9 Ideas para convertir tu casa en un santuario de descanso y bienestar
Crea entornos serenos y relajantes en los que ser feliz
¿Qué le pedirías a tu casa? ¿Qué es realmente lo más importante para ti? Si nos hacemos esa pregunta a nosotros mismos, la mayoría coincidiremos en que nuestra casa es nuestro refugio, el lugar más importante y especial, donde nos sentimos totalmente relajados y a gusto. Y, si no es así, conviene parar unos minutos y reflexionar por qué. Con algunas ideas decorativas sencillas de poner en práctica, conseguirás darle a tu casa lo que necesita para convertirse en un santuario de bienestar.
Crear el mejor ambiente
Es el primer paso para sentirse bien en casa: lograr que el ambiente que se respire en todas las habitaciones es sano y agradable. Hay varias formas de conseguirlo.
La primera es adoptar una buena rutina de ventilación. Debes hacerlo a primera hora de la mañana, unos 15 minutos, y después a lo largo del día en función de las circunstancias. Ahora más que nunca sabemos lo importante que es respirar aire puro y limpio.
Otra idea efectiva es instalar en el salón un purificador de aire. Una idea muy buena si alguno de los miembros de la familia es alérgico a los ácaros del polvo. Debes estar equipado con un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air). Este tipo de filtros son capaces de atrapar polen, virus, ácaros y otros alérgenos. También son muy efectivos para combatir el Covid-19. Elige un modelo que sea silencioso y utilízalo en las zonas comunes de la casa.
Recuperar el toque natural
Las plantas de interior son perfectas para atraer las buenas sensaciones a una casa. Además de refrescar el ambiente, algunos estudios concluyen que determinadas especies limpian el aire y eliminan del ambiente sustancias perjudiciales para la salud.
Por otro lado, también mejoran tu estado de ánimo y te ayudan a reducir el estrés. Si no se te dan bien las plantas, prueba a incorporar a la decoración de tu casa algún elemento vegetal como un ramo de flores frescas o un arreglo de flores secas o preservadas. No solo necesitan un mantenimiento mínimo, sino que son perfectas para poner un toque natural en casa.
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Todo en orden
Los espacios limpios y ordenados transmiten calma, relax y tranquilidad. Y, por el contrario, las casas desordenadas nos estresan y nos provocan desazón. Por eso es importante saber organizarse con las tareas domésticas para poder disfrutar de un ambiente agradable y de descanso en casa. Difícilmente lo vas a conseguir si todo está manga por hombro, ¿no crees?
Sin embargo, tampoco es buena idea exigirnos demasiado, ya que eso puede provocarnos una mayor presión. Lo mejor es marcarse un tiempo determinado para limpiar y recoger la casa y hacer lo posible en ese rato.
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Luces perfectas para el relax
La iluminación de una estancia determinada es muy importante en la forma en que ese espacio nos transmite emociones. Puede ayudarnos a lograr una sensación de descanso genial, o puede dar al traste con él, en función de la cantidad de luz, de la temperatura de color de la misma, etc.
Por eso, y sin tener que hacer un estudio lumínico en profundidad, podemos planificar ligeramente cómo queremos que sea la iluminación de la casa. Utiliza reguladores de intensidad para crear diferentes escenas lumínicas, e instala luces indirectas y lámparas de apoyo para completar la luz de un espacio.
En cuanto a la temperatura de color de las luces, opta por luces neutras o ligeramente cálidas. La luz fría, blanca y brillante, resulta también más dura y menos adecuada para ambientes relajados.
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El poder evocador del aroma
El sentido del olfato es mucho más poderoso de lo que pensamos. Un aroma cualquiera es capaz de trasladarnos a lugares remotos, hacernos revivir un recuerdo o potenciar el bienestar de nuestra casa.
Hay determinados olores que resultan relajantes, como el de la lavanda o el eucalipto, y son capaces de reducir el estrés. La clave está en no excederse, de forma que los aromas no sean demasiado intensos y puedan recargar el ambiente.
Utiliza el método que prefieras para enfatizar el perfume de tu casa. Puedes emplear un difusor de aromas, barritas de incienso, velas aromáticas, mikados, etc.
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Disfruta del poder relajante de la música
Si eres de las personas que no suelen poner música en casa, anímate a probar. Elige algo que te guste, música suave que te ayude a relajarte, y deja que suene de forma tenue, llenando el ambiente con sus notas. Será un gran cambio que hará de tu casa un lugar mejor.
Esta es una costumbre que llegarás a apreciar tanto que terminarás por hacerte con un par de altavoces bluetooth para disfrutar al máximo de tu música favorita al llegar a casa.
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Elige textiles que añadan confort
Una forma de estar a gusto en casa consiste en rodearnos de cosas que nos gustan, que nos resultan agradables. Los textiles que visten el salón y el dormitorio son un claro ejemplo. Busca una manta agradable para poner en el sofá, de tacto suave y gustoso, o renueva la ropa de cama si es necesario. No hay nada más relajante que meterse en una cama de sábanas suaves y frescas. Es uno de los pequeños placeres que merece la pena cuidar.
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Delimita el espacio de trabajo
Esta es una de las tareas más complicadas de llevar a cabo para lograr que tu casa sea un templo de descanso. Si trabajas en casa sabrás lo difícil que es marcar la línea que divide el ámbito laboral del personal, en especial si no dispones de un despacho propio y tienes tu rincón de trabajo en el salón o el dormitorio.
Sin embargo, y aunque sea difícil, es importante establecer unos límites de espacio y tiempo. Aumenta la comodidad de la zona de trabajo para estar mejor (hazte con una silla adecuada y busca la iluminación perfecta para trabajar de la manera más confortable posible) y respeta el horario que previamente te marques.
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Más descanso, también en el exterior
Ahora que la primavera está cerca, es el momento de preparar y acondicionar las zonas de exterior para disfrutarlas en cuanto el tiempo nos lo permita. La terraza, el jardín o el porche de tu casa pueden convertirse en rincones perfectos para el descanso.
Revisa los muebles de exterior y hazte con un par de tumbonas aunque no tengas piscina. O crea una zona de chill out, si tienes espacio suficiente. Una cama de exterior, almohadones y cojines te ayudarán a decorar este rincón de relax. También puedes instalar una hamaca en la que descansar y dormir alguna que otra siesta.
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