica? Necesitamos tener suficiente espacio en la encimera para colocar las cosas que utilizamos cada día: cosméticos, cremas, el cepillo del pelo, etc. Aunque cada persona tiene sus preferencias, es importante contar con una zona de tocador cómoda y amplia.

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Con lavabo encastrado o de sobreponer

Los lavabos de apoyo llevan muchos años siendo tendencia. Si te gustan, puedes escoger uno rectangular, redondo u ovalado. Sea como sea, debes tener en cuenta la altura de la encimera, porque si esta es muy alta, el lavabo resultará incómodo.

Si un lavabo encastrado ha de quedar a una altura de entre 85 y 90 cm, en el caso de los modelos de sobre encimera, esta ha de colocarse entre 70 y 75 cm desde el suelo. Añadiendo a esta medida los 15 cm aproximados que tiene de alto el lavabo, tendremos la medida adecuada.

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Una cuestión de estilo

Un lavabo funcional no tiene por qué adolecer de falta de estilo. Este aspecto, lo decorativo que puede resultar la zona de tocador, es bastante interesante. El cuarto de baño podrá ser más o menos clásico o contemporáneo, o hacer gala de cualquier otro estilo decorativo.

Como el baño no es un espacio que se renueve todos los años, lo mejor es optar por materiales versátiles, líneas limpias y sobrias, y colores neutros. De esta forma podrás disfrutarlo durante mucho tiempo sin cansarte. Si, en cualquier caso, tienes claro lo que te gusta y prefieres elegir alternativas más arriegadas, entonces será buena idea seguir tu instinto decorativo y apostar por ello.

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Los materiales que son tendencia

Muebles de madera en tonos de nogal o roble, mármol o piedra natural para la encimera, azulejos para los revestimientos, etc. Los materiales tienen mucho que decir a la hora de diseñar el espacio de lavabo. Además de decorativos, es esencial que sean resistentes a la humedad y fáciles de limpiar.

En lo que a los colores se refiere, conviene decidirse por tonalidades suaves que combinen bien con la madera y el resto de materiales para conseguir un tocador sereno, clásico y especial. O, si tienes bastante luz natural, por tonos oscuros que sabemos que no van a fallar como el verde, el gris, el negro, etc.

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Con alma clásica

No todo es funcionalidad a la hora de diseñar el espacio del lavabo en nuestro baño. También es importante dar con el estilo que nos gusta y que se adapta al resto de la decoración, ya que no siempre tendremos que dejarnos llevar por las tendencias y lo contemporáneo. Es posible conseguir un tocador con un aire clásico, si revestimos las paredes con papel pintado o añadimos un espejo con marco dorado, como en la imagen.

En caso de que necesites actualizar el espacio de lavabo de tu cuarto de baño pero no quieras realizar grandes obras, siempre puedes renovar el mueble con pintura. Cambia el color y los tiradores de puertas y cajones, sustituye el espejo y la zona de tocador parecerá otra.

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¿Un lavabo o dos?

La respuesta a esta pregunta dependerá, en primer lugar, del espacio disponible y, en segundo lugar, de las personas que van a usar el cuarto de baño. Si se trata de una pareja, resulta interesante contar con dos lavabos, de encastrar o de sobre encimera, para que ambas personas puedan utilizar el baño a la vez. Esto puede ser un desahogo por las mañanas, cuando todos vamos con prisas.

Para colocar un mueble de baño con dos lavabos has de tener un espacio amplio, ya que la medida de estos muebles ha de ser, como mínimo, de 1,20 m. En cuanto al espejo, es posible colocar dos iguales o uno más grande que abarque todo el espacio en la pared.

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Piensa en el almacenaje

Cuando utilices el lavabo necesitarás tener a mano un sinfín de cosas, desde los cosméticos para maquillarte hasta el cepillo del pelo o tus cremas. Para guardarlo todo de forma funcional, lo mejor es instalar un mueble bajo lavabo con la capacidad suficiente.

Lo importante es pensar en lo que tienes que guardar y decidir si prefieres cajones o armarios con puertas. Aunque las baldas resultan muy decorativas, obligan a mantener el orden de forma rigurosa, ya que si se desordenan ofrecen una imagen caótica.

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Elegir el espejo adecuado

Una buena idea a la hora de elegir el espejo de tocador es optar por un modelo grande, ya sea rectangular o redondo. Estos últimos son tendencia.

Los espejos de gran tamaño aportan sensación de amplitud al baño, ya que reflejan la luz natural y la multiplican. Hazte con un espejo con luz incorporada o retroiluminado para lograr un efecto de lo más decorativo. También es aconsejable que tengan otras funcionalidades como la función antivaho, para evitar que se empañe.

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La mejor iluminación

¿Quieres un baño cómodo? Además de la funcionalidad, de lo práctico del almacenaje o del tipo de lavabo que prefieras, es importante que la zona de tocador esté bien iluminada. De esta forma, será más fácil de usar y podrás arreglarte mejor.

Las luces en el entorno del lavabo deben evitar los reflejos molestos. Una alternativa muy habitual consiste en colocar apliques a ambos lados del espejo que proporcionen una luz equilibrada. Hay un sinfín de estilos para elegir, de distintos materiales y acabados, que se adaptarán al estilo de tu cuarto de baño.

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